jueves, 5 de diciembre de 2013

Argentina: Fuerzas Especiales empleadas en el conflicto

Fuerzas Especiales en la Guerra de Malvinas

Mayor Gustavo Adolfo Tamaño, Ejército Argentino

El conflicto del Atlántico Sur ha brindado lecciones importantes para las Fuerzas Armadas no sólo de las naciones beligerantes, sino para los militares de cualquier nación que mantiene una fuerza moderna. Una de esas lecciones se relaciona con el empleo adecuado de las Fuerzas Especiales, cuyo papel en dicho conflicto resultó ser de gran importancia por cuanto le permitió al Ejército argentino salvar vidas y lograr significantes victorias tácticas sobre la fuerza británica. El autor expone el accionar de estas tropas en las islas Malvinas, en un artículo que en sí constituye un argumento contundente por la creación y mantenimiento de un fuerte componente especial en toda fuerza militar.



"Los cuadros y tropas en tierra también actuaron estupendamente. Buena, muy buena artillería y muy buena también las posiciones de ametralladoras, determinadas a quedarse hasta agotar totalmente la resistencia. Tal es así que, en algunos casos, los argentinos tuvieron que ser prácticamente arrancados de sus puestos, a los que se aferraban como una ostra a su concha".

General de Brigada Jeremy Moore
Comandante de las Fuerzas Terrestres Británicas en la Guerra de las Malvinas


Origen y propósito de las Fuerzas Especiales
LAS FUERZAS Especiales surgieron de la necesidad de complementar las operaciones militares, mediante acciones de carácter particular que apoyasen el esfuerzo principal.

Las misiones más comunes que se encomiendan a este tipo de tropas son: obtener información; atacar líneas de comunicación y abastecimientos; atacar sistemas de comando, control y comunicaciones del enemigo; eliminar o capturar objetivos de gran trascendencia, incluyendo líderes militares enemigos y recuperar personal propio.


Los "Rangers"
El empleo de este tipo de tropas, puede rastrearse a lo largo de la historia militar.

En la segunda mitad del siglo XVIII, durante el conflicto que mantuvieron las fuerzas francesas y británicas en América del Norte, hizo su aparición entre las filas inglesas un nuevo tipo de fuerza.

Ésta estaba constituida por colonos, mayormente tramperos, que cazaban sus presas en los espesos bosques de la región.

Estas tropas especiales se organizaron y denominaron "Comandos". Eran capaces de efectuar profundas incursiones en el territorio francés, sin necesidad de contar con un apoyo logístico que restringiera su libertad de acción.

Los "Rangers" emprendieron verdaderas operaciones de castigo sobre las naciones indias que apoyaban el esfuerzo bélico francés, así como emboscadas a las columnas de abastecimiento y guarniciones aisladas.
Estos colonos podían marchar largas distancias por los espesos bosques y sobrevivir con lo obtenido de la caza. Sin embargo, los comandantes británicos miraban con cierto recelo estas tropas especiales, cuyos métodos se asemejaban mucho a los de los indígenas, tanto en habilidad para combatir, como en barbarie.

Los "Rangers" se caracterizaban por su habilidad de abrir fuego individual con la mortífera puntería propia del cazador, desde posiciones cubiertas, aprovechando los frondosos bosques de la región. Durante la Guerra de la Independencia Americana, los británicos comprobarían la efectividad de este procedimiento cuando se empleaba contra las cerradas columnas británicas desplazándose por los estrechos caminos flanqueados de bosques.

Los "Comandos"
A fines del Siglo XIX y principios del actual, Sudáfrica se vio envuelta en el conflicto que se conoce como la Guerra Anglo-Bóer. Los bóers, descendientes de los primitivos habitantes holandeses de El Cabo, eran diestros jinetes y hábiles tiradores.

Para enfrentar a las superiores y bien equipadas fuerzas de Su Majestad, organizaron grupos montados de reducido tamaño, veloces en su desplazamiento y desprovistos de todo impedimento logístico.
Estos grupos efectuaron profundas penetraciones, hostigando las columnas británicas y pequeñas guarniciones.

La sorpresa y la emboscada, así como su mortífera puntería con los excelentes fusiles Mauser, se transformaron en una pesadilla para las tropas inglesas, particularmente para las encargadas de transportar suministros.

Los bóers fueron hábiles conocedores del terreno, y con sus rápidos movimientos, se transformaron en un insidioso enemigo que obligaba a los británicos a prestar fuertes escoltas a sus columnas de vituallas.
La amenaza que significaban estas partidas integradas por los granjeros bóers, llevó incluso a los británicos a desarrollar trenes de carreteras blindados.

Estos precursores de los tanques, consistían en un tractor de vapor que traccionaban uno o más carruajes protegidos por blindajes.

Fuerzas Especiales durante la Segunda Guerra Mundial
En este conflicto las tropas especiales, y particularmente los "Comandos" se constituyen en un importante apoyo complementario al esfuerzo principal. Una vez derrotada Francia por el impetuoso ataque alemán, y con una Gran Bretaña restañando los efectos de la acelerada evacuación de Dunkerque, las fuerzas del III Reich mantenían un absoluto control de la iniciativa.

El gobierno británico, encabezado por su Primer Ministro Sir Winston Churchill, trataban el modo de retomar algún tipo de acción ofensiva que asestara golpes a la hasta entonces invencible maquinaria bélica germana. La respuesta fue la creación de una fuerza de tropas especiales, cuyas acciones se basasen en la sorpresa y velocidad, capaces de efectuar operaciones en zonas ocupadas por el enemigo, especialmente su retaguardia, y particularmente en la costa norte de Francia y África del Norte. Para designar a este tipo de tropa se seleccionó el nombre de "Comandos", tomado de las ágiles partidas de la caballería bóer.

Una de las más espectaculares acciones que efectuaron estas tropas especiales, fue la protagonizada por los Royal Marines, quiénes en 1942 montaron una operación para impedir el uso del gran dique seco de Saint-Nazaire por los grandes navíos alemanes, particularmente el acorazado Tirpitz, gemelo del malogrado Bismarck.

