domingo, 23 de junio de 2013

FAA: Un día de la Patria pleno de ataques aéreos

Los ataque aéreos argentinos del 25 de Mayo de 1982 

El parte meteorológico 
Sin fenómenos significativos en Santa Cruz y Chubut: cielo claro a poco nuboso. Vientos moderados del oeste. En Tierra del Fuego, una vaguada de superficie, débil, producía cielos cubiertos con nubosidad media y precipitaciones dispersas. Buena visibilidad y techos superiores a 600 metros. Vientos moderados del sector noroeste. 

En Malvinas, una cuña de alta presión ocasionaba bancos de estrato cúmulus entre 300/600 metros. Visibilidad buena, reducida en las primeras horas por neblinas de dos a tres kilómetros, mejorando rápidamente hacia el mediodía. Vientos moderados del sudoeste. Sin precipitaciones. 

Las intenciones de la Fuerza Aérea Sur 
El día de la Patria, encontró a la FAS en plena acción. Sus principales objetivos seguían siendo las naves enemigas en la zona del estrecho y bahía San Carlos. 

Primeros ataques 
Dado que en días anteriores se había observado que las primeras escuadrillas en atacar no encontraban oposición de PAC enemigas, se decidió lanzar al alba (en vuelo nocturno) la primera, con el sistema A-4 Skyhawk y sin oficial de control aéreo táctico, a fin de que ese avión, en vuelo alto, no alertara al enemigo de la aproximación del ataque. Así salieron: 


  • 07:28 hs desde Río Gallegos despegó el reabastecedor Hercules KC-130, indicativo "París". 
  • Cuatro A-4B Skyhawk, indicativo "Marte", armados con una bomba MK-17 de 1.000 lbs. Tripulación: Capitán. Hugo Palaver (C-244), Ten Daniel Gálvez (C-250), Ten Vicente Autiero (C-221), Alf Hugo Gómez (C-209). Despegaron de GAL a las 08:00. La segunda sección regresó a los 25 minutos, Autiero y Gómez, por falla del Nº 3; el 4 lo siguió pues no tenía la sección guía a la vista (nocturno), siguieron Palaver y Gálvez. Reabastecieron del "París" y en Puerto Pacheco, con dirección al blanco, rumbo sur, se internaron con bruma y visibilidad 0. Regresaron a punto inicial, eran las 09:10 hs, pasaron por Roca Negra, giraron a la derecha y pusieron rumbo al blanco nuevamente. 
Recorrieron el brazo San Carlos. Divisaron un buque blanco. Al ver una cruz roja pintada en su casco, suspendieron el ataque. Era el Uganda. No observaron otros buques, ni recibieron fuego de artillería antiaérea. Giraron a la derecha en Laguna Paloma. Con el OMEGA indicando blanco a 15 MN derecha, siguieron y observaron lo que creyeron era puerto San Carlos. Iban con rumbo sur y al levantar en el puerto, el 2 informó que era Darwin. De inmediato, giraron a la derecha para alejarse. 
Vieron un buque verde y casco negro. Recibieron fuego de la artillería antiaérea propia en Darwin. Realizaron un reempleo creyendo que estaban en Puerto San Carlos y entraron al blanco sin percatarse que era realmente Darwin, como había apreciado el numeral. El Nº 1, Palaver, tiró al buque bombas y cañones y el Nº 2, Gálvez, a un grupo de casas. Salieron sobre el estrecho y en la posición Elefante Marino, nivel de vuelo 50. El Nº 1 informó que su indicador de combustible marcaba 0. Había sido alcanzado en la parte inferior de su avión, de acuerdo con lo que vio su numeral, estaban en 51º 25' S / 59º 30' O. 

Instantes después, aparentemente alcanzado por un misil Sea Dart lanzado desde el destructor HMS Coventry, que se encontraba al norte de la isla Borbón, el averiado avión del Capitán Hugo Palaver fue derribado sin que su piloto lograra eyectarse. El Ten Gálvez arribó a Río Gallegos a las 11:00 hs. 


  • Cuatro M-5 Dagger, indicativos "Rango" y "Bingo". Tripulación "Rango": Capitán. Carlos Rohde (C-418), Capitán. Roberto Jannet (C-431). Tripulación "Bingo": Capitán. Amílcar Cimatti (C-436), Capitán Carlos Moreno (C-435). Misión: Búsqueda de un radar inglés en las islas de Beaucheme. Despegaron, por secciones, de Río Grande a las 10:00 y 10:20 respectivamente. Cada sección debía ser guiada por un Lear Jet LR-35A. 
  • El Lear matrícula T-23, que despegó de Río Grande a las 10:15, tripulado por los capitanes Nicolás Benza y Jacinto Despierre y el Cabo 1º Juan Mothe como mecánico; guió hasta cien millas de las islas Beaucheme a la sección del Capitán Jannet. Regresó a Río Grande a las 12:05. 
El vuelo de ambas secciones de M-5 comenzó en condiciones por instrumentos, pero en el objetivo estaba claro ilimitado. A la vista de las islas, la sección “Rango” exploró la zona asignada, sin observar instalaciones de radar ni buques, por lo que regresó, en vuelo rasante, arribando a Río Grande a las 12:00. La sección "Bingo" realizó navegación sin acompañamiento del Lear, por fallas. Una vez que visualizaron las islas, el Capitán Cimatti ordenó acelerar a 500 nudos. Ordenó tirar con cañones sobre la Punta Belgrano sin observar tiro de artillería; salieron patrullando bahía San Felipe e isla de los Pájaros. Regresaron a Río Grande a las 12:20. 


  • HS-125, matrícula LV-ALW. Indicativo: "Rayo", en tareas de OCAT (Vicecomodoro Torres y Mayor Medina). Tripulación: Teniente Poggi, Alférez Mariani, SP Acosta, en 52º 00' S / 64º 30' O. Despegó de Comodoro Rivadavia a las 10:22. Arribó a las 14:55. 
Ataques a objetivos navales 
Son atacados y averiados, en la Bahía de San Carlos, la fragata misilística F-21 Avenger de 3.250 ton y el buque de asalto anfibio HMS Fearless de 12.120 ton. 

Ataques a la HMS Avenger y el HMS Fearless 

  • Cuatro A-4C Skyhawk, indicativo "Toro", armados con bombas retardadas por paracaídas. Tripulación: Capitán Jorge García (C-304), Ten Ricardo Lucero (C-319), Ten Daniel Paredi (C-312), Alférez Gerardo Isaac (C-302). Despegaron de San Julián a las 11:30hs. Reabastecieron en el "París" y al llegar a la isla Gran Malvina, la cruzaron en vuelo rasante. Ingresaron al estrecho y, al llegar a la bahía de San Carlos (12:25 hs), atacaron a los buques allí reunidos. 

Recibieron fuerte fuego antiaéreo. El teniente Lucero fue derribado por un misil Rapier, lanzado desde tierra. Se eyectó y fue rescatado por el HMS Fearless, el mismo buque que había atacado. Los tres restantes atacaron un buque, probablemente la fragata clase 21 HMS Avenger. 

