jueves, 20 de junio de 2019

Anécdotario argentino: "El agua blandita"


El agua blandita

Clarín


La Fuerza de Desembarco sufrió 2 ásperos temporales mientras navegaba hacia las Malvinas.

De hecho, el mal clima obligó a postergar el Día D: pasó del 1 de abril al 2.

Se padecieron vientos de unos 120 kilómetros por hora y olas de hasta 7 metros. Los barcos se bamboleaban tenebrosamente, con inclinaciones cercanas al tope de 55 grados que marca el rolímetro.

El “Cabo San Antonio”, que llevaba el grueso de la tropa, tuvo que refugiarse en el rumbo de capa y bajó la velocidad a 6 nudos (menos de 11 kilómetros por hora).

Entre los nervios y los vaivenes, casi no se podía descansar: algunos trataban de dormir atados o en el piso. E ir al baño resultaba bastante complicado.

-Era difícil acertar -le cuenta a Clarín Miguel Pita, el segundo comandante de la Fuerza de Desembarco-. Y no te podías mantener sentado…

“Parecía que el casco daba de lleno contra algo sólido”, relató Carlos Büsser, el jefe de los infantes.

-Qué fuerza tiene el mar, eh -le observó un cabo.

-Tenga en cuenta que cada metro cúbico de agua pesa una tonelada. Fíjese el tamaño de las olas y calcule contra cuántas toneladas choca el buque…

-Menos mal que las olas son de agua, que es blandita, ¿no?

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