Esta operación consistía en ingresar sorpresivamente al puerto con un destructor de la I GM, el HMS Campbeltown, con su proa cargada de alto explosivo, para embestir la compuerta del dique y producir su demolición. La acción sería acompañada con un desembarco de comandos para destruir las instalaciones portuarias e impedir su uso como apoyo a las operaciones de la Kriegmarine.

El viejo destructor alcanzó su objetivo, pese a la violenta reacción de la defensa alemana que capturó o aniquiló la fuerza comando, ya que un mecanismo de la relojería detonó la carga en el momento en que los alemanes revisaban el buque con la intención de retirarlo destruyendo por completo la compuerta e inutilizando el dique.

Los "Comandos" lograron así su objetivo, aunque a un alto precio. Otra operación de renombre fue el frustrado intento de asesinar al Mariscal de Campo Erwin Rommel.

El "Zorro del Desierto" burló a sus victimarios pues no se encontraba donde ellos esperaban. Las fuerzas del Eje emplearon tropas especiales en operaciones tan o más espectaculares que las británicas.
Basta recordar la gran hazaña de los paracaidistas del General Kurt Student, que tomaron la fortaleza de Eben Emael, el rescate del Duce Benito Mussolini de su prisión en el Hotel del Sasso, y los "Comandos" germanos que sembraron la confusión y el desorden durante la ofensiva de las Ardenas.

En esa acción se empleó en gran escala material blindado tomado de los aliados, así como tanques alemanes enmascarados como tales, capturando numerosos puestos aliados en forma sorpresiva.
Sin embargo, una de las más espectaculares operaciones especiales la protagonizaron los hombres de la Reggia Marina, que con sus torpedos de marcha lenta y cargas magnéticas lograron en la rada de Alejandría el increíble palmarés de hundir los acorazados británicos Valiant y Queen Elizabeth, más un petrolero en una sola acción.

¿Cómo fueron empleadas las Fuerzas Especiales argentinas en las Malvinas?
Durante el Conflicto del Atlántico Sur, las fuerzas argentinas emplearon fuerzas especiales en dos oportunidades bien diferenciadas; en el desembarco y ocupación de las islas en primer término, y en su defensa en segundo.

Los "Comandos" provenían de distintas fuerzas armadas.

El desembarco y ocupación de las Islas Malvinas
El 1 de abril de 1982, la Fragata ARA "Santísima Trinidad" enfilaba su esbelta proa hacia el Faro San Felipe, levantando finos bigotes de agua salada y espuma de mar.

En sus cálidas entrañas bullía una frenética actividad proveniente de un grupo de hombres que ajustaban los últimos detalles para la operación.
Bajo sus rostros tiznados se vislumbraban la ansiedad y tensión previa a la acción. Eran los miembros de la Agrupación de Comandos Anfibios, un grupo de élite, altamente entrenado de la Armada.

A las 21:00 hs iniciaron el desembarco, y navegando en dirección a la costa pronto se perdieron de vista entre las tinieblas la protectora silueta del navío.

Furtivamente alcanzaron la costa a las 23:45 hs, se desplegaron e iniciaron su misión. Primero prepararon la playa para el desembarco del Batallón de Infantería de Marina 2.





Una vez que los avezados comandos aseguraron el lugar seleccionado para el desembarco y antes del alba, del vientre del buque de desembarco de tanques, surgieron los grandes y pesados anfibios.
A las 06:30 horas, cuando las orugas de los mastodontes de metal mordían la playa, y emergían majestuosamente junto al sordo y acompasado rugir de sus motores, el BIM 2 tomó la playa sin oposición, y poco más tarde los blindados se enfilaron decididamente hacia Puerto Argentino y su aeródromo.

Entre tanto los comandos anfibios no tuvieron descanso, silenciosamente se acercaron y ocuparon el cuartel de los Royal Marines, sólo para comprobar que allí nadie había quedado.

Los marinos de Su Majestad se hicieron fuertes en la residencia del Gobernador y en las cercanías del hipódromo. Hacia allí se dirigieron. Entretanto las fuerzas del BIM 2 y del Ejército despejaron el aeropuerto, cuya pista había sido bloqueada con tractores y camiones. La agrupación de Comandos Anfibios rodeó la casa del gobernador y a las 09:00 hs el Mayor Norman y 68 marines se rindieron.

Los marinos argentinos sufrieron bajas entre sus hombres, más aún cumplieron estrictamente la consigna de no provocar bajas entre los británicos.

La escena quedó inmortalizada en una fotografía que fue tapa de las revistas más afamadas del mundo.

La operación se cumplió con todo éxito, y gran parte de ello gracias a la acción de los comandos anfibios. Mientras se relajaron y descansaron, los pesados transportes Hércules comenzaron a descender en el aeródromo malvinense, estableciendo el puente aéreo, por donde fluirían hombres y subsistencia.



La defensa
La firme y decidida reacción británica no se hizo esperar, y las fuerzas argentinas se aprestaron para defender el suelo patrio reconquistado.
Comenzaron a fluir artillería, blindados, misiles, abastecimientos, y por supuesto también arribaron las tropas especiales del Ejército y Gendarmería Argentina.


El Ejército completó aceleradamente la Compañía de Comandos 601, formación que había comenzado a organizarse a fines de 1981 y a fines de abril se trasladó a Puerto Argentino. Poco más tarde comenzó a organizarse la Compañía 602, con elementos convocados de distintas Unidades. A ello se sumaron comandos de la Gendarmería Argentina.
Estas tropas fueron empleadas en tres misiones: primero, para obtener información sobre la actividad del enemigo, mediante la ejecución de patrullas de exploración. Segundo, para efectuar contra exploración. Tercero, para proveer seguridad al puesto de comando del comandante de las fuerzas destacadas en el archipiélago, ubicado en el puerto argentino de Town Hall.

Particularmente, sobre la exploración, procedimiento de obtención de información sobre la actividad del enemigo, cabe señalar que en Puerto Argentino se encontraba destacado el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 10, unidades especialmente entrenadas para esta misión. Este escuadrón se encontraba sin su material blindado a excepción de 2 autoametralladoras ligeras Panhard H90-F1.

A esta unidad se le confió algunas misiones de exploración por medio de vehículos de todo terreno, como los Mercedes Benz.