A la salida, individual, bajo fuego antiaéreo, el capitán Jorge García, informó que tenía problemas hidráulicos. Cuando iba en ascenso, debido a sus averías fue derribado por un misil Sea Dart del HMS Coventry, sin eyección. 

Los Nº 3 y 4 siguieron en alejamiento. El Nº 4 notó un importante descenso en su indicador de combustible, razón por la cual eyectaron cargas y pidieron reabastecimiento. Ascendieron y acoplaron en el Hercules KC-130, indicativo "Berlín", que había despegado de Río Gallegos a las 07:28. Arribaron a San Julián a las 14:30 hs. 

Hundimiento del HMS Coventry 
Son atacados y averiados, al norte de la isla Borbón, la fragata misilística F-21 Broadsword de 4.000 ton y el destructor D-42 Coventry de 4.100 ton (hundido). 

Ataques a la HMS Broadsword y el HMS Coventry 

  • Lear Jet LR-35A, indicativo "Ranquel". Despegó de Comodoro Rivadavia a las 13:45. Misión: retransmisor. Tripulación: Tenientes Emil Williams y Gustavo Cercedo, Cabo 1º Dardo Rocha. Regresó a Comodoro Rivadavia a las 16:55 hs, por Malvinas. Debía encontrarse en el punto este (51º 30' S / 64º 00' O), a nivel de vuelo 350 para apoyar a las escuadrillas: 
  • Tres A-4B Skyhawk, indicativo "Vulcano", armados con una bomba MK-17. Tripulación: Capitán Marcos Carballo (C-225), Teniente Carlos Rinke (C-214), Alférez Leonardo Carmona. Despegaron de Río Gallegos a las 14:00 hs. Arribaron a las 17:00 hs. 




  • Tres A-4B Skyhawk, indicativo "Zeus". Tripulación: Primer teniente Mariano Velasco (C-212), Alférez Jorge Barrionuevo (C-207), Teniente Carlos Osses (C-204). Despegaron de Río Gallegos a las 14:00 hs. Arribaron a Río Gallegos a las 17:00 hs. 
En ambas escuadrillas fallaron los Nros. 3 (en la "Vulcano" el Alférez Carmona, no decoló por inconvenientes técnicos y, en la "Zeus", el Teniente Ossés se volvió después de 240 MN por problemas en su transmisor de VHF; arribó a GAL a las 16:00 hs). 




 
Hundimiento del HMS Coventry 

Las secciones llegaron al norte de la isla Borbón con 2/3 minutos de intervalo e hicieron el reabastecimiento en vuelo. 

A las 15:20 hs, la sección "Vulcano" (Carballo - Rinke), atacó la fragata 22 HMS Broadsword que repelió el ataque con misiles, granadas de fragmentación y cañones. Los argentinos lograron arrojar sus bombas de 1.000 lbs sin apreciar los resultados. 

La sección "Zeus" comprobó que de la popa de la HMS Broadsword salía un intenso humo negro. De acuerdo con informes ingleses, fue dañado el sistema de dirección y propulsión. El Capitán Carballo regresó con tanque derecho de combustible perforado por una esquirla. 



La versión inglesa 

Después llegó la sección "Zeus" que enfiló directamente al HMS Coventry. Este, que navegaba paralelo a la fragata, viró y enfrentó la dirección del ataque, lanzando misiles y fuego de artillería antiaérea. El primer teniente Velasco y el Alférez Barrionuevo se aproximaron cañonearon y lanzaron sus bombas, el guía en proa, el Nº 2 confirmó tres impactos, evadieron y regresaron a Río Gallegos a las 16:21 hs. 

  
Secuencia fotográfica del ataque a la HMS Coventry obtenida por el Lt Bell Davis 
 
Tareas de rescate de sobrevivientes de la HMS Coventry 

Hundimiento del Atlantic Conveyor 
Es atacado y hundido, al norte de la isla Soledad, el portacontenedor Atlantic Conveyor de 14.950 ton. 

 
Atlantic Conveyor antes del hundimiento 


  • Dos Super Etendard, indicativo "Mina", armados con dos AIM 39 Exocet. Despegaron de Río Grande a las 14:34 hs con rumbo noreste. Tripulación: CC Curilovic y TF Barraza de la aviación naval. Reabastecieron del KC-130 "Berlín" a las 15:45 hs en el puesto de reabastecimiento aéreo y se lanzaron con rumbo este hasta alcanzar el punto en que debían iniciar el vuelo rasante. Al enganchar el blanco dispararon ambos Exocet (16:20 hs). Regresaron a su base luego de realizar un nuevo reabastecimiento a las 16:50. 
En el puente del HMS Hermes, Graene Hammond, asesor de prensa del almirante, presenció la acción: 

En síntesis, la sección "Mina", en una operación impecable, había herido mortalmente a un valioso portacontenedor, no sólo por su porte, sino, fundamentalmente, por su carga, helicópteros Chinook, pista de aluminio, carpas, etc. 

  
 
Atlantic Conveyor luego del ataque 
 
Principales ataques del día 25 de mayo 

Otros acontecimientos 
A las 14:50 hs, la Armada Argentina solicitó a la FAS atacar a un petrolero y a un submarino, aparentemente ingleses ubicados a los 50º 57' S de latitud y 56º 57' O de longitud. El Capitán de Fragata Pirra, enlace de la Armada en la FAS, pidió confirmación al Comando de Operaciones del Atlántico Sur. Éste le ratificó que no era propio. 

A las 15:15 hs, la FAS envió un Mirage III, indicativo "Patria" a reconocer y atacar el presunto barco y submarino inglés. El Capitán Guillermo Ballesteros despegó de Río Gallegos a las 14:47 hs. Antes de atacar, hizo un pasaje y observó que el petrolero se llamaba Santa Cruz. Informó a Río Gallegos y éste a la FAS, quien ya había enviado al ataque a seis IA-58 Pucará. La FAS preguntó nuevamente al enlace de ARA, y más tarde corroboraron que verdaderamente era el Santa Cruz, reabasteciendo a un submarino argentino. Los Pucará fueron detenidos próximos al despegue. 

