sábado, 30 de noviembre de 2019

Malvinas bajo ocupación: Detalles de Puerto Argentino hoy

La estatua de Margaret Thatcher, la cárcel con 10 presos y otras particularidades desconocidas de las Islas Malvinas

El recorrido por el archipiélago y el contacto con los isleños, permitió conocer detalles peculiares del estilo de vida y una mirada tan opuesta como impactante respecto a la guerra de 1982 (Enviado especial)
Por Joaquín Cavanna Infobae
jcavanna@infobae.com



El busto está ubicado a pocos metros del monumento a los caídos británicos, y sobre el inicio de la calle que también lleva su nombre, Thatcher Road

La estatua de Margaret Thatcher

Si hay un lugar en el mundo en el que Margaret Thatcher es venerada y tratada como un prócer es en las Islas Malvinas. La “Dama de Hierro” posee una estatua, pero de bronce, en pleno corazón de Puerto Argentino. Ubicado a pocos metros del monumento a los caídos británicos, y sobre el inicio de la calle que también lleva su nombre, Thatcher Road, se erige el busto.

Fue presentado el 10 de junio, conocido en las Islas como el Día Thatcher, de 2015. Su creador fue un escultor local llamado Steve Massam, quien hizo el trabajo ad honorem y el monumento se presenta junto a una frase emitida por la entonces primera ministra británica al momento de la Guerra de Malvinas: “Ellos son pocos en los números, pero tienen el derecho a vivir en paz, de elegir su propio estilo de vida y lealtad”.

Como si fuera poco, en uno de los pasillos de la Casa del Gobernador de Malvinas existe la llamada "Puerta Thatcher" y dentro de la misma residencia está colgado un cuadro con su foto.

“Ella fue la única que nos escuchó en un momento de la historia de nuestras islas que nos parecían tener olvidados. Fue nuestra salvadora”, le dijo a Infobae Patty, una comerciante de 45 años, que a las seis de la mañana de cada día sale a correr de un extremo a otro de la avenida principal de Puerto Argentino, Ross Road.

La Argentina, siempre presente

En una de las calles, al este de la Isla Soledad, se levantó un inmenso mástil, donde los diferentes visitantes a las Malvinas colgaron unos carteles de madera con referencia a sus países o ciudades de origen. Cada tabla posee uno de sus bordes en punta, la cual indica hacia qué punto cardinal se encuentra su lugar de origen.

 
“Ojos de Campo. Taller de Fotografía para Chicos. San Andrés de Giles 1.930 km”, dice una de las tantas maderas en forma de flecha

Hay señales de Italia, Dinamarca, Francia, Argentina, Madrid, hasta Santiago del Estero. Sin embargo, la más llamativa fue realizada en San Andrés de Giles, una localidad de 3.200 habitantes: en la tabla se puede leer la inscripción: “Ojos de Campo. Taller de Fotografía para Chicos. San Andrés de Giles 1.930 km”. Ese cartel fue realizado y enviado por decenas de chicos que forman parte del taller fotográfico, en el cual no sólo aprenden ese arte, sino que reivindican la soberanía argentina.

La cárcel con un puñado de presos

Una característica clásica de los pequeños pueblos. Entre los poco más de 2.500 habitantes de Puerto Argentino, los crímenes y los delitos parecen pertenecer al terreno de la ficción. La comisaría y la cárcel de la capital de las Islas Malvinas aparentan ser dos pequeñas oficinas de paredes de maderas y lámparas con luces cálidas. Así, desde el Gobierno de las Islas se informó que en la prisión solo hay diez personas detenidas. Algunos pocos cometieron robos y la mayoría de los encarcelados fueron privados de su libertad por protagonizar incidentes en la vía pública debido a diversos cuadros de ebriedad.


La estación de policía y el edificio de la nueva cárcel, que se inauguró en 2009

La guerra, en los otros ojos

Resultan inevitables el shock y la incomodidad para cada visitante argentino al momento de toparse con las expresiones de los residentes en las Islas respecto a la guerra de 1982. Posiblemente, uno de los espacios de mayor contrapunto y de una más profunda carga emocional se vivió dentro del Museo Histórico de las Islas.

Dentro del pequeño establecimiento se diseñó y presentó una sala especial dedicada al punto de vista de los residentes en las Islas respecto al conflicto bélico que mantuvieron Argentina y Gran Bretaña entre abril y junio de 1982.


Sala temática del Museo Histórico de las Islas

“1982 en nuestra propia historia”, es el título de la sala temática y refleja nada menos que el punto de vista de los residentes de las Islas Malvinas desde el momento de la llegada de los militares argentinos al archipiélago y hasta el final del conflicto bélico.

El espacio está decorado con decenas de fotos, entre las que se destacan algunas imágenes tomadas por los residentes dentro de sus casas al momento del ingreso de los tanques argentinos. También se expuso la imagen de un panfleto presuntamente repartido por el ejército argentino a los locales con el fin de entablar un vínculo durante el comienzo de la guerra.

Así y todo, el registro de mayor impacto emocional es un documental expuesto en una pantalla gigante y titulado “Esta es nuestra historia”. Durante más de 15 minutos se muestran imágenes y fotos de la guerra y, de manera constante, se escuchan los testimonios de los residentes civiles locales y sus respectivas experiencias. El video finaliza con la ya famosa imagen de los soldados argentinos en plena rendición, con sus 18 y 19 años y sus débiles estados físicos, mientras se escuchan en simultáneo las palabras de alegría y alivio de los residentes locales por haber ganado la guerra y puesto fin al conflicto bélico.

Uno de los cuatro periodistas argentinos que viajó a las Malvinas en el vuelo de Latam de San Pablo-Córdoba-Malvinas es un ex combatiente. Regresó al archipiélago por primera vez desde su participación en la guerra. Ese preciso final del documental lo hizo quebrarse en un llanto desconsolado.

El coleccionista de huesos

Al sur de la ciudad de Puerto Argentino hay una residencia muy particular. Se trata del domicilio de Mike Butcher, quien se encargó durante años de coleccionar, limpiar y montar los esqueletos de diferentes tipos de ballenas de la zona. Y lo hizo en el patio de su casa.

El “coleccionista de huesos” expuso al menos cuatro variedades de esqueletos de diferentes tipos de ballenas en el simulado jardín delantero de su hogar.


El jardín de Mike Butcher

Sin la necesidad de convertir su domicilio en un museo natural, Butcher no tuvo mejor idea que colgar un cartel en una de las vallas de madera de la entrada y poner una lata sin tapa en el suelo. Allí, pide a los visitantes que dejen limosna para que él pueda persistir en la práctica de su hobby.

 
Monumento formando un arco con huesos de costillas de ballena

Así y todo, la casa de Butcher no es la única que expone los restos óseos de los cetáceos. En el jardín delantero de la Catedral de Puerto Argentino se erige un monumento formado por una especie de arco con huesos de costillas de ballena. La costumbre en las Islas es que aquellos matrimonios que se casaron dentro de la Catedral se introduzcan debajo de esos huesos para tomarse las primeras fotos como recién casados.

Antonina, la primera argentina en declarar su lealtad a la corona británica

Cerca del extremo este de la calle Ross Road se encuentra el cementerio de Puerto Argentino. Allí, entre la turba típica del terreno malvinense y las tumbas desgastadas y las cruces de piedra torcidas y caídas sobre el terreno, se destaca una lápida de mármol. Es nueva. No tiene más de diez años instalada allí. Sin embargo, la persona que yace debajo perdió la vida en 1869.

La dedicación y el cuidado de la lápida confirmaron que la difunta homenajeada es una especie de heroína para los residentes en las Islas.

Se trata de Antonina Roxa, que nació en la provincia de Salta en 1807, en ese entonces perteneciente al Virreinato del Río de La Plata y quien, según muchos historiadores, fue la primera persona no británica de las Islas Malvinas en declarar su lealtad a la Corona inglesa, en 1841.