A su vez, el escuadrón se constituyó en reserva, y como tal, la unidad efectuó una de las más valerosas acciones al contraatacar a pie y estar dotada sólo de armas ligeras, logrando contener y bloquear con todo éxito el ataque británico que aconteció la noche del 11 al 12 de Junio, evitando una segura desarticulación del dispositivo defensivo.

Otros medios de exploración destacados eran 2 secciones de AML Pahhard del Dest. Expl C B1 181 y un grupo del Escuadrón Blindado 9. Estos vehículos se encontraban restringidos a los pocos caminos existentes, dada la escasa transitabilidad que ofrecía el suelo malvinense. Todos estos blindados habían sido transportados en los C-130 Hércules, y fueron empleados como reserva blindada.

Se sumaba a esto la superioridad aérea británica que restringía, cuando no directamente impedía la exploración aérea, ya sea con helicópteros o aviones. Ante tal estado de cosas, la responsabilidad de explorar en la profundidad recaería en los comandos.

Su tarea no fue sencilla ya que tuvieron que enfrentar los problemas de la eficaz contraexploración británica, la capacidad de "guerra electrónica" británica que contaba con avanzados equipos de radiogoniometría, por las deficientes medidas de seguridad en el empleo de las comunicaciones por parte de las fuerzas argentinas y a causa de las duras condiciones meteorológicas y del terreno.

Las tropas comandos contaban para enfrentar estos problemas con su entrenamiento, iniciativa, capacidad de improvisar y valor.
Por otra parte, no es fácil lidiar con quiénes crearon y desarrollaron el empleo de los "Comandos" hasta hacerlos parte importante del arte militar.

Las operaciones de patrullas argenti-nas en la isla Gran Malvina
Existieron varias acciones efectuadas por las tropas comandos argentinas durante la ejecución de la defensa del archipiélago.

En la isla Gran Malvina existían tropas argentinas destacadas en Fox Bay, Port Howard y en la Isla de Bormón. Port Howard sería base de las misiones de patrulla de los comandos destacados en la Gran Malvina. La misión de estas patrullas era observar el desembarco de las fuerzas británicas en Puerto San Carlos, en la orilla opuesta del estrecho homónimo.

Para ello se estableció un observatorio desde el cual se podía ver con ciertas dificultades la concentración de navíos británicos.
No pasó mucho tiempo para que fueran localizados por los británicos, iniciándose una intensiva búsqueda con medios aeronavales.
Los comandos argentinos pudieron eludir los esfuerzos por capturarlos.
Y en Port Howard los comandos reiniciaron la instalación de un nuevo puesto de observación que no resultó adecuado dada la distancia en la se encontraba.

Durante el regreso a su base de operaciones, esta patrulla de una docena de hombres localizó un puesto de observación de artillería británico, integrado por 2 "Comandos", cuya misión era reglar el fuego naval sobre Howard.

Luego de una breve escaramuza, cayó muerto un oficial y fue hecho prisionero un suboficial. Al menos ese puesto ya no podría amenazar Howard con el eficaz fuego naval.



¿Cómo fue el rescate en Monte Kent?
La Compañía de Comandos 602 recibió la misión de destacar sus hombres en la zona de Monte Kent, y esperar el inminente asalto británico, para dejarse sobrepasar e infiltrarse en su retaguardia.
El 8 de Junio la Fuerza Aérea argentina atacó a 2 buques de transportes que se encontraban prestos para desembarcar efectivos en bahía Agradable, y se decidió anticipar la operación.

Todo marchó mal desde un principio; el enemigo se había adelantado, pues dominaba la zona, y los comandos argentinos sufrieron grandes bajas.







El desastre se agravó cuando un helicóptero Puma que transportaba comandos de la Gendarmería Argentina se estrelló e incendió, ya que fue alcanzado por la defensa aérea inglesa.
Siete gendarmes murieron consumidos por las llamas en las entrañas del pájaro de metal.





Las ennegrecidas y retorcidas chapas de aluminio le servirán de mortaja, como el casco de acero del viejo crucero que resguardaban los cuerpos de trescientos valerosos marinos.

Ésa es la guerra, donde la fortuna cambia a cada momento. Los comandos sobrevivientes quedaron ilesos, heridos y aislados de Puerto Argentino.

Sus compañeros decidieron efectuar una incursión para rescatarlos. Sobre motos todo terreno, la Compañía de Comandos 601 se dirigió hacia el Monte Kent. Por detrás sólo marchaban la decisión y el valor encarnado en un puñado de hombres audaces.

Más aún, los británicos no permanecieron inactivos, apenas alcanzaron el Monte Kent comenzaron un intenso y bien dirigido fuego de morteros. Una de las motos fue despeñada por la explosión de un proyectil, milagrosamente su conductor salió ileso del evento y montó en la moto de un compañero.

El fuego se intensificó, continuar no era prudente, el enemigo dominaba la situación y la sorpresa se había perdido.

Hicieron virar las motos y emprendieron el regreso. Pero la incursión no fue en vano, aprovechando la distracción creada, los comandos de la Compañía 602 lograron perder contacto y volver con la masa de sus hombres a Puerto Argentino. Dos heridos quedaron rezagados e imposibilitados de moverse.

En la noche, se inició una nueva y arriesgada operación de rescate. Ese grupo de rescate vivió momentos de gran tensión y peligro, lograron localizar a los heridos y montarlos en las ágiles motocicletas sin ser localizados por los británicos. En retorno, el enemigo se percató de la acción, lo que provocó un denso fuego de artillería y mortero.

Aceleraron las motos atravesando el valle y tratando de dejar el peligro atrás, pero la artillería corrigió el fuego, martillando el húmedo suelo.
Al aparecer las posiciones argentinas, el peligro quedó atrás, aumentaron la velocidad, pasaron por el corredor existente en los campos minados frente al Batallón de Infantería de Marina 5 y cuando arribaron a la posición de la Armada, un oficial, con gesto preocupado, les dijo que el corredor había sido cerrado media hora antes.

El grupo de rescate había cruzado por un campo minado activado sin sufrir las consecuencias desagradables de pisar una mina. Sin duda, la fortuna acompaña a los audaces.