Balance del día 

  • 9 salidas de A-4B; un avión derribado, piloto fallecido. 
  • 7 salidas de M-5; tres aviones regresan por orden superior. 
  • 4 salidas de A-4C; dos aviones derribados; un piloto fallecido, otro prisionero. 
  • 1 salida de M-III. 
  • 22 salidas de exploración y reconocimiento, diversión y retransmisor. Un avión regresar por inconvenientes técnicos. 
  • 1 salida para puente aéreo con C-130. 
  • 3 salidas de reabastecimiento con KC-130. 
Bajas enemigas 

  • Destructor HMS Coventry. Hundido. 19 tripulantes desaparecidos. 
  • Portacontenedores STUFT Atlantic Conveyor, incendiado (posteriormente se hundió) por un ataque de la aviación naval con apoyo de los KC-130 de la FAA. 
  • Fragata HMS Broadsword. Averiada. 
  • Dos naves no identificadas (una probablemente HMS Avenger y otra HMS Fearless). 
  • Tres Harrier GR.3 RAF derribados. 
  • Un helicóptero Lynx (en la HMS Broadsword), destruido. 
En este día ofrendaron su vida al servicio de la patria 


  • Capitán D. Hugo Angel del Valle Palaver 
  • Capitán D. Jorge Osvaldo García 

Fuerza Aérea Argentina

sábado, 15 de junio de 2013

El cuchillo de Corbera

Una historia de Malvinas - Cuchillos de Paracaidista Fabricaciones Militares
Aprovecho este post para mostrar estos ejemplares de cuchillos de paracaidista de Fabricaciones Militares de Argentina y publicar una historia de la guerra que involucra a uno de estos cuchillos.
El ejemplar de arriba, obsequio de mi amigo Sandro Garofalo, a quien agradezco de corazón por su desprendimiento, se encuentra con algunas modificaciones en la vaina, por un lado se le cambió el color de marrón a negro, se colocó una presilla de tela con doble broche y la empuñadura no cuenta con los apoyadedos, los cuales fueron sustituidos por una cuerda.
El de abajo tiene la particularidad de que es un ejemplar sin uso, todavía mantiene el barniz protector contra el óxido en su hoja.


La historia del combatiente que perdió un puñal en Malvinas y “lo encontró” 27 años después.
La Guerra de las Islas Malvinas tiene aún cientos de historias, anécdotas y momentos tristes y otros no tanto, para recordar y contar. Tal es el caso, de lo que le sucedió al ex combatiente Guillermo Enrique Corbella, quien hoy desempeña sus labores en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad y que 27 años más tarde de vivir aquella batalla cruel y desigual, tuvo una grata sorpresa, aunque aún con futuro incierto que decidió contársela a El Cordillerano. 
Corbella tiene en su mente cada momento de su infeliz estadía en las Islas Malvinas por 74 días. Pero lo que lo convierte en noticia, es uno de sus últimos días en aquellas conflictivas tierras, que siempre seguirá sintiendo como propias. Puntualmente, se retrotrae al momento de la rendición llevada a cabo el 14 de junio de 1982, cuando él en su rango de subteniente (con 46 soldados a su cargo), formó la fila junto a sus compañeros de guerra y los ingleses procedieron a desarmarlos, con la excepción de no desproveerlos a cada uno de su pistola y su sable bayoneta.
Corbella no poseía un sable, pero sí un pequeño puñal que había obtenido en enero de 1981 cuando realizó el curso de paracaidista en el Colegio Militar de la Nación y le fue entregado en la ceremonia antes de dar el primer salto al aire.
En el momento de la entrega de armas, aparece a sus espaldas un soldado inglés que visualiza la punta del cuchillo por debajo de la campera y le corta los cordines que lo sostenían a su cintura. “Que lindo, me lo llevo”, le dijo el soldado europeo en su idioma. 
De ahí en más Corbella dio por perdido su tan preciado obsequio.


Cadena de favores
Sin embargo, recibió un llamado de otro veterano de guerra, quien le comentó que el escritor argentino Abel Doménech necesitaba contactarse con él.
Doménech es el autor de un libro denominado “El cuchillo táctico” que data de 1996, texto que leyó un comisario en Córdoba y le pareció curiosa la inscripción que llevaba la guarda de uno de los puñales publicados por Doménech de marca Erizo.
La leyenda del cuchillo dice "El CMN al Cad GE Corbella" y su significado es el siguiente: "El Colegio Militar de la Nación al Cadete Guillermo Enrique Corbella", inscripción que llevaba desde que le fuera otorgado al protagonista de esta historia.
El comisario, Mario Nieto, se contactó con el Departamento de Veteranos de Guerra, consiguió todos los datos viejos y actuales de Corbella y se los pasó a Doménech.
El escritor llamó a la casa del hoy ciudadano barilochense y le dijo la cadena de circunstancias que lo motivaron a llamarlo por teléfono.
Doménech le comentó a Guillermo que la imagen que publicó en su libro, la tomó de otro texto de un colega inglés denominado Ron Flook, le llamó la atención y por eso decidió incluirlo. “Yo ya formo parte de esta historia, por lo que me gustaría recuperar tu puñal y entregártelo en Las Malvinas”, le dijo el literato, quien de inmediato se puso en contacto con Flook vía correo electrónico y éste le respondió que el cuchillo era de un amigo, pero que ese supuesto amigo no estaba dispuesto a venderlo.
“¿Venderlo?, me lo tiene que devolver, pensé yo”, cuenta Guillermo Corbella. Doménech le ofreció a su par inglés otro cuchillo de su colección, uno marca Randall, o cualquier elemento de su frondosa colección.
Flook ratificó sus intenciones de no venderlo. En realidad, son las supuestas intenciones de su amigo. Sí contó que ese amigo lo había obtenido en una subasta, luego de que lo utilizara un oficial de la marina inglesa. Pero de devolverlo, ni noticias.
“No sé si voy a poder volver a tener mi puñal, pero lo que sí es cierto que esto me incentivó a seguir investigando y para ponerme en contacto con gente que vivió las cosas que yo viví”, cuenta Corbella, tras haber hallado a la distancia aquel viejo cuchillo que obtuvo en 1981 y que “perdió” un año después.
“Me encantaría poder hablar con el oficial que me lo sacó, pero no para confrontar sino para intercambiar experiencias, charlar de la guerra y de cómo él la vivió. Aunque desde ya que recuperar el puñal coronaría esta historia que aún a mi me sorprende. Es muy reciente lo que pasó y sucedió en muy pocos días”, sostiene Guillermo, con la ilusión de algún día volar hasta Gran Bretaña y por qué no, por lo menos, volver a ver su tan preciado cuchillo. 

Ejemplo de “esfuerzo y abnegación”
Guillermo Corbella egresó del Colegio Militar Nacional con la Promoción 112, con el orden de mérito 152. Ingresó el 15 de febrero de 1978 y egresó el 28 de noviembre de 1981. Es del Arma de Infantería y nació en Entre Ríos el 9 de diciembre de 1959. Fue subteniente y en Malvinas estuvo en el Regimiento de Infantería 6 "General Viamonte".
Corbella estuvo al mando de la Compañía "B", nombrada "Peribebuy" en honor a las tropas argentinas que combatieron contra tropas paraguayas, había estado desplegada en el Monte Tumbledown, en apoyo al Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5). Ese Regimiento había desplegado sus compañías en la zona de Puerto Argentino. 
Corbella egresó como subteniente de infantería el 28 de noviembre de 1981, es decir que para la época de la guerra, era un joven subteniente de tan sólo veintidós años. Hizo el curso de paracaidista siendo todavía cadete. Esto explica por qué el CMN le entregó un cuchillo, precisamente de paracaidista. 
Corbella fue condecorado con la medalla "Al esfuerzo y la abnegación",y entre los considerandos del otorgamiento de la medalla, se menciona: "Lograr con su decidida acción de mando mantenerse en la posición pese al intenso fuego enemigo, lo que impidió que este desbordara por el flanco a los efectivos del RI 4 que ocupaban la Cresta militar". 