 
La lápida de Antonina Roxa (Fotos: Infobae)

Se decía que era una suerte de “princesa”, al ser la hija de un jefe aborigen salteño. Llegó a las Malvinas en 1824 junto a una treintena de gauchos. “Roxa” formó parte de la delegación de Luis Vernet, el primer gobernador-comandante argentino en las Islas. Ya para 1829, Vernet nombraría a Antonina como ama de llaves de la residencia familiar y sede de gobierno y comadrona oficial del poblado.

Sin embargo, con la invasión británica de 1831, la historia de ese grupo de gauchos cambió para siempre. Mientras la mayoría de la población optó por abandonar la Isla ante la llegada del Imperio Británico, “Roxa” decidió permanecer allí. Fue una de las 14 personas de la comitiva de Vernet que se quedó en las Malvinas.

Con el pasar de los años, afianzó su relación con los británicos y hasta se convirtió en una especie de médica de la ciudad. También reforzó su perfil empresarial: llegó a poseer decenas de animales y se adueñó de un campo de unas 2.428 hectáreas. Murió a los 62 años, víctima de un cáncer.

Casi cien años después, los entre 10 y 15 argentinos residentes en las Islas Malvinas optaron por adoptar un perfil extremadamente bajo.

Infobae se contactó con dos argentinos residentes en la capital malvinense (y ambos casados con ciudadanas nacidas en las Islas). Ninguno quiso brindar su testimonio. Temían represalias tanto en las redes por parte de sus compatriotas, como en su propio lugar de residencia, por los compañeros de trabajo o del barrio.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Biografía: Los últimos días de la Thatcher

Los sombríos días finales de Margaret Thatcher: entre el afecto de la reina Isabel II y las afrentas de sus hijos 

Charles Moore cerró su trilogía sobre la ex primera ministra británica con “Herself Alone”, libro en el que revela el buen trato excepcional que dio la monarca a la política conservadora, mientras sus hijos intentaban aprovechar la “marca Thatcher” y traicionaban el secreto de su enfermedad


Infobae

 
Margaret Thatcher murió en 2013 luego de sucesivos honores de Isabel II y dolorida por el arresto de su hijo en Sudáfrica y la traición de su hija, que reveló su demencia senil. (Reuters)

Una mujer más acostumbrada al poder que a la vida, una amiga buena y leal de sus amigos, una madre atormentada por sus hijos, una personalidad enorme corroída por la demencia senil: esas son las imágenes principales que deja el tercer y último tomo de la monumental biografía de Margaret Thatcher que escribió Charles Moore. Después de From Grantham to the Falklands y Everything She Wants, este volumen, Herself Alone abre con la elección de 1987 en la cual la primera ministra se confirmó en el poder que ejercía desde 1979, por una mayoría abrumadora sólo comparable con el odio abrumador que también despertaba en el Reino Unido.

Pero poco después, por obra de sus propios pares conservadores —"una conspiración de tories", definió, sin ambages, Moore— Thatcher fue forzada a la renuncia. De un día para el otro lo perdió todo. Y se encontró vacía, “a solas consigo misma”, como describe el título del libro de casi 1.000 páginas. Sin saber qué hacer. Sin dinero en el banco. Sin entender cómo funcionaban el contestador telefónico y otros gadgets que se habían popularizado mientras ella había tenido secretarios y asistentes que amortiguaban su roce con lo banal cotidiano.

El libro parece llegar para corregir todo lo que se daba por cierto sobre su presunta mala relación con Isabel II: en realidad, la reina surge como uno de los personajes más amables con Thatcher en este tramo final, que va desde la cima que tan perfectamente sintetiza la foto de la portada, sacada por el fotógrafo de estrellas Helmut Newton, hasta el retrato de una anciana desarticulada que Meryl Streep hizo en La dama de hierro.

 
Aunque se habló mucho sobre la rivalidad entre Thatcher e Isabel II, este nuevo libro muestra una relación afectuosa. (AP)

A diferencia del historiador Ben Pimlott, quien describió en su biografía La reina que Isabel II se sentía “profundamente incómoda con los excesos” del gobierno de Margaret Thatcher, por ejemplo su inflexibilidad ante la famosa huelga minera de 1984, Moore cree que las rivalidades entre las dos mujeres se fueron suavizando durante los casi 11 años de gobierno de la primera ministra, y más aún después. Ninguna de las dos habló nunca sobre la otra; Thatcher apenas mencionó en sus memorias, como “muy profesionales”, sus encuentros semanales con la monarca en el palacio de Buckingham.

“Su problema con la reina era la clase social”, sintetizó el biógrafo, quien ciertamente no los tiene: estudió en Eton y en Trinity College, Cambridge, y dirigió los medios principales del conservadurismo británico: The Spectator, The Sunday Telegraph y The Daily Telegraph.

Thatcher era de clase baja y monárquica: en general se sentía incómoda en presencia de la reina pero su deferencia era tal, siempre tan temerosa de hacer el gesto equivocado o decir una palabra de más, que la propia Isabel II la encontraba casi condescendiente. Thatcher era impaciente y combativa, la reina no; ignoraba todo sobre el ocio de las clases altas, y según escribió Andrew Marr en The Real Elizabeth, la reina llegó a burlarse de eso: “La señora Thatcher sólo camina por la carretera”, respondió cuando un auxiliar en Balmoral le preguntó si la primera ministra iría a una excursión en la montaña.

 
La madre de Isabel II, la Reina Madre, fue desde el primer momento de la elección de Thatcher "una fanática apasionada" de la primera ministra. (James Gray/Daily Mail/Shutterstock)


De la familia real, la única que realmente quiso a Thatcher fue la Reina Madre, “una fanática apasionada” según Moore. Pero a pesar de que a Isabel II podrían haberle irritado inicialmente todos los esfuerzos de Thatcher por encajar, como usar el “nosotros” al hablar (lo cual es un privilegio de la corona) y vestirse de una manera inquietantemente parecida a ella, la monarca decidió cambiar las normas de la Orden de la Jarretera, la más antigua del reino, exclusiva para varones, a fin de poder entregársela a la primera ministra.

Isabel II y el escandaloso John Profumo

Margaret Thatcher salió extrañamente conmovida de la audiencia —una formalidad— en la que comunicó a Isabel II que renunciaba como primera ministra del Reino Unido, donde se había mantenido una década. Una de las damas de la reina debió ayudarla a bajar la escalera y apenas entró a Downing Street 10, corrió hacia el apartamento en el piso superior y se encerró a llorar en el baño. “Duele más cuando la gente es amable. ¡La reina ha sido tan amable conmigo!”, le dijo a su histórica secretaria privada, Cynthia Crawford, Crawfie.

“Se había señalado que la reina quería ‘darle algo’, lo cual significa alguna clase de honor. Como entre los planes inmediatos de Thatcher no estaba dejar la Cámara de los Comunes, no querría, por el momento, un título”, recordó Moore. Más adelante se pensaría en el título de barón para el marido, Denis, que la haría baronesa y sería hereditario, como ella quería, pues tenía una debilidad no correspondida por su hijo varón, Mark. Pero en el momento de su salida la reina decidió que, mientras eso sucedía, le daría un honor: la Orden al Mérito, que habían recibido sólo cinco mujeres en el casi siglo de su historia, entre ellas Florence Nightingale y (de manera honorífica) la Madre Teresa. Isabel II se lo anunció el 28 de noviembre de 1990, su último día como primera ministra.

 

En abril de 1995 recibió la Orden de la Jarretera, la orden de caballería más importante del Reino Unido, fundada en 1348 por el rey Eduardo III. “En 1987 la reina había cambiado las reglas para que, por primera vez, a la única orden religiosa que había sobrevivido a la Reforma pudieran sumarse mujeres que no pertenecieran a la nobleza", escribió Moore. La Reina Madre primero se resistió al cambio, pero cuando supo que su hija deseaba otorgarle la Jarretera a Thatcher pasó al equipo de los impulsores de la novedad.