Conclusiones
La experiencia de Malvinas ha demostrado una vez más la importancia de las tropas especiales como complemento del esfuerzo principal, particularmente en misiones que son de gran importancia para la inteligencia propia, tales como obtener información del enemigo y terreno en áreas que otros medios no pueden acceder.

Esto se confirmaría en la Guerra del Golfo, donde tropas especiales, ubicadas detrás de las líneas enemigas, brindaron un gran apoyo mediante la obtención de información y la adquisición de blancos.
Se puede concluir, diciendo que el hecho de emplear las tropas especiales exige una detallada inteligencia previa, para prevenir sorpresas que frustren la operación. Es más, las tropas especiales deben operar con una estrecha vinculación con las tropas técnicas de inteligencia, algo que los "Comandos" ingleses saben muy bien.
Debe considerarse que al ser tropas costosas, éstas deben empeñarse solamente sobre objetivos rentables, en que no puedan emplearse otro tipo de tropas menos especializadas.

Revista Militar, Ejército de Bolivia, enero-febrero-marzo 1996.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Biografías: El heroico cabo Roberto Baruzzo

La silenciosa proeza del Cabo Roberto Baruzzo


De todos los suboficiales de Ejército que estuvieron en Malvinas, sólo dos recibieron la máxima distinción a que puede aspirar un hombre de armas argentino: la Cruz al Heroico Valor en Combate. Uno, el Sargento primero Mateo Sbert, muerto en el combate de Top Malo House. El jefe de su sección, Capitán José Vercesi, se ha encargado de que su historia se publicara en la revista “Soldados Digital” y en general tuviera cierta divulgación. (Aunque, claro, muy por debajo de la que amerita a nivel nacional).
El otro, sigue siendo un perfecto desconocido, aún para muchos estudiosos del tema Malvinas. Si uno quiere averiguar por qué le fue conferido tan alto galardón, no se va a enterar ni en la Internet. Se trata del por entonces cabo Roberto Baruzzo del Regimiento 12 de Infantería, por aquellos tiempos, con guarnición en Mercedes, Corrientes. Su historia, de ribetes cinematográficos, vale la pena ser contada.
Baruzzo, es oriundo del pueblo de Riachuelo, Corrientes. Es un hombre de rostro aniñado, sin ínfula alguna, de perfil muy bajo, puro y transparente hasta rayar en la ingenuidad.
Su unidad, al llegar a Malvinas, había sido ubicada primero en el Monte Kent, para después ser enviada a Darwin. Pero una sección compuesta mayormente de personal de cuadros, con Baruzzo incluido, se quedó en la zona, al mando del teniente primero Gorriti.
En los días previos al ataque contra Monte Longdon, los bombardeos ingleses sobre esa área se habían intensificado. El mismo Baruzzo fue herido en la mano por una esquirla. En una de las noches, el cabo oyó gritos desgarradores. A pesar del cañoneo, salió de su pozo de zorro y encontró a un soldado con la pierna destrozada por el fuego naval enemigo. Sin titubear, dejó su fusil y cargó al herido hasta el puesto de enfermería, tratando de evitar que se desangrara.

Lo peor aún estaba por venir.

En la noche del 10 al 11 de junio, desde Puerto Argentino se observaba el espectáculo fantasmagórico que ofrecía la ofensiva británica. En medio de un estruendo ensordecedor, los montes aledaños eran cruzados por una miríada de proyectiles trazantes e intermitentemente iluminados por bengalas. Se estremecía el alma de imaginar que allí, en esos momentos, estaban matando y muriendo muchos bravos soldados argentinos. Allí, en medio del fragor, la sección de Baruzzo ya se había replegado hacia el Monte Harriet, sobre el cual los ingleses estaban realizando una acción envolvente. Varios grupos de soldados del 12 y del Regimiento 4 quedaron aislados. El teniente primero Jorge Echeverría, un oficial de Inteligencia de esta última unidad, los agrupó y encabezó la resistencia. Baruzzo se sumó a ellos y vio a al oficial parapetado detrás de una roca, disparando su FAL.


El reencuentro de los dos camaradas,
veinticuatro años después del combate
Cerca de él vio a un soldado inglés muerto y le sacó su visor nocturno. “Ahora la diferencia en recursos ya no será tan despareja”, pensó. Con el visor fue ubicando las cabezas de los ingleses que asomaban detrás de las rocas, y tanto Baruzzo, como su jefe afinaron la puntería. Los soldados de Su Majestad, por su parte, los rociaron de plomo e insultos. Las trazantes pegaban a centímetros del cuerpo del oficial, hasta que finalmente fue herido en la pierna y cayó en un claro, fuera de la protección de la roca. Cuando Baruzzo se le quiso acercar, un inglés surgió de la oscuridad y le tiró al cabo. Erró el primer disparo, aunque la bala pegó muy cerca, pero antes de que pudiera efectuar el segundo, Echeverría, disparando desde el suelo, lo abatió. Otro inglés le tiró a Echeverría, pero Baruzzo lo mató de un certero disparo. Cerca de ellos, el conscripto Gorosito peleaba como un león. Los adversarios estaban a apenas siete u ocho metros uno del otro y sólo podían verse las siluetas en los breves momentos en que alguna bengala iluminaba la zona.

Echeverría, sangraba profusamente: tenía tres balazos en la pierna. El joven cabo de apenas 22 años, con el cordón de la chaquetilla del oficial, le hizo un torniquete en el muslo. La pierna de Echeverría parecía teñida de negro y también lucía negra la nieve a su alrededor. El teniente primero le dijo empero que no sentía nada, sólo frío. Baruzzo trató de moverlo. Echeverría se levantó y empezaron a caminar por un desfiladero, mientras a su alrededor seguían impactando las balas trazantes. De repente, de atrás de un peñasco, entre la neblina y las bengalas, surgió la silueta de un inglés, quien disparó y le dio de lleno a Echeverría. Baruzzo contestó el fuego y el atacante se desplomó muerto. Esta vez Echeverría había sido herido en el hombro y el brazo: una sola bala le causó dos orificios de entrada y dos de salida. El teniente primero cayó boca abajo y Baruzzo veía que le estaba brotando sangre por el cuello.