Muy cerca de la muerte
Corbella vivió la guerra muy de cerca. La Compañía que integró estaba en uno de los dos frentes de ataque de la Armada inglesa. “Los ataques eran de noche y éramos entre 800 y 1000 argentinos contra más de 3000 soldado ingleses”, relata.
Guillermo vio como 12 soldados de su regimiento dejaron la vida en aquellas lejanas y frías islas. “Además hubo muchísimos heridos, muchísimos”, recuerda. “Estoy vivo porque tuve un grupo de soldados brillante y porque uno en la guerra o en situaciones extremas como las que vivimos hace cosas por instinto, costumbre o necesidad”, señala.
Cuenta que de tanto escucharlos venir, junto a sus compañeros ya sabían donde caerían los misiles. “Por el silbidos decíamos ese cae allá, ese va sobre el regimiento o cual, ese va más adelante y de repente dijimos, corramos que ese cae acá” y pudieron protegerse de un bombardeo y sus “astillas” por saltar a tiempo.
A Corbella le tocó replegarse varias veces hasta terminar en Puerto Argentino y vivió muy de cerca la muerte. “Hoy estoy acá porque una mano me sacó vivo de ahí y me dijo que ese no era mi momento de morir”, expresó tristemente.

Baco Tacticos Cuchillos


martes, 11 de junio de 2013

10 de Junio: Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas


10 de junio - Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Sandwich y del Atlántico Sur. 
(Billete argentino 1829)

domingo, 9 de junio de 2013

Conscriptos: Su desempeño en combate (3/3)

La reevaluación del desempeño de combate de los reclutas
Los soldados conscriptos durante la Guerra de las Malvinas (1982)

Parte 3Parte 2 - Parte 1
Por Alejandro L. Corbacho 
Departamento de Ciencias Políticas 
Universidad del CEMA, Buenos Aires, Argentina 

Conscriptos navales contra Guardias 

Monte Tumbledown: Preparación para la batalla 
El 8 de abril, el comandante del Batallón de Infantería de Marina 5, el comandante Carlos Robacio, recibió órdenes de ir a las islas Malvinas. Hasta el 12 de abril, el personal y el equipo llegaron a Puerto Argentino. Una vez que la unidad estaba totalmente en su lugar, el alto mando ordenó a sus miembros preparar posiciones defensivas alrededor de la capital. Más precisamente, el Batallón de Infantería de Marina 5 fue el responsable de Monte Tumbledown, monte William, y la colina Sapper. El batallón tuvo que cubrir un perímetro de 16 kilómetros. Para lograr esto, el batallón tenía una fuerza total de 703 hombres. Todos reclutas, los infantes de marina de la clase 1962 o más viejos, y ningún nuevo recluta (clase de 1963) fue enviado a las islas. El batallón estaba lejos de ser completa, ya que sólo las compañías de fusileros, la unidad de cuartel general, y unidades logísticas pocos entraron en las islas. Más tarde, otras unidades de la Marina reforzaron el batallón, incluyendo un grupo de ametralladoras pesadas (unos 29 hombres, con una ametralladora de calibre 0.5), la primera sección de la Marina de Ingenieros Anfibios (20 hombres), y la Batería B del Batallón de Artillería de Infantería de Marina con seis cañones de 105 mm. (96)
Monte Tumbledown
Originalmente, el grupo de ametralladoras pertenecía a una compañía de ametralladoras de infantes de marina apresuradamente enviada desde Puerto Belgrano, la principal base naval argentina. Esta compañía, unas 136 hombres tenían un total de 27 armas de fuego y se dividieron en tres secciones. Cuando la compañía llegó a las islas, sus pelotones fueron dispersados, y el Batallón de Infantería de Marina utiliza sólo uno (97). La compañías de fusileros fueron Compañía M (203 hombres), la Compañía N (200 hombres), y la Compañía O (100 hombres). (98)


En cuanto a lo de defender con más fuerza, el Alto Mando argentino de las Islas Malvinas decidió defender tres zonas "principales": Puerto Argentino (Port Stanley), capital de las islas, Darwin-Goose Green en la Isla Soledad (East Falkland); y, por razones políticas, Fox Bay y Puerto Howard en la Isla Gran Malvina (West Falkland). El Mapa 2 muestra la ubicación de las zonas de defensa clave argentinas en las Islas Malvinas (99). Todas las unidades del Ejército se precipitaron hacia las islas sin su equipo pesado y de apoyo. Por ejemplo, carecían de suficiente cocinas de campo, ropa de invierno, equipos de comunicación, o incluso baterías de repuesto para apoyar adecuadamente a las tropas. 
A diferencia de sus hermanos del Ejército, la Infantería de Marina argentina estaban bien alimentados y tenían buena ropa y equipos de comunicaciones mejorados. También a diferencia de los soldados conscriptos del ejército, los infantes de marina habían recibido una formación de combate nocturno, y, sobre todo porque el batallón se había basado en Tierra del Fuego en el extremo sur de la Patagonia, sus miembros se han adaptado a las condiciones climáticas rigurosas. (100)


Mapa 2
Durante el período comprendido entre su llegada y la lucha, los infantes de marina estaban ocupados preparando sus posiciones, cavando trincheras, limpiando sus equipos, y reconociendo el terreno y la coordinación y organización de apoyo de fuego. (101)
El batallón fue también bien provisto de herramientas de afianzamiento. Debido a su experiencia en Tierra del Fuego, eran muy conscientes de la dureza del suelo de las islas circundantes de Argentina. Por lo tanto, el batallón viajó a las islas siempre con barras de hierro, que fueron muy útiles para la excavación en la roca. (102)


Conscriptos del BIM 5 en Tumbledown
El combate entre las fuerzas argentinas y británicas comenzaron el 1 de mayo con el bombardeo del aeropuerto por un bombardero Vulcan de la RAF. Los británicos se acosó a la guarnición argentina, con continuo bombardeo naval y aéreo, así como a pequeña escala incursiones de comandos. Cada noche, después de 01 de mayo, dos o tres buques británicos bombardearon la costa sur de Puerto Argentino 12 a 15 kilómetros desde el mar. (103)
Después del desembarco británico en San Carlos, el Comando General de alta en las islas reorganizado el perímetro defensivo. Inicialmente, los comandantes habían previsto que la dirección más probable de un ataque a la mar, con el desembarco de tropas británicas en Puerto Argentino o sus alrededores. Pero más tarde, los encargados decidieron defender Puerto Argentino también de un ataque desde el oeste, mientras que el mantenimiento de fuertes defensas costeras al este y al sur de la capital. 
Entre los días 29 de Mayo y 3 de Junio, el Alto Mando establecido el lado oeste del perímetro defensivo a lo largo de los montes que rodean Puerto Argentino. Estas corriendo de norte a sur, y constituyeron inalámbrica Ridge, Longdon, Dos Hermanas (Dos Hermanas), Harriet, Tumbledown, William, y el cerro Sapper. Este nuevo perímetro de 48 kilómetros de largo, y las fuerzas argentinas podrían proteger sólo el 37 por ciento de la misma. Esto significaba que no había suficiente espacio dejado al descubierto que el enemigo pudiera tomar ventaja de las lagunas y huecos y se infiltran en las posiciones argentinas. (104) El Mapa 3 muestra Puerto Argentino, sus alturas circundantes y las posiciones de marina en el Monte Tumbledown. 