“La reina también honró al Lady Thatcher al aceptar asistir a la comida en honor a su cumpleaños 70, que se realizó en el Claridge’s", contó el biógrafo el episodio que ilustra mejor hasta qué punto la relación entre las mujeres era distinta de lo que se ha creído. “No había hecho algo así por ninguno de sus anteriores primeros ministros”.

Y esa ocasión tenía una particularidad, muy polémica. A la fiesta también asistió John Profumo, el conservador caído en desgracia en 1963, cuando era ministro de Defensa, y que arrastró en un escándalo de sexo y política al gobierno completo del primer ministro Harold Macmillan.


John Profumo, el conservador que ocupó el centro del mayor escándalo de sexo y política en el Reino Unido. (Nils Jorgensen/Shutterstock)

Profumo tenía 46 años y estaba casado cuando conoció a Christine Keeler, una modelo de 19, que frecuentaba, con otras mujeres jóvenes y bellas, los ambientes del poder llevada por un amante, Stephen Ward. Loco por la muchacha, Profumo no tomó las mínimas medidas de seguridad y se zambulló en el affair. Cuando se enteró que Keeler también tenía otro amante además de Ward, Yevgeny Ivanov, que tenía la inconveniente profesión de espía como agregado naval de la embajada soviética, también lo supo el país entero. El caso causó la caída del gobierno conservador y el suicidio de Ward.

“Lady Thatcher había insistido en invitar a John Profumo” al Claridge’s. “Luego de mentir ante la Cámara de los Comunes sobre su romance con Christine Keeler”, historió, el conservador “había dedicado su vida a las obras de beneficencia”. Entre los políticos que siguieron siendo sus amigos se contaba Thatcher, que lo admiraba por el nuevo rumbo que había dado a su vida. “Quería ayudar a su rehabilitación tardía”.

No sólo la reina asistió al cumpleaños número 70 de Thatcher a pesar de la presencia del político nefando, escribió Moore: "Lady Thatcher sintió mucho gusto porque la reina invitó a Profumo a sentarse a su lado durante la cena”.

 
Margaret Thatcher junto a su amigo John Profumo (izq.) y Bill Deedes al lado de Dennis Thatcher, en 2003. (Coleccion privada/Herself Alone)

La lealtad de Thatcher por ese amigo llegó a involucrar a su familia. Su esposo, Denis Thatcher, era amigo del matrimonio Foreman, Ken y Mandy Foreman. El nombre de soltera de ella, Mandy Rice-Davies, también había estado en los diarios en 1963: “Junto con Christine Keeler, Rice-Davies había sido una de las dos mujeres principales en el escándalo Profumo y había mantenido relaciones con varios de los hombres involucrados, pero no Profumo", señaló el libro. En una ocasión, cuando Margaret invitó a Profumo a una fiesta de navidad, debió explicarle a Mandy:

—Me da vergüenza decirte esto, pero Margaret es muy amiga de Profumo y él va a estar.

—Bueno, yo nunca lo conocí —respondió ella. Pero prefirió quedarse en su casa y sólo su esposo, Ken, fue a la fiesta.

La reina del brazo de Lady Thatcher

Isabel II también asistió al cumpleaños 80 de Thatcher, en el Hyde Park Hotel (hoy Mandarin Oriental). “El encuentro fue un gran buffet, lo cual le permitió a la reina circular con Lady Thatcher a su lado. Las dos viejas damas parecían cómodas juntas: dos abuelas que pasaban un buen rato", escribió Moore. Todos los medios del momento destacaron lo inusual de la ocasión: la reina, del brazo de su ex primera ministra, departió amablemente con los demás invitados.

 
Thatcher recibe a la reina Isabel II en su fiesta de cumpleaños 80. (PA/TopFoto/Herself Alone)

Llegó la hora de los discursos. La reina los escuchó con paciencia educada. Al terminar, le dijo a Thatcher:

—Me temo que ahora debo marcharme.

—¡Qué buena idea! —respondió la homenajeada, que ya sentía las señales de su salud debilitada—. Creo que yo también me iré!

—¡Claro que no! —le dijo la reina—. Es tu fiesta.

Con su habitual temor a equivocarse, Thatcher le hizo caso.

Pocos años después, cuando ya la ex primera ministra estaba muy enferma, Isabel II manifestó que le gustaría asistir a su funeral en caso de poder hacerlo. “El único de sus primeros ministros al que le había brindado ese privilegio había sido Winston Churchill", destacó Moore.

Por entonces hasta la propia Thatcher hablaba de los preparativos para el día de su muerte. Pero “la expectativa de la presencia de la reina cambió las actitudes”. Algunos especularon con un funeral estado; por fin se acordó un funeral ceremonial, apenas un peldaño más abajo pero menos controversial: no requería una moción de la Cámara de los Comunes. Considerando que algunos de los carteles de los manifestantes que se acercarían a las exequias dirían “¡Púdrete en el infierno!” y “Murió la bruja”, evitar la discusión política fue una decisión razonable.

 
Isabel II y el príncipe Felipe encabezaron el funeral de Margaret Thatcher, al que asistieron 2000 personas, entre ellos Dick Cheney y Henry Kissinger. (AFP)

Margaret Thatcher murió el 8 de abril de 2013 en una habitación del hotel Ritz, invitada por los dueños desde su última internación —además de las isquemias que afectaban su cerebro, tenía cáncer de vejiga— después de la navidad de 2012. “El funeral se realizó el 17 de abril de 2013 en la capilla del Parlamento, y se anunció que la reina asistiría”, recordó el libro. Durante la ceremonia estuvieron unas 2000 personas, encabezadas por la reina y el duque de Edinburgo; entre los visitantes se contaron F. W. de Klerk, Dick Cheney y Henry Kissinger.

Cuando el ataúd salió del templo, alguien pidió tres vivas para Thatcher; al tope de la escalera, la reina se quedó mirando el espectáculo. “El obispo Chartres, detrás de ella, quedó impresionado por su ‘inmovilidad hierática’ mientras observaba la despedida señorial de su octava primera ministra".

La terrible relación con sus hijos mellizos

A pesar de sus orígenes humildes, Thatcher parece haber aprendido con menos dificultad cómo vincularse con la alteza máxima que con sus propios hijos. Mark y Carol nacieron por cesárea seis semanas antes de tiempo, justo cuando su madre se convirtió en abogada. Siempre se llevaron mejor con el padre, Denis, que con ella.

 
Denis Thatcher celebra la victoria de su esposa, Margaret Thatcher, junto al hijo de ambos, Mark. (Clive Limpkin/Daily Mail/Shutterstock)

Mark se casó con la hija del dueño de una empresa automovilística y durante un tiempo participó en el rally París-Dakar. En una ocasión, con la piloto Charlotte Verney y un mecánico, se perdió en el Sahara. Seis días más tarde los encontró un avión del ejército argentino y, lejos de la gratitud, Mark mostró la irritabilidad que lo caracterizaría durante el gobierno de su madre.

“Era un malcriado que se comportaba realmente mal”, citó Herself Alone a dijo un funcionario estadounidense superior que lo trató. “Explotaba la posición de su madre.” Como si el primer ministro fuera él, hacía escándalos si no lo ubicaban en la mesa principal de un evento, presentaba “toda clase de objeciones” y en general ”era extremadamente difícil".

Moore recordó que “The Observer denunció la participación de Mark en un polémico contrato de construcción en Oman”; también The Guardian publicó en su tiempo el testimonio de dos personas que lo acusaron de haber cobrado “una comisión millonaria” por un contrato que su madre firmó con Arabia Saudita en 1985. Si bien Margaret Thatcher debió auxiliar a su hijo en más de una ocasión por sus problemas financieros, se estima que Sir Mark —heredó el título de barón a la muerte de su padre— acumuló unos £ 60 millones. Desde 1986, para cambiar su domicilio fiscal, dejó de residir en el Reino Unido.

 
Carol, la otra hija de Margaret Thatcher, es periodista.

