viernes, 7 de enero de 2022

Armas nucleares británicas llevadas al teatro de operaciones

Armas nucleares británicas en Malvinas

Nacho Montes de Oca
@nachomdeo


Ya que el tema nuclear está en la agenda, relacionemos el aniversario del hundimiento del HMS Sheffield el 4 de mayo de 1982 con un posible incidente atómico que nunca fue del todo aclarado y que supondría un riesgo aún no determinado de contaminación nuclear en el Atlántico Sur.



En los primeros días de marzo de 1982 un activista de Greenpeace controlaba la entrada de un convoy a la base británica de Portsmouth. Los buques se preparaban para las maniobras “Spring Train” y la carga nuclear era parte del arsenal que los buques iban a llevar a bordo.




Los contenedores de las cargas atómicas de profundidad WE177 modelo C fueron fáciles de identificar. Se trataba de cargas de profundidad de 9 kilotones –la bomba de Hiroshima era de 10 kilotones- y se concibieron en 1966 para destruir a los submarinos nucleares soviéticos.




Los británicos suspendieron las maniobras “Spring Train” luego del 2 de abril y se dirigieron o toda máquina hacia el Atlántico Sur, sin tiempo para descargar sus artefactos atómicos. Y luego comenzaron los combates y llegó el 4 de mayo. Nadie esperaba lo que iba a suceder.




El HMS Sheffield recibió el impacto de un misil antibuque Exocet cerca de las 11:15 del 4 de mayo. Penetró por la banda de estribor y mató a 21 marineros. Apenas hubo tiempo para rescatar a los sobrevivientes. Tras 6 días de intentar en vano recuperarlo, el navío se fue a pique.




El 5 de diciembre de 2003 Londres reconoció que durante el conflicto de 1982 hubo armas nucleares en sus navíos. De acuerdo a la explicación británica, por el apuro con que salieron sus naves hacia la guerra no hubo tiempo para desembarcarlas de las naves.





Ante la insistencia de la prensa, aclararon que las armas estaban en contenedores que hubieran impedido cualquier fuga radioactiva y que no obstante no tenían reportes de armas nucleares perdidas durante la guerra. Admitieron daños, pero no dieron detalles específicos.



Aseguraron que debido a que el Tratado de Tlatelolco que impide la presencia de armas nucleares en América Latina, las trasbordaron sin dar más detalles que despejaran las sospecha sobre su presencia a bordo del HMS Sheffield y otros buques similares hundidos como el HMS Coventry.





Tantas dudas llevaron a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que monitorea los accidentes nucleares, a incluir el sitio del naufragio del destructor británico en el Reporte Accidentes y Pérdidas en el mar en los que se involucran materiales radioactivos de 2001.



Nunca se supo si eran ciertos los rumores de una misión secreta para recuperar las armas esparcidas por medios soviéticos antes de 1989 ni se tiene información concluyente que haga creer la versión británica. Lo cierto es que la AIEA cree que pudo haber un accidente nuclear.




Los ingresos de Malvinas dependen de los recursos pesqueros. Por eso la contaminación del lecho marino puede ser infinitamente más destructiva que el conflicto del 82, por una carga de destinada a otros adversarios y otras guerras. Y sin embargo, nunca se despejó la incógnita.




El misterio de las armas nucleares a bordo del HMS Sheffield continúa. Si el Reino Unido violó al Tratado de Tlatelolco, si en el lecho marino hay un riesgo atómico y que sucedió finalmente aquel 4 de mayo del 82 es una de las tantas historias inconclusas de la Guerra de Malvinas.




1 comentario:

  1. La duda que me queda es si algunos de los submarinos de misiles balísticos nucleares británicos anduvieron por nuestras aguas en esas fechas. Eso sustentaría, de verificarse, la amenaza de Thatcher a Mitterrand sobre atacar tierra continental argentina si no la ayudaba dando datos sobre armamento francés en manos de nuestro país. Quedan muchas cosas por conocerse de la guerra de Malvinas, puede que para 2072 se sepan algunas más, o antes.

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