“¡Se me está desangrando!” se desesperó el cabo. Aún hoy, el suboficial no puede hablar de su jefe sin emocionarse: “El es uno de mis más grandes orgullos. Un hombre de un coraje impresionante. Allí, con cinco heridas de bala, estaba íntegro, tenía una tranquilidad increíble, una gran paz. Con total naturalidad, me ordenó que yo me retirara, que lo dejara morir allí, que salvara mi vida. Me eché a llorar.

Malvina Soledad y Mariana Noemí,
en la calle que recuerda
el nombre heroico de su padre,
en Corrientes
¿Cómo iba a hacer eso? ¡Yo no soy de abandonar! ¡Y encima a este hombre, que era mi ejemplo de valentía! Tenía conmigo intacta la petaquita de whisky que nos habían entregado junto a un cigarrillo; es que yo no bebo ni fumo. Y le di de tomar. ‘Eso si que está bueno', me comentó. En cierto momento, no me habló más, había perdido el conocimiento. La forma en que sangraba, era una terrible. Lo cubrí, lo agarré de la chaquetilla y empecé a arrastrarlo”.
Súbitamente, Baruzzo se vio rodeado por una sección de Royal Marines del Batallón 42. Sin amilanarse, desenvainó su cuchillo de combate, pero uno de los ingleses con el cañón de su fusil le dio un ligero golpe en la mano, como señalándole que ya todo había terminado. Baruzzo, cubierto de pies a cabeza con barro y la sangre de Echeverría, dejó caer el arma, y el mismo soldado enemigo lo abrazó con fuerza, casi fraternalmente. “Eran unos señores”, comentaría luego el cabo.

Al amanecer, al ver que no tenía heridas graves, sus captores le ordenaron que, con otros argentinos, se dedicara a recoger heridos y muertos. “Yo personalmente junté 5 ó 6 cadáveres enemigos”, cuenta Baruzzo. “Pero en Internet los ingleses dicen que en ese combate sólo tuvieron una baja”
Echeverría fue helitransportado por los británicos al buque hospital “Uganda”, sobrevivió, recibió del Ejército Argentino la medalla al Valor en Combate y hoy vive con su mujer y dos hijas en Tucumán. La menor tenía dos añitos en el 82.
Baruzzo habla de sus hijas, a las que bautizó Malvina Soledad y Mariana Noemí y vive en su Corrientes natal. En su pago chico ha tenido un par de halagos que merecía: hay una calle con su nombre y hasta le fue erigido un busto en vida. Pero aún así, nadie repara en su existencia, ni conoce su proeza.



Poco después de la guerra, el 15 de noviembre del 82, Baruzzo recibió una carta del teniente primero, donde este le agradecía su “resolución generosa y desinteresada, su sentido del deber hasta el final, cuando otros pensaron en su seguridad personal. Toda esa valentía de los “changos”, son suficiente motivo para encontrar a Dios y agradecerle esos últimos momentos. Pero, así Él lo decidió, guardándome esta vida que Usted supo alentar con sus auxilios”.
El oficial le contaba que lo había propuesto para la máxima condecoración al valor y le manifestaba su “alegría de haber encontrado un joven suboficial que definió el carácter y el temple de aquellos que forman Nuestro Glorioso Ejercito, y de los cuales tanto necesitamos”.
Personalmente, Baruzzo volvió a encontrarse con Echeverría recién 24 años después de aquella terrible noche. Ambos lloraron, el oficial le mostró sus heridas, dijo que el cabo había sido su ángel de la guarda y le regaló una plaquetita, con la inscripción: “Estos últimos 24 años de mi vida testimonian tu valentía”. También le contó que en el buque hospital los médicos británicos dejaron que le siguiera manando sangre un buen rato, para que así se lavara el fósforo de las balas trazantes.
“You have very good soldiers” (“Usted tiene muy buenos soldados”), le comentaron admirados los militares ingleses al ensangrentado teniente primero. Un reconocimiento que la sociedad argentina, en pleno, aún le debe a Echeverría, a Baruzzo, a Gorosito y a tantos otros callados y acallados héroes de Malvinas.

Soldados Digital

martes, 3 de diciembre de 2013

Rifle automático: Beretta BM59 (Italia)



Rifle automático Beretta BM59



Rifle de batalla BM59
Tipo rifle de batalla
Lugar de origen Italia
Historia del servicio
En servicio 1959-1990 (servicio italiano)
Operadores 
Usuarios
  • Guerras operaciones anti-guerrilleras en Indonesia,
  • Invasión indonesia de Timor Oriental,
  • Guerra de las Malvinas,
  • Guerra Civil Somalí,
  • Guerra civil libia
Historia de producción
Diseñador Pietro Beretta
Diseñado 1950
Fabricante Beretta, Bandung Fábrica de Armas, Defence Industries Corporation
Producido 1959
Variantes Mark I, Mark II, III / Ital TA, BM59 Para, Mark IV
Especificaciones
Peso 4,4 kg (9,70 libras)
Longitud 1095 mm (43.1 pulgadas)
Longitud del cañón 491 mm (19.3 pulgadas)
Cartucho.308 Winchester
Operado por Acción por gas, a cerrojo rotatorio
Índice del fuego 750 disparos por minuto
Sistema de alimentación Cargador extraíble de 20 cartuchos
Miras cerradas trasero, posta frontal



La Beretta BM59 es un fusil de fabricación italiana basada en el rifle M1 Garand, pero recamarizada para la munición 7,62×51 mm OTAN, y modificado para utilizar un cargador extraíble. [1] Las revisiones posteriores incorpora otras características comunes a rifles más modernos.