La política poderosa “también tenía dificultades con Carol”, siguió Moore. "Lady Thatcher tendía más a ser indulgente con los hombres que con las mujeres. Aunque ella fue ferozmente leal a su hija en su carrera de periodista —nunca perdonó a Max Hastings por haberla despedido del Daily Telegraph— ella deseaba que Carol pudiera de algún modo ser una persona diferente: más elegante, menos casual, alguien que pudiera asentarse, casarse y tener hijos. Desde luego, Carol se molestaba por ese deseo más bien fútil de su madre de cambiarla. En ocasiones llegó a decir, como una adolescente: ‘Odio a mi madre’”.

Carol se volvió famosa y participó en realities como I’m a Celebrity… Get Me Out of Here! y Most Haunted. Hizo un libro sobre su padre, otro sobre el ascenso político de su madre y un documental sobre la guerra de Malvinas, Mummy’s War, que la llevó a enfrentar en Argentina a las madres de soldados muertos: “Estábamos en guerra”, les dijo; “nosotros ganamos, ustedes perdieron”. Pero quizá la máxima falta de consideración de Carol Thatcher haya sido el libro que publicó poco antes de la muerte de su madre, en el que detalló su decadencia mental.

“Mark está arruinándote la vida”

“Mark, quien había regresado a Gran Bretaña desde los Estados Unidos apenas su madre lo llamó para decirle que renunciaba, apareció para ayudar. ‘Vio la oportunidad de manejar la vida de su madre’ recordó Amanda Ponsonby. ‘Tenía buena intención, pero no era el mejor organizador’”, citó Moore. Y así, mientras Carol “mantenía la distancia”, el intentó montar una oficina y crear una Fundación Thatcher. “Si algún miembro de la familia tuvo poder en esa situación, fue Mark".


 
Cuando debió dejar el poder abruptamente, Thatcher quedó por completo desorientada. (Monty Fresco/Daily Mail/Shutterstock)

—Dios mío, todo ha terminado —le dijo la secretaria de su madre, Crawford, al verlo.

—No, Crawfie —respondió Mark—. Esto apenas empieza.

Desde su perspectiva, “él ejercitaba la responsabilidad de un hijo sobre sus padres y rescataba a su madre, a quien describía como ‘extremadamente dubitativa y deprimida debido a los hechos recientes’”, siguió el libro. “Cada tanto caía desde los Estados Unidos, lleno de ideas y ansioso por capitalizar la ‘marca’ Thatcher”. Pero en la práctica funcionaba como un portero que administraba el acceso a su madre, sin poder lograr organizar mucho. Los colaboradores de ella lo describieron como alguien que “no era un buen compañero” y "no informaba a nadie sobre sus conversaciones y actividades”.

La puesta en marcha de la fundación marcó un límite. El personal de la oficina de su madre se quejaba: “Las intervenciones de Mark Thatcher eran cada vez más difíciles de administrar”. El ex embajador americano en Londres, Walter Annenberg, quien era amigo de la ex primera ministra, y un hombre rico, “en privado le manifestó que ella no lograría recaudar dinero para la Fundación Thatcher que se proponía hacer en tanto Mark estuviera involucrado”. Los potenciales patrocinadores del emprendimiento “pensaban que debía gestionarse con objetivos estrictamente filantrópicos” y que no debía estar a cargo de “alguien que que sólo podía, por razones impositivas, estar en Gran Bretaña por 90 días al año”.



 
Los Thatcher acompañados por su hijo Mark. (Shutterstock)

Algunos comentarios se filtraron al Sunday Times, que publicó: “‘Mark está arruinándote la vida’, los amigos le dicen a Thatcher”.

Pocas horas antes de hacer el anuncio oficial de la fundación, un control interno descubrió que “Mark había apresurado el desarrollo del proyecto sin cumplir con los requisitos legales y financieros para que fuera sin fines de lucro”; poco después la Comisión de Beneficencia le negó el estatus caritativo porque la fundación “realizaba demasiada obra política”. Julian Seymour, encargado del equipo de Thatcher desde 1991, tomó las riendas del asunto.

Mark también intentó intervenir en el contrato por las memorias de su madre. Primero “quiso hundir las negociaciones, porque pensaba que podía sacarle más dinero a Robert Maxwell (incluida, según se dice, una comisión de intermediario de USD 1 millón para sí mismo)”; el Sunday Times, de otro interesado, Rupert Murdoch, lo denunció, y el libro quedó en la nada. Un agente literario estadounidense intervino y consiguió un contrato con HarperCollins, que se estimó en su momento en unos £ 6 millones, por los volúmenes que serían Los años de Downing Street y El camino hacia el poder.

Mark detenido en Sudáfrica


 
Margaret Thatcher publicó en vida dos tomos de memorias y una colección de documentos. (Reuters)

A su manera, Mark quería a su madre, pero la relación era muy tensa. Cada vez que la visitaba los asistentes de Thatcher notaban “un aumento agudo en sus niveles de ansiedad”. Él, impulsado a “compensar su ausencia”, hacía cambios sin consultarla, como sacar de las ventanas las macetas con flores. “En algunas ocasiones se le escuchó gritar a su madre, quien nunca había sido buena a la hora de ponerle límites", describió Moore. Un miembro de su equipo recordó cómo ella ‘se apichonó’ cuando él le dijo, enojado, que había viajado con el portafolios equivocado, no el que él le había regalado. Él solía ser generoso con ella, pero su presencia no la tranquilizaba, precisamente”.

En 2004, cuando la salud de su madre ya era mala y él vivía en Sudáfrica, “Mark fue arrestado por su presunta participación en un complot para un golpe de estado en Guinea Ecuatorial (conocido como el golpe de Wonga), que fracasó cuando los mercenarios fueron detenidos, camino a su objetivo, en Zimbabwe. Sir Mark fue acusado de ayudar a financiar un helicóptero necesario para el golpe, por pedido de un ex militar británico, Simon Mann. Fue detenido en su casa de Ciudad del Cabo”.

La situación era difícil; Mann, que pagó el episodio con varios años de prisión, comprometió mucho al hijo de Thatcher. Mark negoció con la fiscalía: fue sentenciado a cuatro años sin cárcel efectiva: un tiempo de arresto domiciliario y una multa de 2 millones de rands.

 
Poco después de la muerte de su padre, Denis, a cuyo funeral asistió con Margaret Thatcher, Mark fue arrestado en Sudáfrica por haber financiado un intento de golpe en Guinea Ecuatorial. (Alisdair Macdonald/Shutterstock)

“Para Lady Thatcher el episodio fue naturalmente muy angustiante, y sucedió cuando, todavía recuperándose de la muerte de Denis, estaba débil para recibir un nuevo golpe", contó Herself Alone. Como otras veces había pagado las cuentas de Mark en esta ocasión fue prudente: “Ella sabía cómo eran las cosas con su hijo”, dijo Seymour a Moore. Quería ayudarlo pero "sabía que no podía ser arrastrada en el proceso y correr el riesgo de que se convirtiera en un escándalo político”. Por fin pagó el dinero, unas £175.000, y su hijo le cedió obras de arte de Edward Seago que eran de su propiedad pero estaban en la casa de ella.


El libro sorpresa de Carol

La comunicación entre Thatcher y su hija era tan escasa que una vez, cuando Carol preparaba un libro sobre su padre, Below the Parapet, y fue a la oficina de ella para buscar documentación de los años de su compromiso, nadie tenía idea de por qué los querría. Pero la verdadera sorpresa —literalmente: no dijo nada— fue la publicación en 2008 de una descripción minuciosa de la demencia senil de la ex primera ministra, el libro A Swim-on Part in the Goldfish Bowl.

“Carol hizo el primer relato público de la demencia y la pérdida de memoria que sufría su madre. Aunque el ocaso mental de Lady Thatcher no era un secreto precisamente, nunca se había reconocido en público, para proteger su privacidad”, destacó Moore. “Por eso la narración de Carol escandalizó al personal y a los amigos de Lady Thatcher. Carol no les había avisado que iba a hacerlo público”.