Mapa 3
Después de la caída de Goose Green, las tropas británicas se trasladaron -algunos cronistas dicen "saltaron"- al oeste hacia Puerto Argentino (105), y después de 31 de mayo  la artillería de tierra y  naval británica empezó a golpear las posiciones argentinas en las montañas. Hasta el 8 de junio, las acciones de la tierra fueron sólo se escaramuzas intensas entre patrullas. Durante tres días los británicos probaron la defensa argentina y se prepararon para el asalto final. Entonces la batalla por Puerto Argentino comenzó en la noche del 11 de junio 
El plan británico que abarca dos fases, la primera fase es la conquista de la primera línea de montañas. La 3ra Brigada de Comandos entera al mando de Thompson tomarían parte en este ataque. El Tercer Batallón de Paracaidistas atacaría Monte Longdon, el Batallón del 45o Comando se enfrentaría al Monte Dos Hermanas, y del Batallón del 42o Comando se movería en contra Goat Ridge y el monte Harriet. Durante la operación, las fragatas HMS Avenger, HMS Glamorgan y HMS Yarmouth proporcionarían el apoyo de bombardeo naval. 
A eso de las 11:00 pm, hora local, los británicos atacaron de forma simultánea en todo el frente occidental. Los atacantes superaban en número a los defensores de los argentinos por dos a uno (106). Los británicos estaban usando todas sus fuerzas disponibles en el ataque a Puerto Argentino, no había más tropas frescas en la reserva y no había más en curso desde Gran Bretaña. Además, como señala Middlebrook, las tropas británicas estaban cansadas ​​y sufrían, al igual que los argentinos, cada vez más del clima más frío. (107) Las posiciones argentinas frente a los comandos británicos formado parte de la RI 7 en Monte Longdon y parte del RI 4 en la zona de Dos Hermanas, Goat Ridge, y Harriet. En la madrugada del 12 de junio, después de una lucha muy difícil en algunas zonas, las tropas británicas ocuparon el anillo exterior de las colinas que rodean a los defensas de Puerto Argentino. (108)
Después de perder a estas posiciones, los argentinos ajustaron su perímetro defensivo durante el 12 de junio. Una compañía avanzada de RI 3 y las posiciones ocupadas por el monte al noreste de Tumbledown, en colaboración con la Compañía B del RI 6. Al mismo tiempo, la compañía S del BIM 5 ocupó las alturas cerca de Paso de Pony, al sureste de Monte Harriet. (109)
La siguiente fase en el plan británico de ataque fue que el 2do Batallón de Paracaidistas, con el 3er Batallón de Comandos como reserva, atacaría Wireless Ridge, al noroeste de Puerto Argentino. Al mismo tiempo, la 5ª Brigada, formada por el Batallón de la Guardia Escocesa, el Batallón de la Guardia Galesa y el Batallón de Gurkha atacaría Tumbledown (229 metros de altura), William (213 metros de altura) y Sapper Hill (138 metros de altura), respectivamente. El ataque, que se había previsto para la tarde del día 12, se aplazó hasta la tarde del día 13. Para que el ataque a los británicos trajeron municiones y suministros durante todo el día (110), y allí se enfrentaron a los argentinos responsables de la defensa del monte Tumbledown, William, y el monte Sapper Hill en el oeste y sureste de Puerto Argentino: el BIM 5. Los líderes del estado mayor argentino en Malvinas decidieron adjuntar a la Compañía C de infantes de marina al RI 3 en el sur, así como de la Compañía B del RI 6 y la Compañía A del RI 3 en el norte. A las 10:15 pm, después de un pesado bombardeo de preparación, los británicos comenzaron el ataque contra dos compañías del Batallón de Infantería de Marina 5: la Compañía N en Tumbledown y la Compañía O al suroeste de Mount William. Los atacantes eran del 2º Batallón de la Guardia Escocesa. Si se capturaba la posición de forma rápida, los Gurkhas iban a pasar encima de la posición y el asaltarían una posición más pequeña adelante en el Monte William (111). Ver en el mapa 3. 
Conscriptos de la IMARA en Tumbledown, el de la derecha armado con un metralleta Halcón 

Suponiendo que los ingleses tomarían una posición en un tiempo y luego la consolidarían, los infantes de marina intentaron, como era su estrategia básica, mantener sus posiciones hasta el amanecer. Se esperaba que los británicos se retirarían si no lograban capturar a estas posiciones. (112)

La primera acción fue un ataque de distracción llevada a cabo por una treintena de Guardias de la Compañía del Cuartel General, apoyados por cuatro tanques ligeros. Esta fue primera operación de tanques en las Islas Malvinas. El ataque tuvo como objetivo atraer a las fuerzas argentinas hacia el Monte William, y la columna británica se enfrentaron a los elementos más meridionales de la compañía O del 5to Batallón de infantes de marina, que había sido enviado hacia adelante cerca de Pony Pass. (113) Los británicos avanzaron, mientras que todavía había algo de luz, por lo que los argentinos pudieron identificar claramente la fuerza de ataque y su composición. (114) De acuerdo con la compañía oficial al mando S, los británicos no tenían conocimiento de la presencia de la fuerza argentina. El oficial argentino a cargo fijó la posición de los atacantes y dirigió el fuego de artillería, que cayeron sobre los escoceses. (115)

Este intercambio inicial terminó favorable para los argentinos, ya que los Guardias retrocedieron, creyendo que había llevado a cabo con éxito el ataque de distracción. Sin embargo, no se disponía de reservas argentinas para trasladarse a ese sector (116), y los británicos no habían detectado aún la presencia de la Compañía O (117). Más tarde, esta compañía enfrentó a la Guardia Galesa, que avanzaban con el fin de pasar el Monte William y atacar Sapper Hill. Después de que los hombres de la compañía O habían causado algunas bajas y retrasaran en el avance a los atacantes, el cuartel general del batallón ordenó dar marcha atrás a la unidad de Sapper Hill (118). Se retiraron, luchando hasta el final. Finalmente, a eso de las 1:30 am el 14 de junio, la compañía reforzó el perímetro defensivo de la Compañía C del RI 3. (119)


Foto: Oscar Teves
A continuación, los británicos dirigieron su esfuerzo principal a Tumbledown. El plan de la Guardia Escocesa para el ataque principal fue hacer frente a la cresta larga y delgada del Tumbledown en tres fases, el trabajo de oeste a este, con cada una de las 3 compañías de rifleros del batallón capturando un tercio del objetivo cada uno. (120) La Compañía G de la Guardia Escocesa atacaría el primer tercio, la Compañía en el flanco izquierdo capturaría el tercio central, y la Compañía de flanco derecho captaría el último tercio. 