Desarrollo

Después de la Segunda Guerra Mundial, Italia adoptó el rifle M1 Garand estadounidense diseñado en.30-06 (7,62 × 63 mm) y también fabricado bajo licencia. Este rifle semiautomático demostró ser bueno durante la Segunda Guerra Mundial, pero a finales de 1950 se consideraba anticuado y obsoleto y el ejército italiano también quería un nuevo rifle camarizado para la munición estándar de la OTAN 7.62 × 51mm.
Para cumplir estos requisitos, Beretta diseñó el BM59, que era esencialmente un rifle M1 recamarizado equipado con un combinado de cargador extraíble de 20 cartuchos, bípode plegable y un lanzador de granadas/supresor de llamas. El BM59 es capaz de fuego selectivo.
El BM59 fue adoptado en 1959 y sirvió con ejércitos italianos, argentinos, indonesios y marroquíes. A principios de la década de 1980, las versiones semiautomáticas fueron importados a los Estados Unidos y vendidos a coleccionistas privados. Los primeros BM59s se fabrican a partir de piezas de M1 fabricados en Estados Unidos, incluidos los barriles re-cámarizados.
En 1990, el BM59 fue sustituido en el servicio italiano por los fusiles de asalto Beretta AR70/90, aunque algunos pueden estar en servicio en la marina italiana.



Variantes

El BM59 tiene varias variantes militares y civiles, que incluyen los siguientes: [2]

Militares

  • BM-59 Mark I : tenía una culata de madera con un apretón de stock semi - pistola.
  • BM-59 Mark II : tenía una culata de madera con empuñadura de pistola para lograr un mejor control durante el fuego completamente automático ;
  • BM-59 Mark III : o Ital TA (también conocido como el Truppe Alpine), fue una variante con una empuñadura de pistola y una culata plegable metálica, que estaba destinado a las tropas de montaña. El BM59 Para fue similar a BM59 Ital TA, pero estaba destinado a los paracaidistas. Estaba equipado con un cañón más corto y apagallamas.
  • BM-59 Mark IV : tenía un cañón más pesado con una culata de plástico, y fue utilizado como un arma automática ligera de pelotón.

Civil

Los raros BM-62 y 69 son rifles deportivos civiles con el lanzagranadas y miras retirados [3] con las siguientes características:

  • BM-62:. Semi-automático que venía con cargadores de 20 cartuchos que se había modificado de manera permanente para aceptar sólo 10 cartuchos [4] No tiene bípode y el compensador [3]
  • BM-69:. Semi-auto con un bípode y tri - compensador [3]


Usuarios

 Argelia [5]

  •  Argentina :. Utilizado en la Guerra de las Malvinas [3]

 Bahrain [5]
 Eritrea [5]
 Etiopía [5]
 Italia [5]
 Indonesia:. Bajo licencia en la Fábrica de Armas de Bandung como el SP- 1 [3]
 Libia [5]
 Marruecos [5]
 Nigeria:. Bajo licencia de Defense Industries Corporation [6]
 San Marino [7]


Referencias

  1. Beretta BM 59 rifle. Consultado el 5 de octubre de 2008.
  2. Modernas armas de fuego ' Beretta BM 59 página. Consultado el 5 de octubre de 2008.
  3. Beretta BM 59.  Consultado el 5 de octubre de 2008.
  4. Beretta BM62. Consultado el 5 de octubre de 2008.
  5. Jones, Armas de infantería de Richard D. Jane 2009/2010. Grupo de Información de Jane, 35 edición (27 de enero de 2009). ISBN 978-0-7106-2869-5.
  6. Alemanes armas pequeñas : La conexión de Nigeria. Consultado el 5 de octubre de 2008.
  7. Foto de la Guardia di Rocca

lunes, 2 de diciembre de 2013

Petróleo: Argentina amenaza a las petroleras

Argentina amenaza a compañías que explotan petróleo en las Malvinas

La nueva regulación argentina prohibe que las compañías extraigan petróleo del territorio de las Islas Malvinas



(CNNMéxico) — Argentina pretende ir en contra de las compañías que perforan buscando petróleo en las controversiales Islas Malvinas (o Falkland) , provocando un nuevo conflicto diplomático con Gran Bretaña.

El Congreso argentino aprobó una ley este jueves en la que se amenazaba “sanciones criminales” sobre compañías e individuos involucrados en la “explotación ilegal” de hidrocarburos en el área, señaló un comunicado de la embajada argentina en Londres.

“La ley propone sentencias de hasta 15 años en prisión, fianzas equivalentes al valor de 1.5 millones de barriles de petróleo, la prohibición de individuos y compañías operando en Argentina y la confiscación de equipo y cualquier hidrocarburo que pudiera haber sido extraído de manera ilegal”, señaló el comunicado.

En respuesta a la postura argentina, la oficina de asuntos exteriores de Gran Bretaña dijo que: "el gobierno de Gran Bretaña apoya los derechos de los habitantes de las islas Falkland a desarrollar los recursos naturales para promover su propio beneficio económico".

“La ley argentina no es aplicable a las islas Falkland o Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, que son territorios de Gran Bretaña”, agregaron autoridades británicas, quienes señalaron que "las actividades de hidrocarburos por parte de cualquier compañía que opera en la plataforma continental de las islas Falklands (como llaman los británicos a las Malvinas) son reguladas por el Gobierno de las islas Falklands, en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar.

La embajada argentina dijo que hasta el momento había enviado más de 200 cartas a compañías ligadas directa o indirectamente a actividades de extracción, alertando sobre la “responsabilidad sobre actividades administrativas, civiles y criminales de acuerdo con las leyes que regulan dichas actividades, incluyendo leyes de protección ambiental”.

En 2012 el gobierno argentino declaró ilegales las actividades de cinco empresas petroleras británicas "que operan ilícitamente en la plataforma continental argentina" en labores de extracción en la región de las islas Malvinas.

Argentina y Gran Bretaña estuvieron en guerra por el territorio que comprende las islas Falkland en 1982 luego de que el entonces gobierno militar en Argentina enviara tropas a las islas.

El territorio en disputa se ubica en el Océano Atlántico Sur, a 480 kilómetros al este del extremo de Sudamérica. Desde hace años las Malvinas han sido codiciadas por ser un puerto naval estratégico y una potencial fuente de recursos naturales.

Argentina dijo que el conflicto provocó la muerte de 546 ciudadanos argentinos, mientras que Gran Bretaña, bajo el mandato de Margaret Thatcher, reportó la muerte de 255 muertes. A principios de este año, los residentes de las islas Falkland votaron para permanecer siendo territorio británico.

Claudia Rebaza y Marie-Louise Gumuchian contribuyeron con este reporte.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Defensa de Puerto Argentino: Los zapadores del EA e IMARA

Zapadores en la guerra de Malvinas



Foto: Ingeniero del Ejército colocando una mina antitanque española Expal C3B, Guerra de Malvinas.