 
Los colaboradores de Margaret Thatcher intentaron ocultarle que su hija había publicado un libro en el que exponía en detalle su demencia senil. (Mike Floyd/Daily Mail/Shutterstock)

Según el libro, Carol había notado los primeros síntomas de su madre en el año 2000, cuando confundió la guerra en Bosnia con la guerra en Malvinas. “Los días malos apenas podía recordar el comienzo de una oración cuando llegaba a su final”, escribió.

El equipo de Thatcher quiso esconderle las revelaciones de Carol. “Controlaban cuidadosamente los periódicos que le mostraron apenas se conoció la historia”, relató Moore. Pero una tarde, cuando Lady Thatcher miraba televisión, vio el anticipo de una entrevista con su hija, que decía algo así como ‘Hablamos con Carol Thatcher sobre cómo sobrelleva la enfermedad de su madre’".

Thatcher se enfureció. "Llegó a decir que iba a desheredar a Carol, y comenzó a dar pasos para hacerlo, pero finalmente Julian Seymour la disuadió”, detalló la biografía. En todo caso, el secreto ya había dejado de serlo: "La revelación de Carol inauguró, sin que ella lo quisiera, la temporada de caza”.

Poco antes de su muerte, en 2012, cuando se estrenó La dama de hierro, Thatcher no quiso verla. La película pintaba de manera tan precisa su decadencia y su casa que se llegó a pensar que alguien de confianza había ayudado a la producción. A pesar de todo, a Thatcher le importó saber cómo la había retratado Meryl Streep. Cuando le mostraron una foto de la actriz caracterizada como ella dijo: ‘Hmmm, es atractiva, ¿no?”.

 
Thatcher no quiso ver "La dama de hierro", pero pidió una foto para ver cómo se había caracterizado Meryl Streep. (AP)

martes, 26 de noviembre de 2019

Arte: Monte Longdon

Monte Longdon

11/12 de junio de 1982


Monte Longdon. (Tela del pintor argentino Hector Arenales Solís)

domingo, 24 de noviembre de 2019

Guerra Fría: Malvinas en el medio de la invasión comunista en los 70 y 80s

La precuela de una América Latina en convulsión: del “cisne negro” de Malvinas al advenimiento de Hugo Chávez

Por Juan Bautista "Tata" Yofre ||  Infobae



George Bush, Mikhail Gorbachev, Fidel Castro, Hugo Chávez y Leopoldo Galtieri

En la primera semana de noviembre de 1981 se inauguró la XIV Conferencia de Ejércitos Americanos. Se llevó a cabo en una base del Ejército de los Estados Unidos, cercana a Washington y pegada al río Potomac, que lleva el nombre de Lesley J. McNair, el general de más alto rango que murió en combate en la Segunda Guerra Mundial, en julio de 1944.

La cumbre de comandantes se realizó en un momento llamativo. En esos días el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), una conjunción de socialdemócratas (Guillermo Ungo), castristas y otras organizaciones guerrilleras, luchaba palmo a palmo contra las fuerzas legales en El Salvador. En Nicaragua, el gobierno pro castrista del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) transitaba un poco más de dos años en el poder, y desde Honduras, los “contras”, con la ayuda estadounidense y argentina intentaban voltearlo.

En la cumbre de comandantes participaron todos los delegados latinoamericanos menos los de Cuba y Nicaragua. El tema principal fue “cómo combatir la infiltración cubano- soviética en las Américas”. Edward Meyer, comandante norteamericano abrió la conferencia con un discurso y presentó el temario. Los generales más activos, según todos los informes, fueron los de Argentina, Chile y El Salvador. “Ya estamos en guerra”, dijo uno de los presentes.

Durante la cumbre castrense el jefe de la delegación argentina era el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, un claro exponente de la lucha contra el marxismo que aspiraba a convertirse en un férreo aliado de los Estados Unidos. Lo que no dijo Galtieri a sus “aliados” americanos fue que aspiraba a convertirse en Presidente de la Nación en el corto plazo, con el decisivo apoyo de la Marina argentina. Iba a deponer a Roberto Eduardo Viola y, como concesión a la Armada, pensaba aceptar la invasión o recuperación de las Islas Malvinas. Hacerlo -según él- no acarrearía ningún problema. Esperaba de los americanos un gesto de “hands off” y de los británicos una protesta diplomática. Salió todo al revés: Ronald Reagan, presionado por la opinión pública y por Margaret Thatcher, se vio obligado a apoyar a Gran Bretaña, lo mismo que la OTAN. Cuba y sus aliados apoyaron a la dictadura argentina, su vieja enemiga y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) voló por los aires.

 
Leopoldo Fortunato Galtieri junto a Mario Benjamín Menéndez, en las Islas Malvinas en mayo de 1982

El 21 de diciembre de 1981 Galtieri desplazó a Viola y el 2 de abril de 1982 recuperó las Malvinas. El 14 de junio las tropas argentinas se rendían ante la Task Force británica y comenzaba el último año de la dictadura militar argentina, obligada a entregar el poder a un mandatario constitucional, el radical Raúl Alfonsín.

El “cisne negro”, el acontecimiento sorpresivo, cambiaría con el correr del tiempo el mapa político de América Latina dando origen a gobiernos democráticos.

Ningún representante estadounidense dijo a los presentes que en México se estaba realizando un encuentro secreto entre Carlos Rafael Rodríguez -vicepresidente de Cuba y hombre fuerte del PCC- con el secretario de Estado, Alexander Haig. Es decir, se insuflaba a los comandantes militares un clima de cruzada antimarxista, mientras el socio principal (EE.UU.) comía con el enemigo.

En este contexto, gracias a la gestión del canciller mexicano Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, el nuevo Secretario de Estado Alexander Haig y el vicepresidente cubano e histórico dirigente comunista mantuvieron un encuentro en aquel país. Se llevó a cabo mientras en Washington se hablaba de una invasión estadounidense a Cuba. La cumbre resultó un diálogo de sordos porque ninguno de los dos mostró sus verdaderas cartas. Eso se desprende de los siguientes párrafos del resumen de la reunión:

Alexander Haig: […] existe una tendencia, equivocada o no, a creer que existe un acuerdo entre Moscú y La Habana en relación con varias actividades internacionales, por lo menos un acuerdo tácito. Todo esto creó un ambiente en Estados Unidos que permitió la llegada del presidente Reagan al poder. Estamos siguiendo muy de cerca los sondeos de opinión, y le puedo asegurar que la opinión del pueblo estadounidense está deseando que cambiemos nuestras relaciones con Cuba, y quiere un cambio que no es positivo para Cuba, se ve a Cuba como una amenaza.

Carlos Rafael Rodríguez: Aprecio la oportunidad -después de sus palabras señor secretario- para atribuir la intensificación actual de nuestros conflictos a razones geopolíticas Y espero tener la elocuencia necesaria, dentro del poco tiempo que tenemos, para intentar probar que la realidad geopolítica no es lo que parece ser. Respecto a América Central, no somos sólo nosotros los que hemos dicho que sería un error concebir lo que está pasando hoy en día en la región como el resultado de una actividad subversiva externa. Gobiernos moderados como el de (José) López Portillo comparten esta opinión.

AH: Le puedo asegurar que este paisaje benigno que usted ha pintado no es real. Pedimos a Cuba que reexamine esta posición. No le pedimos a Cuba que se humille. Lamentablemente, ha llegado el momento en que el debate retórico entre Estados Unidos y Cuba no resuelve el problema […] Sin embargo, Cuba está exportando revolución y derramamiento de sangre en el continente. Bueno, lo que estoy diciendo es que debemos encontrar una solución y rápidamente.

CRR: ¿Qué solución? 

AH: Debe haber una solución, porque nadie le dio a Cuba el derecho divino de interferir en los asuntos internos de los países de este hemisferio, sin importar los argumentos que se puedan argumentar para justificarlo.