Gurkhas en Thumbledown
Frente a la Guardia Escocesa, los defensores de Tumbledown era la Compañía N del BIM 5. Esta compañía colocó sus pelotones de la siguiente manera: el 1er Pelotón, en el lado sur del Monte William, protegiendo la carretera de Fitz Roy a Puerto Argentino, el 2do pelotón, en el lado oeste del Monte William en dirección a Dos Hermanas, el 3er Pelotón, en el lado norte de Tumbledown en la dirección de Moody Valley, el 4to pelotón situado en el sureste de Monte Tumbledown hacia el Monte Harriet y, por último, el 5to pelotón, que consistía de los Ingenieros Anfibios, estaba colocado en el punto más alto de la parte occidental de Tumbledown hacia el oeste-noreste de Monte. La compañía fue apoyada por seis morteros de 81 mm, seis morteros de 106 mm, la batería de obuses de la Armada y los grupos 3 y 4 de artillería del Ejército. (121)

La Compañía G (Batallón de Guardias Escoceses) se acercó en silencio hasta el final occidental de Tumbledown y ocupó la posición sin dificultad, porque no había tropas argentinas allí estacionados (122). A continuación, la Compañía en el flanco izquierdo pasó a través de la Compañía G para acercarse a las alturas principales de Tumbledown y, en esta ocasión, sus hombres se encontraron con un fuego feroz (123). Los argentinos para detener a los británicos, casi todos de la Compañía N se concentraron en el extremo oriental de la pendiente, desplegados para dominar la tierra abierta hacia el norte y el sur (124). Esto dejo sólo al 4to pelotón, dirigido por el segundo teniente Carlos Vázquez, para recibir el ataque de los Guardias escoceses. Por otra parte, este no era ni siquiera un pelotón regular, ya que se había formado a partir de infantes de marina reunidos de otras tareas. El pelotón estaba compuesto por veintisiete infantes de marina, además de unos cuantos ingenieros anfibios, y dieciséis soldados del Ejército. (125)

Los británicos utilizaron con profusión el fuego de cohetes, pero las posiciones de los infantes de marina había sido bien preparadas, y los hombres resistieron. A medida que avanzaba la noche y continuaba el feroz tiroteo, los argentinos no mostraron signos de desmoronamiento, y sus posiciones principales se mantuvieron firmes. Ellos dirigieron fuego de mortero sobre sus atacantes. (126) Según Vázquez, durante los primeros ataques, parecía que los escoceses estaban demasiado confiados, pero más tarde cambiaron de táctica. (127) A eso de las 1:00 AM del 14 de junio, con las posiciones de los Guardias escoceses ocupando posiciones entre las trincheras argentinas, el oficial argentino a cargo solicitó apoyo a fuego sobre sus propias posiciones. Después de una lluvia de fuego y después de ser capturados a campo abierto, los escoceses se retiraron con su gente a la parte posterior y hacia terrenos más altos. (128)

Hasta este punto, las bajas argentinas habían sido ligeras. El 1er y 2do pelotones de la Compañía N sólo había recibido fuego de artillería, y se quedaron en sus puestos con el fin de bloquear cualquier ataque de la Guardia Galesa. El 3er Pelotón estaba también en el lado norte de Tumbledown cubriendo Moody Valley. (129) A eso de las 1:30 am, un pelotón de la Compañía B del RI 6 llegó al puesto de mando de la Compañía N y se preparó para un contraataque en apoyo del 5to Pelotón de la Compañía N. Sin embargo, los componentes de la Guardia Escocesa y el Batallón de Gurkha bloqueó a estos hombres. Las unidades británicas habían avanzado desde el oeste-noroeste, sufriendo fuertes bajas de la artillería de la Armada. (130)

Luego, a las 2:00 de la mañana, la Guardia Escocesa retomó el ataque contra el 4to pelotón, esta vez con más violencia. Se cargó a la colina, se inició el asalto las posiciones de los infantes de marina argentinos desde varias direcciones a la vez, y se los llevó uno por uno. (131) Alrededor de las 4:30 am, después de que las ametralladoras del 4to pelotón comenzaron a quedarse sin municiones, Vázquez vio que los argentinos estaban perdiendo el control de la situación, ya que los británicos fueron ocupando las trincheras, matando a sus ocupantes originales. (132)

Una vez más, Vázquez pidió fuego de artillería sobre su posición y esta vez los obuses de los marinos de 105 mm golpearon la zona. A eso de las 5:00 am, los británicos iniciaron el tercer asalto a las trincheras del pelotón. A las 7:00 de la mañana, sólo tres trincheras quedaban en manos de los infantes de marina. Por último, con la munición casi acabada, el teniente Vázquez decidió rendirse. De los 36 hombres que originalmente tenía el pelotón, 12 fueron muertos, cuatro desaparecidos y cinco heridos. (133) En el momento en que la Guardia Escocesa finalmente capturó la cresta de la montaña, su compañía de flanco izquierdo también perdió siete muertos y veintiún heridos. (134)

La tercera fase de ataque del batallón comenzó a las 6 AM. En esta ocasión, la Compañía del flanco derecho siguió el avance de la Compañía del flanco izquierdo, con su primera sección tomando las posiciones en lo alto de las rocas a la izquierda como sea posible con el fin de proporcionar fuego de apoyo. Esto puso a los defensores de los argentinos un pelotón de la Compañía B del RI 6 -bajo fuego cruzado. (135) Después de lo que uno de los participantes describiera como un nuevo "seis horas de lucha pulgada por pulgada por las rocas, utilizando granadas de fósforo y armas automáticas" para obligar a los argentinos a salir de sus posiciones, la Guardia Escocesa tomó Tumbledown. (136) Ocuparon sus objetivos once horas después de cruzar la línea de salida, y sus bajas numeradas (oficialmente) fueron de 9 muertos y 41 heridos. (137) Algunos de los supervivientes del pelotón de Vázquez se retiraron en dirección a Puerto Argentino. 


Esta fuerte resistencia de los infantes de marina alteró el cronograma británico y provocó el aplazamiento del ataque de los gurkhas en el Monte William (138). A las 5:30 am, informó el comandante Robacio en Puerto Argentino que la sección occidental del Monte Tumbledown estaba en manos del enemigo, y le dijo a sus superiores que la Compañía M y dos pelotones de la Compañía B del RI 6 bajo su mando iban a contraatacar. 