Los Ingenieros Anfibios de la Infantería de Marina, estos hombres eran los encargados de minar zonas que podrían ser usadas para un desembarco enemigo y también prepararon las primeras defensas para contrarrestar un posible ataque.


Foto: En el centro, cabo 1ro Almada, posiciones del BIM5, dias antes de ser herido en la noche del 06 de junio, donde caerían tres integrantes de la Agrupación de Ingenieros Anfibios. Desde la Izquierda el soldado Torales de Formosa (con fusil), el soldado Humberto Molina (con pala).


Compañía de Ingenieros Anfibios

En el año 1982, la Compañía es destacada al Teatro de Operaciones de Malvinas en apoyo a distintas unidades de las Fuerzas Armadas, formando parte de la Agrupación de Ingenieros Malvinas. Allí vive su Bautismo de Fuego al cumplir tareas de instalación de obstáculos minados y trampas explosivas, demoliciones, obstáculos y en la remoción de bombas de distintos tipo, entre ellas, las Beluga, particularmente en la zona de Puerto Argentino e Isla Borbón.

Foto: El Infante Maguna de la Compañía de Ingenieros Anfibios trabajando con la espoleta de una mina antitanque, la espoleta la tiene en la manos y la mina antitanque se encuentra sobre una bolsa de turba frente las rodillas, las maderas eran utilizadas para estacas, de los campos minados y para realizar trampas explosivas,luego cubrian el pozo realizado para la mina con turba o tierra para no dejar rastros.



Foto: El hombre con bigotes en la foto, es el Teniente de Corbeta Omar Héctor Miño lo que lleva en sus manos son los registros de los campos minados ya que era el jefe de la sección de ingenieros que posteriormente en la noche del 14 de junio se constituye como la 5ta sección Nácar del BIM5 que intento infructuosamente reforzar las posiciones de la 4ta sección para atacar al enemigo, durante un contraataque resulta herido Héctor Miño pero aun así rescata a uno de sus soldados que también estaba herido bajo el intenso fuego del enemigo y pudo trasportarlo en el replegué final hacia Puerto Argentino. Esta Acción Heroica le mereció una medalla al Heroico Valor en Combate, es conocido como el “Loco Miño” actualmente es capitán de navío.


Foto: Miembros de la Compañía de Ingenieros Anfibios, entre ellos el héroe CSIM SISTERNA (izquierda), caido el 06-06-82

Durante el conflicto del Atlántico Sur sufrió las bajas del CIIM Jorge Sisterna y los CC62 Víctor Olavarría, Ramón ORDOÑEZ y Vicente DÍAZ. Sus integrantes, luego de ejecutar las tareas específicas de la Compañía se organizaron como una Subunidad de Infantería, combatiendo de este modo hasta el final del conflicto. Uno de sus integrantes, el entonces TCIM Héctor Miño, condujo a su fracción hasta su repliegue definitivo, pese a la herida recibida. Luego del 14 de junio de 1982, la mitad de los cuadros de la Compañía quedaron prisioneros de la "TASK FORCE' (RUGB) para efectuar la remoción y delimitación de los obstáculos minados existentes, regresando al continente el 14 de julio de ese año a bordo del buque "HMS Saint Edmondt". Condecoraciones "Honor al Valor en Combate" por "Operar con gran espíritu de arrojo, valor y sacrificio al ejecutar tareas de construcción de obstáculos, instalación de campos minados y preparación de voladuras, sin consideración de los bombardeos enemigos aéreos y navales.
Posteriormente ante la presión enemiga e imposibilidad de continuar con su tarea específica, reorganizarse y combatir con valor y eficacia como infantería". Su Bandera de Guerra fue condecorada en el año 1985 por el Gobierno y el Pueblo de la Provincia de Santa Fe por "HABER COMBATIDO EN EL ATLÁNTICO SUR".

Minado en Sapper Hill

En Sapper Hill la Compañía de Ingenieros Anfibios realizo el trabajo de minado a cargo del TCIM Hector Miño un trabajo bastante eficaz y completo desde todos los puntos de instalación de Campos Minados. La Compañía de Ingenieros Anfibios tuvo como Jefe en Malvinas al CCIM Menghini Luis Aristides, el TCIM Miño Hector es el Jefe de la 1ra seccion de Ingenieros que realiza estos trabajos, que fue agregada al BIM 5 a partir del 25 de abril, estos trabajos se realizaron entre el 3 y 18 de mayo en la ladera sureste de Sapper Hill y sobre la ruta que va desde Puerto Argentino a Fitz Roy se colocaron Alambradas Valla Doble de 500 metros de ancho por 3 metros de profundidad, se colocaron 250 trampas explosivas con mecha rapida y tirafrictor en los postes de las alambradas vallas de 800 metros de ancho por 3 de profundidad , se colocaron 1500 minas AP y AT en 32 paneles de 3 lineas intercaladas.
Estos campos minados lograron detener el avance de las tropas de Guardias Galeses. Luego de la rendición, la Compañía de Ingenieros Anfibios como un gesto de caballerosidad entrego los mapas a los británicos y confecciono los registros de los mismos, para su desminado. Los cuadros de esta compañía son regresados al continente el 14 de julio a bordo del HMS Saint Dumond, luego de entregar los registros y mostrar las áreas minadas por la IM.


Foto: Miembros de la Compañía de Ingenieros Anfibios en Malvinas, desde la Izquierda Vega, Maguna, Robles, Almada.


Foto: El Cabo 1ro Almada al centro junto al grupo en las pasiciones del BIM5

Ingenieros del Ejército Argentino y de la Infanteria de Marina



Foto: Compañia de Ingenieros Anfibios de la Infanteria de Marina argentina llega a las Islas Malvinas.

Compañias de ingenieros del EA y el IM que participaron en el minado defensivo de las posiciones en Malvinas
  • Compañía de Ingenieros Anfibios
  • Compañía de Ingenieros 3
  • Compañía de Ingenieros 9
  • Compañía de Ingenieros 10
  • Compañía de Ingenieros 601

Foto: Compañia de Ingenieros Anfibios IM.Guerra de Malvinas.