Con este contexto un año más tarde, el 29 de diciembre de 1982, el Ministro de Defensa Raúl Castro Ruz se reunió con el Presidente del Soviet Supremo y Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética Yuri Andropov. En la cumbre también participaron el Ministro de Defensa, general Dmitri Ustínov, y el integrante del Comité Central del PC de la URSS, K.V. Rusakov. El cubano intentaba establecer nuevos acuerdos comerciales, de provisión de armamento y se mostraba, principalmente, preocupado con la posibilidad de que Cuba pudiera ser invadida por los EE.UU.

 
Hugo Chávez junto a Fidel Catro. Octubre, año 2000 (AP)

En el Ayuda Memoria de la reunión Castro-Andropov, el líder ruso aparece preguntando: “¿Ustedes tienen algunas consideraciones?”

Raúl Castro respondió: Hemos pensado en algo… nosotros pensamos en primer lugar la seguridad de Cuba, fortalecerla, son medidas que obedecen al esfuerzo que debemos hacer nosotros. Además con el suministro de armas modernas y adecuadas, tal como ha resuelto la URSS de forma plenamente satisfactoria […] ¿Qué hemos pensado nosotros que podría hacerse? Creo que a esto se refirió también Fidel en su conversación con el compañero Andropov, que es indispensable que la URSS le haga saber a Estados Unidos, de forma clara y categórica, que una agresión militar a Cuba no será tolerado.

Andropov: Compañero Raúl, yo empezaré por la parte más desagradable y más importante de una consideración que tanto ustedes como nosotros tenemos que tener siempre presente. Nosotros no podemos combatir por Cuba. Sencillamente porque ustedes están a 12 mil kilómetros. Usted es militar, también el compañero Ustinov puede confirmarlo.

Los hermanos Castro eran una máquina de pedir, un barril sin fondo, a un imperio que se hundía. El 9 de febrero de 1984 Yuri Andropov sucumbía víctima de una enfermedad renal. Lo sucedió Konstantín Ustínovich Chernenko, quien solo gobernaría un año porque murió el 10 de marzo de 1985. Llegaba la hora de Mijail Gorbachov, la glásnost (transparencia) y la perestroika (reconstrucción). También llegaría la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán y la implosión del Bloque del Este.

En Chile algunos hablaban del “Año Decisivo” de 1985 y que a la dictadura de Augusto Pinochet le quedaba poco tiempo de vida y eso no sucedió. A fines de 1985 varios partidos firmaron un Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia, cuya unidad derrotaría a Pinochet en el plebiscito de 1988.

El 7 de septiembre de 1986 el Frente Popular Manuel Rodríguez (FPMR) intentó asesinar a Pinochet, cuando retornaba a Santiago desde su casa de descanso El Melocotón, en momentos que la caravana de automóviles transitaba por el Cajón del Maipo. En el enfrentamiento murieron 5 miembros de la escolta presidencial y Pinochet resultó herido en una mano.

Una serie de fracasos llevaron a la división del FPMR. El Partido Comunista abandonó su idea delirante de sacar a Pinochet mediante las armas y se fue inclinando por una transición política y determina parar la lucha armada. El jefe del aparato militar de aquella época es el mismo que hoy reclama la renuncia del presidente Sebastián Piñera.

En 1987 nace el FPMR-Autónomo conducido por el histórico Pellegrin o “comandante José Miguel” cuando el Partido Comunista decide intervenir la comisión militar y reemplazar a tres “comandantes”. A la nueva estructura la secundaba Garvarino Apablaza (hasta hoy refugiado en la Argentina) y tenían el respaldo de Fidel Castro.

En 1988 el grupo emprende la “Guerra Patriótica Nacional”, mientras paralelamente la ciudadanía concurre a las urnas el 5 de octubre para decidir, mediante un plebiscito nacional si Pinochet debía continuar en el poder hasta el 11 de marzo de 1997. Ese miércoles, triunfó la Concertación de Partidos por la Democracia. El 54,71 por ciento dijo que No y 43 % votó Sí. Por lo tanto en 1989 debían realizarse elecciones conjuntas presidenciales y parlamentarias.

El 7 de marzo de 1989 el gobierno de CAP libera los precios de los alimentos y la inestabilidad política y social se profundiza. Tan solo dos años más tarde, el 4 de febrero de 1992, un grupo de mandos intermedios del Ejército, liderado por el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías intenta asaltar el poder pero son derrotados. “Por ahora” como dijo Chávez.

En esos días el ex presidente socialcristiano (COPEI) Rafael Caldera opinará: “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer”.

En medio de escándalos de corrupción, Carlos Andrés Pérez no llegaría al final de su período. Lo sucedió Caldera (1994-1999) y el 6 de diciembre de 1998, Chávez ganará la elección presidencial y marca el final de la vida de los tradicionales partidos políticos que, a través del “Pacto de Punto Fijo” de 1958, habían gobernado el país. Lo que desconocían los venezolanos es que un tiempo más tarde el castrismo se apoderaría de Venezuela.

A Mijail Gorbachov le tocó el ingrato momento de presidir la URSS al producirse la implosión del sistema político, económico y social. El imperio soviético se desintegraba, horadado tras el evidente fracaso del “sistema” planificado. El jueves 9 de noviembre de 1989 se produce la caída del Muro de Berlín y tras el derrumbe comienza a desgranarse la conjunción de países nucleados en el Pacto de Varsovia.

El único país que parecía no enterarse lo que sucedía era Cuba: el 11 de noviembre de 1989, con la ayuda castrista de armas y asesores, el Frente Farabundo Martí inicia su nueva ofensiva final contra el gobierno de Alfredo Cristiani. La guerra en El Salvador –y la fracasada ofensiva, rechazada por tropas entrenadas por estadounidenses- vuelve al primer plano de las noticias.

Para el premier ruso el mundo cambiaba hora a hora y ya no tenía tiempo ni recursos para ocuparse de “el último mohicano” Fidel Castro. Con la angustia de ver como Moscú perdía Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental, Rumania, Hungría y Bulgaria, viajó a la isla de Malta para mantener conversaciones con el presidente George Bush. La cumbre se llevó a cabo los días 2 y 3 de diciembre de 1989. En algunos momentos hablaron acompañados por sus asistentes y en otros a solas.


El presidente de los Estados Unidos, George Bush, y el mandatario de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev durante la Cumbre de Malta en diciembre de 1989 (Shutterstock)

Como en los viejos tiempos, la “cuestión cubana” volvió a estar en la agenda del encuentro. Bush lo insta a abandonar, aunque sea militarmente, a Cuba (y Nicaragua). Algo que ya habían tratado siete años atrás Fidel y Raúl –como hemos visto- con sus pares soviéticos.

Gorbachov: Ahora me gustaría hacer algunas observaciones de carácter filosófico general. Me parece muy importante hablar de las conclusiones que podemos sacar de nuestra experiencia pasada, de la “Guerra Fría”, lo que sucedió, lo que quedará en la historia. Probablemente podamos afirmar que todos hemos vivido un momento histórico. Problemas enteramente nuevos, de los que la gente en el pasado ni siquiera podía concebir, han surgido ante la humanidad ¿Podemos resolverlos usando viejos enfoques? Absolutamente nada surgiría de eso. Durante 45 años hemos logrado evitar una guerra importante. Este hecho por sí solo demuestra que en el pasado todo no era malo. Pero, al mismo tiempo, la conclusión es obvia: el énfasis en la fuerza, en la superioridad militar y, junto con ella, en la carrera de armamentos, no se ha justificado. Ambos países, al parecer, lo comprenden mejor que cualquiera de los otros. El énfasis en la confrontación ideológica tampoco se justificó y sólo resultó en nuestra continua crítica del uno al otro. Llegamos a una línea peligrosa. Y es bueno que supiéramos lo suficiente para detenernos. Es bueno que haya surgido un entendimiento mutuo entre nuestros países.