El enemigo no permitió este contraataque argentino. A las 8 AM la lucha se concentró en la parte oriental de Tumbledown y Monte William, pero el Alto Mando en Puerto Argentino negó la autorización para emplear la Compañía M de Robacio, que estaba estacionado en Sapper Hill, para reforzar la Compañía N. Por último, a las 8:45 de la mañana, obedeciendo órdenes de Puerto Argentino y después de abandonar su equipo pesado, el BIM 5 y los restos de las tropas del Ejército con ellos comenzaron a retirarse hacia Sapper Hill. (139) La Compañía M, que hasta ahora sólo había recibido la atención de la artillería naval británica, estaba en posición de recibir los infantes de marina en retirada.  (140) La retirada del batallón, que se llevó a cabo bajo un constante bombardeo, fue ordenada y de acuerdo al reglamento. (141) A las 9:30 am del 14 de junio, los combates y un alto el fuego entraron en vigor. 

Evaluación de la batalla 
Al final de la batalla, los infantes de marina del 5to Batallón habían sufrido un total de 61 víctimas: 16 muertos y 45 heridos. (142) Los Scots Guards reconocen que nueve de ellos murieron y 41 resultaron heridas. (143) Sin embargo, mientras que las bajas argentinas son por lo tanto ligeramente mayores que los británicos, las fuentes británicas todavía reconocen que la lucha fue feroz en Tumbledown. 

En ese monte, como el Sunday Times explicó a sus lectores, "estaban los guardias escoceses para hacer frente a la más dura acción de todas. Había un batallón de infantes de marina argentino de buena formación que había excavado en gran serie de intrincados bunkers, tallados en la roca... La potencia de fuego de la infantería de marina fue intensa e impresionante." (144)


Los integrantes del batallón 5to de infantería de marina argentino se quedaron juntos como un equipo cohesionado y se comportaron, tanto antes como después de su rendición (ver video arriba). (145) Según el teniente coronel N. Vaux, el oficial al mando de los 42ª Comandos de la Real Armada, la Infantería de Marina argentina marchó con elegancia, manteniendo los colores del regimiento de alta mientras marchaban por las calles de Puerto Argentino. Los británicos querían capturar la bandera del regimiento, pero "para disgusto de los Royal Marines ', los infantes de marina argentinos derramaron gasolina en sus banderas y los quemaron hasta las cenizas ante los ojos de sus enemigos." (146)

Una publicación del Ejército Argentino, también se evalúan de forma explícita las razones para el desempeño superior del BIM 5: 
"[Ellos] poseían un conjunto bien equilibrado de armas y equipos de comunicación excelentes. Pero mucho más importante, debido al sistema particular, el proyecto de la Armada, que tenían suficientes soldados entrenados adaptación de tiempo de paz para el terreno y las condiciones climáticas extremas. . . Al mismo tiempo, excelente de la Marina sistema de apoyo logístico ... podía sostener el rendimiento lucha excepcional." (147)
Ciertamente, en la experiencia de esta unidad hay lecciones, tanto para los militares argentinos y también para todos los que quieren aprender de la experiencia de la Guerra de Malvinas.

Conclusiones 
A partir de este análisis de la lucha real de la Guerra de las Malvinas, la idea de que los profesionales del ejército británico derrotaron al concepto de un ejército de reclutas tiene que ser calificado en grado significativo. La batalla de Goose Green muestra cómo un grupo de soldados conscriptos puede luchar eficazmente cuando tienen un liderazgo capaz de sus oficiales subalternos. En este caso, la cohesión se generó a través del papel clave de los líderes militares. (148) Por otra parte, los infantes de marina argentinos, que no eran una fuerza de élite, también mostraron lo que los soldados conscriptos pueden hacer cuando están bien equipados, entrenados y dirigidos. En este caso, los infantes de marina argentinos estaban mejor preparados para hacer frente a la emergencia y para luchar en esta pequeña guerra. Su institución les había proporcionado las herramientas y las capacidades para funcionar correctamente en condiciones de combate. (149)

La historia oficial de la Comisión Argentina de Investigación para la Guerra de Malvinas, Informe Rattenbach, subrayó el contraste de los enfoques institucionales para la guerra que los servicios argentinos personificada claramente en las Malvinas: 
"El BIM 5 demostró el trabajo en equipo, espíritu, y mayores niveles de formación, profesionalismo y equipamiento adecuado. Estas aptitudes se muestra en la lucha contra la tierra durante la defensa de Puerto Argentino. En esta acción, la unidad estableció una destacada actuación."  (150)
Por el contrario, cuando el Ejército argentino se enfrentó a una situación de guerra inesperada, sus soldados no estaban entrenados adecuadamente y se prepararon para una guerra de la magnitud y las características del conflicto del Atlántico Sur, especialmente contra un enemigo muy experimentado y superior en poder militar (151). Los militares este caso, como el Steward, escribió, "el Ejército Argentino no entrenó a sus hombres, ni los preparó para la batalla que tenían por delante." (152) En las últimas horas del conflicto, como consecuencia de la falta de cohesión de algunas unidades del Ejército se retiraron desordenadamente, y un número de conscriptos huyeron en dirección a Puerto Argentino. (153)

Otra característica institucional que distingue a estos servicios, del Ejército y la Marina, fue el sistema de inducción de conscriptos. La marina de guerra dispuestos reclutar nuevos reclutas cada dos meses en cinco rotaciones sucesivas, lo que contribuía a mantener suficientes reclutas veteranos durante todo el año. (154) Los reclutas marinos servían un tiempo fijo de 14 meses. Por el contrario, como Stewart también observó lo siguiente: 
"Los números fluctuantes para el Ejército en función del número de reclutas que iniciaban cada año y en qué fecha, en cualquiera de los tres ciclos de formación de uno mide el tamaño del Ejército. Los reclutas se instalaban en marzo, el ciclo de entrenamiento terminaba en octubre, una parte de la clase se estrenaba en noviembre, otros en diciembre y enero, y el último grupo después de la inducción de la nueva clase en el mes de marzo. Por lo tanto, algunos reclutas servían tan sólo ocho meses y otros de su pleno compromiso de doce meses. Así, el número más bajo de los hombres en el Ejército era entre enero y marzo (verano). "  (155)
En este caso, la cultura organizacional del Ejército y la Armada Argentina es la variable crítica. Esta cultura se define el conjunto de supuestos básicos, valores, normas, creencias y conocimiento formal de que, a su vez en forma de las formas en que los soldados e infantes de marina se comportan colectivamente. (156)

Por último, el caso de las Malvinas fue también un ejemplo típico de "fallo combinado", en la que el Alto Mando argentino fue incapaz de prever la reacción británica y adaptarse a las condiciones de combate.  (157) Argentina estaba jugando un juego peligroso sin un plan de contingencia en caso de que el británico aceptó el guante lanzado hacia abajo y decidió enviar tropas al Atlántico Sur. Dado que tanto los temas más amplios de la Guerra de las Malvinas y las estrategias actuales para luchar contra lo demuestran, toda la responsabilidad por la debacle argentina laicos, sobre todo, en los hombros del Alto Mando y el Comando de Teatro. (158) Los comandos tácticos hicieron lo que pudieron con los elementos aportados por ellos. 