La Compañía de Ingenieros 601 del Ejército trabajo junto con la Compañía de Ingenieros de la Infantería de Marina. Incluso las primeras minas terrestres colocadas, pertenecieron al ARA.
Luego fueron enviados a colocar obstáculos al Sur de Puerto Argentino, donde se encontraba el RI 3, para no permitir un desembarco enemigo. Con las órdenes recibidas del entonces Teniente Coronel Daniel Ubaldo Comini, instalaron unos cientos de minas. El Coronel (R) Roberto Francisco Eito, resalta acerca de la instalación de minas en la noche:

Palabras del entonces Teniente Primero Roberto Francisco Eito Compañía de Ingenieros 601

"Hubo que superar con voluntad las limitaciones de luz, es muy riesgoso instalar sin ver. Desde el primer al último día los soldados cumplieron." También, tuvo que acompañar a comandos en una misión, ya que debían pasar por un campo donde habían cumplido misiones de minado. Respecto a los soldados relata: "Al primer día les enseñamos a colocar minas, el segundo día lo hacían perfectamente solos." con respecto a los ingenieros; “Siempre tratamos de hacer más de lo que se podía. Cumplimos con el lema de Ingenieros, que es ¡Siempre adelante!”.”


Foto: Compañia de Ingenieros 9 de Sarmiento (Chubut). en la Isla Gran Malvina.


Foto: Miembros de la Compañia de Ingenieros 3 realizando tareas de minado defensivo. Guerra de Malvinas.



Foto: Miembros de la Compañia de Ingenieros 9, Hombres de la foto: Carrara, Frontino y Patirro. Guerra de Malvinas 1982.

Ingenieros del Ca Ing 9 en Malvinas.

Palabra del VGM Martín Jaureguiberry
La Compañía de Ingenieros 9 tenía sus cuarteles en Sarmiento (Chubut), una subunidad independiente, que participó de la operación Rosario; el 2 de abril estuvo en Puerto Argentino. A partir del 5 de abril fuimos los primeros en desembarcar en la Isla Gran Malvina. Esta foto es de una sección marchando a realizar tareas de preparación de la posición en Bahía Fox Este donde estuvimos hasta el 18 de Junio. En el galpón que está abierto funcionó la cocina durante toda la recuperación. Cada sección tenía asignada una de las casas que se ven, cuando comenzaron los ataques un grupo de cada sección permanecía durante el día en ellas para hacer actividades de mantenimiento del equipo, higiene, descansar y mantener alta la moral. Esto fue fundamental para que regresaran todos sanos física y mentalmente. Hoy somos un grupo de amigos cuya amistad se formó en los pozos de zorro y se consolidó durante 30 años.


Foto: Miembros del Ca Ing 9 en Malvinas, durante la jura a la Bandera.

Foto: Ingenieros del CA ING 9 jurando a la bandera.26 de Abril de 1982

Miembros de la Compañia de Ingenieros 601 en sus posiciones de combate.
Foto: Desde la Izquierda: el ñato Forti, el Macho Guimera, Parra, Montanari, Juan Bustos, Jose Villaverde y el vasco Archuvi.

Palabras del VGM Carlos Orsini que pertenecio a la Compañía de Ingenieros de Combate 601

“Yo pertenecía a la Tercera Sección de la Compañía. Plantábamos minas antitanque, antipersonales y construíamos puentes. Nos desplegamos en Monte Longdon, Monte Kent, Tumbledown, etc. Todos lugares cercanos a la costa, porque por allí se podían esperar desembarcos enemigos y asimismo dábamos apoyo a distintos regimientos del Ejército. Nuestro jefe era el entonces Teniente Primero Roberto Eito. Los bombardeos más serios los soportamos del 12 al 14 de junio. Allí perdimos al soldado Daniel Ugalde. Recuerdo que cierta vez, en el Cerro Dos Hermanas, mientras transportábamos cajones con minas antipersonales, apareció imprevistamente un Sea Harrier que ‘se plantó’ en el aire, giró en círculos y luego atacó, ametrallando en donde estábamos. Nos salvamos por poco. Hizo una pasada y se fue…”.


Foto: Compañia de Ingenieros 601 en Malvinas.


La Compañía de Ingenieros 10 del Ejército Argentino también participó en el minado defensivo de las Islas


Foto: Miembros de la Compañia de Ingenieros 10 durante los trabajos de minado defensivo. Guerra de Malvinas .

Palabras del Jefe de Compañia de Ingenieros 10

Llegamos aproximadamente a las 2 de la mañana del 14 de abril en medio de una fuerte tormenta, pero con una emoción y un sentimiento de amor a la Patria que francamente es muy difícil explicar. Pisar ese suelo argentino del cual tanto habíamos escuchado durante todas nuestras vidas de escolares fue algo realmente único. A partir del día siguiente comenzamos con el reconocimiento del terreno y de los talleres de la Malvinas Island Company (FAC) para ver si encontrábamos algún tipo de material que nos pudiera ser de utilidad.
Se formó una agrupación integrada por la Compañía de Ingenieros Anfibios de Infantería de Marina, la Compañía de Ingenieros 601, creada con elementos de la Escuela de Ingenieros y la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10. En la otra isla, la Gran Malvina, se encontraba la Compañía de Ingenieros 9 y posteriormente llegaron a las islas algunos elementos de la Compañía de Ingenieros 3.
Dos secciones de la Ca Ing 10 fueron destinadas como apoyo al Regimiento de Infantería Mecanizado 7 “Cnl Conde”, que se encontraba en los montes Longdon y Wireless Ridge. De inmediato se ocuparon de instalar campos minados defensivos en toda la zona que ocupaba el Regimiento (aproximadamente 12.000 minas), una vez finalizadas las tareas propias del arma de ingenieros las dos secciones quedaron como reserva de esta unidad.



Foto: Ingenieros del Ejército argentino junto a materiales para el minado defensivo de las posiciones .

Lema del zapador argentino.

" ADELANTE ZAPADORES, ADELANTE CON VALOR, A LUCHAR COMO CAMPEONES, A MORIR COMO LEONES, ZAPA ZAPA ZAPADOR "

Taringa