En la primera sesión privada el líder ruso volvió a sacar a la luz la cuestión cubana:

Gorbachov: En nuestra conversación confidencial, quisiera plantear tres cuestiones. Primero, la cuestión de Centroamérica, principalmente de Cuba. Señor Presidente, tal vez recuerde que después de mi visita a Cuba (en abril) le escribí una carta. Mis conversaciones allí no eran simples. Debo admitir que Castro expresó cierta preocupación por nuestro rumbo. Le aclaramos una serie de asuntos para él, y en general todo terminó bien. Entre otras cosas, le dijimos: “Lo que estamos haciendo en nuestro país está dictado por nuestras necesidades. Lo que está haciendo en su país es su negocio. No estamos interfiriendo con él”. En una conversación cara a cara, Castro nos pidió esencialmente nuestra ayuda para normalizar las relaciones con los Estados Unidos. Recientemente, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Cubana visitó la Unión Soviética. Habló con [funcionarios] en el Ministerio de Defensa de la URSS, así como con el mariscal Akhromeyev. Y repitió confidencialmente esta petición. Te lo confío en una conversación individual y espero que esto quede entre nosotros. De lo contrario, la reacción de Castro puede ser bastante fuerte.

Bush: Ciertamente. No voy a ponerle en una situación embarazosa. No puede haber fugas de mi lado. Entiendo lo delicado que es este asunto para ti.

Gorbachov: Quizás deberíamos pensar en algún tipo de mecanismo para iniciar los contactos sobre este tema. Estamos listos para participar, pero tal vez será innecesario. Depende de usted decidir. Estamos dispuestos a ayudarle a iniciar el diálogo, pero ciertamente es su negocio, y sólo podría pedirle que lo piense.

Bush: Me gustaría, por así decirlo, mostrarle todas mis cartas sobre Centroamérica y sobre Cuba. Si tomamos a nuestros aliados de la OTAN, incluyendo Thatcher, Kohl, Mitterrand, en general no les importa la América Central. Por supuesto, dicen buenas palabras sobre la democratización y las elecciones libres, pero no tienen intereses vitales en lo que está sucediendo allí. Lo mismo se refiere al “flanco izquierdo” del cuerpo político estadounidense. Sin embargo, las jóvenes democracias del Sur del Río Grande, así como la abrumadora mayoría de los estadounidenses, observan esta cuestión muy de cerca. Vemos también que, en comparación con su movimiento hacia adelante, Castro se parece a un ancla que hace este movimiento más difícil. Este hombre está claramente desfasado de los cambios y procesos que han envuelto a la Unión Soviética, Europa del Este y nuestro hemisferio. Los cambios democráticos le son ajenos.

Gorbachov: Lo entiendo. Nosotros defendemos un cambio pacífico. No queremos interferir, y no estamos interfiriendo en los procesos que están teniendo lugar. Deja que el pueblo mismo decida su futuro, sin interferencias externas. […] La Unión Soviética no tiene planes con respecto a las esferas de influencia en América Latina. Este continente está ahora en movimiento. En cuanto a Cuba, tenemos ciertas relaciones establecidas con ella. Se remontan a un cierto período de la historia caracterizado por bloqueos económicos, etc. Ahora nos gustaría transferir gradualmente nuestras relaciones económicas a una vía normal. No hay que olvidar que Cuba es un país soberano con su propio gobierno, sus propias ambiciones y percepciones. No nos toca a nosotros enseñar a Cuba. Que hagan lo que quieran.

 
George Bush y Mikhail Gorbachev en una conferencia sobre la Cumbre de Malta en diciembre de 1989 (AP Photo)

El 25 de diciembre de 1991 la Unión Soviética, formalmente, dejó de existir. Y Gorbachov, un tiempo más tarde, fue obligado a renunciar.

El 27 de diciembre de 1991 el premier castrista le dijo a la Asamblea del Poder Popular que se debía esperar “las peores circunstancias”. En 1994 estalló el Maleconazo y más de 100.000 cubanos lograron escapar de la isla. Solo la brutal represión logró mantener en pie al sistema montado entre 1959 y 1961. ¿Cómo salir del atolladero y sin divisas? La respuesta es simple: ajustando sin compasión.

Así como en 1982 los estadounidenses tuvieron su “cisne negro” que le cambió sustancialmente su política exterior con Hispanoamérica, Fidel Castro encontró pocos años más tarde su propio “cisne” de la buena suerte en manos del venezolano teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías.

En esas horas en Malta tanto Gorbachov como Bush ignoraban que Chávez se había incorporado a un grupo clandestino en 1982 (Fuerzas Armadas Nacionales) y mantenía encuentros con el líder guerrillero venezolano Douglas Bravo, ex jefe de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, brazo armado del Partido de la Revolución Venezolana (PRV). Para sus citas clandestinas Chávez se hacía llamar “José María” o “Che María”.

Unos pocos años más tarde Fidel y Raúl Castro -y sus colaboradores- llevaron a Venezuela al desastre.

viernes, 22 de noviembre de 2019

La biografía del Teniente Estévez

Teniente Estévez: uno de los héroes de Malvinas que todos debemos conocer


El Patriota Argentino
Teniente Estévez
Uno de los héroes de Malvinas que todos debemos conocer


Roberto Estévez


El Teniente (post-mortem Teniente Primero y Cruz al Heroico Valor en Combate) Roberto Néstor Estévez (Posadas, Misiones, Argentina, 24 de febrero de 1957 - Pradera del Ganso, Islas Malvinas, 28 de mayo de 1982) fue un oficial del Ejército Argentino, fallecido a los 25 años, en la Batalla de Pradera del Ganso durante la Guerra de Malvinas.
Desde su muerte durante la guerra, la figura de Estévez es una de las más importantes influencias en el Ejército Argentino, catalogado como un ejemplo de liderazgo, valor y coraje, y referente de lo que deber ser un "buen soldado"

Carrera militar

Oriundo de Posadas, Misiones, era el séptimo de nueve hermanos. Hijo de Roberto Néstor Estévez (a su vez, hijo de José María Estévez, inmigrante español) y Julia Berta Benítez Chapo, cursó el ciclo primario en la Escuela No. 3 "Domingo F. Sarmiento" y la educación secundaria en el Colegio Nacional No. 1 "Martin de Moussy".
Desde su juventud era un confeso católico, muy interesado en todo lo relacionado con la historia argentina y la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
Siguiendo su vocación castrense, marchó rumbo a Buenos Aires para ingresar en febrero de 1975 al Colegio Militar de la Nación. Egresó del arma de infantería como Subteniente el 12 de octubre de 1978.
En el año 1981 realiza el Curso de Comandos en la Escuela de Infantería. En el mismo, durante el desarrollo de una exigente ejercitación, sufrió un paro cardíaco. El médico que lo atendió, no obstante de declararlo muerto, continuó prodigándole los auxilios correspondientes hasta que reaccionó. En forma inmediata, sufre un segundo paro cardíaco, del que vuelve a recuperarse. Fue enviado al hospital en forma inmediata. De forma sorpresiva, al día siguiente, se presentó para continuar el curso.