Notas

96. Robacio and Hernández, Desde el Frente, 67. 
97. Emilio Villarino,  Batallón  5. El Batallón  de Infantería de Marina  Nº 5 en  la Guerra  de Malvinas (Buenos Aires: Aller Atucha, 1992), 93; Robacio and  Hernández, Desde el Frente, 380. 
98. Ibid.  58; Ibid., 250, 258. El 11 de abril, el primer escalón de la Décima Brigada de Infantería Mecanizada de Argentina llegó a las islas. Más tarde, la Junta Militar también envió a la Tercera Brigada de Infantería, y el 28 de abril el comando en las islas fue finalmente establecido. Sería una Alto Mando General en virtud del cual las fuerzas de tierra se organizaron en dos grupos, el Grupo de Ejércitos del Litoral (bajo el mando de la Tercera Brigada) y el Grupo de Ejércitos de Puerto Argentino (bajo el mando de la Décima Brigada). El BIM 5 fue a la segunda. 
99. Como se señaló anteriormente, parte de la Tercera Brigada de Infantería (el RI 12) fue enviado a Goose Green, y, al mismo tiempo, el RI 8 y la 9na Compañía de Ingenieros se desplegaron en Bahía Fox, y el RI 5 fue enviado a Port Howard . Esta decisión del alto mando argentino fue duramente criticada debido a que las unidades enviadas que no tenían apoyo adecuado y no tenía movilidad. Se quedaron en sus posiciones sufriendo grandes privaciones, sin ninguna posibilidad de influir en el resultado de la batalla. 
100. Ibid. 64; Ibid., 71, 107, 117, 138, 168 and 230. 
101. Ibid.  64-65; Ibid., 72, 118, 189. 
102. Ibid. 123; Ibid., 19. 
103. Muchas fuentes de los argentinos reconoce que, a pesar de los daños materiales de menor importancia realizados, estas acciones se ha creado un profundo efecto psicológico sobre las tropas, lo que aumenta sus sentimientos de inseguridad y aislamiento. (Cervo, “El cerco estratégico operacional “, 207).  
104. Ibid. 200, 212. 
105. Harry G. Summers Jr., “Yomping to…” 9 -10 and Nick Kerr, “The Falklands Campaign,”  Naval War College Review XXXV (6) 294, November-December 1982, 19. 
106. Middlebrook, The Fight for the `Malvinas’, 232. 
107. Ibid. 232. Middlebrook también concluye que "si los soldados argentinos podrían mantener a raya los ataques, a continuación, los británicos estarían en serios problemas". 
108. Ibid. 244. 
109. Cervo, “El cerco estratégico operacional”, 232.  
110. Middlebrook, The Fight for the `Malvinas’, 248. 
111. Ibid. 251. 
112. Ibid. 254. 
113. Robacio and Hernández, Desde el Frente, 226. 
114. Ibid. 227. 
115. Ibid. 228. 
116. Middlebrook, The Fight for the `Malvinas’,  255. 
117. Robacio and Hernández, Desde el Frente, 243. 
118. Ibid. 249-250. 
119. Ibid. 252. 
120. Middlebrook, The Fight for the `Malvinas’, 256. 
121. Ibid. 259-69. 
122. Ibid. 256. 
123. Hastings and Jenkins, The Battle for.. 301. 
124. Middlebrook, The Fight for the `Malvinas’,  256. 
125. Ibid. 256; Villarino, Batallón 5, 129. 
126. Hastings and Jenkins, The Battle for, 303; Middlebrook, Task Force, 362. 
127. Middlebrook, The Fight for the `Malvinas’, 258. 
128. Ibid. 258; Villarino, Batallón 5, 152-3; Robacio and Hernández, Desde el Frente, 270. 
129. Robacio and Hernández, Desde el Frente, 279. 
130. Ibid. 322. 
131. Villarino, Batallón 5, 160; Ibid., 297. 
132. Ibid. 164; Robacio and Hernández, Desde el Frente, 300-301. 
133. Ibid. 169-172. 
134. Hastings and Jenkins, The Battle for…  303. 
135. Martin Middlebrook, Task Force: The Falklands War, 1982. Revised Edition (London: Penguin, 1987) 364-65. 
136. Hastings and Jenkins, The Battle for…,  303. 
137. Middlebrook, Task Force, 365. 
138. Middlebrook, The Fight for the `Malvinas’, 262. 
139. Villarino, Batallón 5, 192. 
140. Robacio and Hernández, Desde el Frente, 328. 
141. Ibid. 329. 
142. Ibid. 346. 
143. Paul Eddy et al., The Falklands War, 253; Middlebrook, Task Force, 366. 
144. Ibid. 251. 
145. Stewart, Mates & Muchachos, 104. 
146. N. Vaux, March to the South Atlantic: 42 Commando Royal Marines in the Falklands War (London: Buchan and Enright, 1986) 206-07 citado en ibid. 105; ver también Villarino, Batallón 5, 201. 
147. Eugenio Dalton and Martin Balza, “La batalla de Puerto Argentino” en  Operaciones Terrestres en las Islas Malvinas (Buenos Aires: Círculo Militar), 236, énfasis añadido. 
148. Stewart, Mates & Muchachos, 119-131. 
149. Villarino, Batallón 5, 9-10, 16. 
150. Comisión Rattenbach, Informe Rattenbach. El drama de Malvinas (Buenos Aires: Espartaco, 1988) 203. 
151. Comisión Rattenbach, Informe, 201. 
152. Stewart, Mates & Muchachos,  62. 
153. Dalton and Balza, “La batalla de Puerto Argentino”, 236; Robacio and Hernández,  Desde el Frente, 203-04, 222; Comisión Rattenbach, Informe 218. 
154. Robacio and Hernández, Desde el Frente, 14; Villarino, Batallón 5, 21. 
155. Stewart, Mates & Muchachos,  45. 
156. Elizabeth  Kier,  Imagining  War.  French  and  British  Military  Doctrine  between  the  Wars  (Princeton: Princeton  University  Press,  1997),  28-30.  Las dimensiones de la eficacia de cualquier organización se derivan de su desarrollo de una cultura organizacional. La vida de la organización no sería viable si las acciones específicas no requieren respuestas específicas, si los miembros de la organización no tenía expectativas acerca de las acciones de otros miembros, o si no tenían conocimiento de los efectos de sus propias acciones sobre los demás. La previsibilidad es necesario, ya que una guerra es una tarea para los grupos. En este contexto, las decisiones deben tomarse y aplicarse de forma automática con el fin de garantizar la integración de diversas unidades, y la niebla de la guerra intensifica aún más la necesidad de coordinación y ejecución eficiente de las tareas de grupo. (Ibid., 29). 
157. Eliot A. Cohen and John Gooch, Military Misfortunes. The Anatomy of Failure in War (New York: Vintage Books, 1991), 27. 
158. Cohen and Gooch, Military Misfortunes,  46 

Fuente 
"Reassessing the Fighting Performance of Conscript Soldiers during the Malvinas/Falklands War (1982)" por Alejandro L. Corbacho, Serie Documentos de Trabajo N° 271, Departmento de Ciencias Políticas, Universidad del CEMA, Buenos Aires, Argentina. 2004