Desempeño en la Guerra de Malvinas

Participó como Teniente, en el desembarco del 2 de abril de 1982 con el Regimiento de Infantería Mecanizada 25, siendo trasladado a las Islas Malvinas por el buque ARA Almirante Irízar. Como comandante de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25, formada por tres secciones llamadas con los nombres claves de Gato, Bote (nombre de la sección a cargo de Estévez) y Romeo, desembarca en Puerto Argentino el mediodía del 2 de abril. A bordo del buque Isla de los Estado, la sección es enviada el 4 de abril a Puerto Darwin.
El 27 de mayo, el Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi, jefe del Regimiento de Infantería 12, le ordenó a Estévez que su sección debía marchar hacia la primera línea de combate, debido a que los británicos, que habían desembarcado en San Carlos el 1 de mayo, avanzaban hacia Darwin y ya se habían producido enfrentamientos con efectivos del Regimiento.
A las 2 de la madrugada del 28 de mayo llega a Boca House, sitio cercano al actual cementerio de Darwin que ya era zona de combate. Al hacerlo, se cruza con tropas del Regimiento de Infantería 12, a cargo del Subteniente Peluffo, que venía de combatir. Estévez hizo desplegar en forma de abanico a sus aproximadamente cuarenta hombres. Luego entró en combate contra los británicos.
Durante la Batalla de Pradera del Ganso, donde la disparidad de fuerzas era abrumadora a favor de los británicos, Estévez libro combate contra la sección A del 2do. Batallón de Paracaidistas británicos, el cual tenía unos ciento cincuenta efectivos muy bien armados y con apoyo naval. En el combate, que desde las 5 de la mañana se prolongó hasta casi las 10, la sección de Estévez efectuó tres repliegues y sucesivos contraataques.
Durante el combate, Estévez recorría las posiciones, gritando órdenes, bajo el fuego británico. Al salir de un pozo recibió dos balazos uno en el brazo y otro en la pierna izquierda. Tambaleándose, llegó al pozo contiguo. Estévez, quien sin preocuparse de sus propias heridas le pregunto a un soldado conscripto herido y ensangrentado, llamado Sergio Daniel Rodríguez, si se encontraba en buen estado, tomó un fusil FAL y comenzó a disparar; luego, por radio estuvo dando nuevas órdenes. Eran cinco soldados en el pozo en ese momento. Estévez, nuevamente sin importarle sus heridas, tomó el casco de un soldado argentino muerto y se lo colocó en la cabeza al soldado Rodríguez para protegerlo. En ese momento recibió un nuevo balazo en el pómulo derecho, y aunque se trato de auxiliarlo, tras decir unas palabras que no pudieron ser entendidas, falleció. Posteriormente, debido a que Estévez estaba cargado de granadas, su cuerpo fue sacado fuera del pozo. Su cadáver recibió numerosos balazos más, motivo por el cual quedó casi irreconocible. Su tumba, al igual que la de varios soldados argentinos, se encuentra en el cementerio de Darwin en las Islas Malvinas.


Su memorable carta

El 27 de marzo de 1982, en la localidad de Sarmiento, Chubut, día de la partida de su unidad a las Islas Malvinas, escribió una última carta dirigida a su padre. Esta fue entregada a sus familiares en julio de 1982, una vez conocido su fallecimiento, junto con sus objetos personales y una carta para su novia. Las cartas se encuentran en poder de la familia Estévez. A continuación el texto de la carta destinada a su padre:
"Querido papá: Cuando recibas esta carta, yo estaré rindiendo cuentas de mis acciones a Dios Nuestro Señor. El, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de mi misión. Pero, ¡fíjate vos qué misión! ¿No es cierto? Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todos destinados a recuperar las islas Malvinas y restaurar en ellas Nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre generoso, ha querido que éste, su hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a nuestra Patria. Lo único que a todos quiero pedirles es: que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo. Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza. Y, muy importante, que recen por mí. Papá, hay cosas que en un día cualquiera no se dicen entre hombres, pero que hoy debo decírtelas: gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor, gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy, y que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, si Dios lo permite. Un fuerte abrazo. Dios y Patria o Muerte. Roberto."


Legado

En forma póstuma fue ascendido al gradro militar de Teniente Primero, y recibió la Cruz al Heroico Valor en Combate, la máxima condecoración militar de la República Argentina, por:
"Dirigir un contraataque durante la noche, en una zona ocupada por fuerzas enemigas superiores, para permitir el repliegue de efectivos propios comprometidos. Pese a resultar herido seriamente, continuar en la acción, ocupar el objetivo asignado y mantenerlo en situación desventajosa, rechazando sucesivos ataques, oportunidad en la cual ofrenda su vida"
Según lo resuelto por el Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino el 30 de octubre de 2009, en reconocimiento a Estévez, el 14 de noviembre del mismo año, se impuso el nombre histórico de "Teniente Primero Roberto Néstor Estévez" a la "Compañía de Cazadores de Monte 18", de la ciudad de Bernardo de Irigoyen, Misiones. Dicha compañía conforma el primer elemento del Ejército Argentino en recibir un nombre histórico de un soldado caído en la Guerra de Malvinas.
En la estación de Juramento de la línea D de la red de subterráneos de Buenos Aires se exhibe en una vitrina una copia de la carta escrita por Estévez.
En la ciudad de Paraná, Entre Ríos, una calle lleva el nombre de "Teniente Estévez". En Misiones, en Concepción de la Sierra una avenida también lleva su nombre, al igual que otra calle lleva su nombre en la localidad de Puerto Esperanza.
Entre la avenida Lavalle y la calle Japón, en la ciudad de Posadas, una plaza apadrinada por el Centro de ex combatientes en Malvinas, lleva el nombre de "Plaza Tte. 1ro Roberto N. Estévez".
En la localidad Jardín América, a unos 90 km de Posadas, una escuela lleva el nombre "Roberto Néstor Estévez".
En Alto Comedero, San Salvador de Jujuy, un barrio lleva el nombre de "Teniente Estévez".
En San Fernando del Valle de Catamarca un centro vecinal lleva el nombre de "Teniente Don Roberto Néstor Estévez".
El autor Federico Gastón Addisi publico a mediados de 2009 un libro llamado "Estévez, vida de un Cruzado", el cual relata la vida de Estévez.
En el Monumento a los caídos en Malvinas, de la Plaza General San Martín en Buenos Aires, se encuentra en una 25 placas de mármol negro su nombre, al igual que los del resto de los combatientes caídos en la guerra.
En su homenaje se inicio una campaña de donación de bronce para la creación de un monumento con su busto. Hacia diciembre de 2010 se llevaban recolectados 270 kg de bronce, conformado principalmente por llaves, picaportes y candados. El monumento será inaugurado el 28 de mayo de 2011 en la Plaza de Armas del Regimiento de Infantería Mecanizada 25.
Por propuesta del diputado Ángel René Repetto, el 17 de junio de 2010, el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Posadas aprobó por unanimidad la ordenanza Nº 2677, que instituye el 28 de mayo de cada año como el "Día del Héroe de la Ciudad de Posadas". En el acto realizado para conmemorar dicho evento, el comandante de la Brigada de Monte XII, General Mario Gabriel Dotto, expreso:
"La muerte heroica, luego de una vida valerosa se muestra como tal cuando, como en el caso de nuestro camarada, el Teniente Primero Roberto Néstor Estevez, es digna de ser recordada ardorosamente por sus compatriotas. Lo que estaba en sus sueños se convirtió en realidad cuando el 2 de abril de 1982 desembarcó en Malvinas junto a sus hombres para empeñarse en esa causa nacional"


En la sección “Egresados destacados”, de la pagina web del Colegio Militar de la Nación, se encuentra su nombre acompañado del siguiente texto:
"Ejemplo de liderazgo, valor y coraje, el Teniente Primero Estévez, no dudó ni un instante en sacrificar su vida en defensa de la Patria. Muerto en acción de una manera heroica durante el Conflicto del Atlántico Sur, Estévez se erige como un referente de lo que deber ser un buen soldado. Gracias al éxito de su misión se evitaron muchas bajas entre las fuerzas argentinas. Había egresado del Colegio Militar en 1978."


El 10 de octubre de 2010 familiares de soldados fallecidos en la guerra partieron a las Islas Malvinas para inaugurar en el cementerio de Darwin un cenotafio con los nombres de los soldados caídos. Los familiares, entre los que se encontraba José María Estévez (hermano del Teniente Estévez elegido para viajar en representación de su familia) fueron despedidos en Río Gallegos por la presidente Cristina Kirchner. Luego José María Estévez declararía:
"La Presidente me dijo que Roberto ya era patrimonio del pueblo argentino"

En una entrevista, su hermano, también declaro:

"Desde que estuvo en su razón siempre dijo que su idea fija era irse a Malvinas. De chico ya empezó a estudiar o leer algo de lo que eran las Malvinas"
Su hermana, María Julia Estévez de García, declaro:
"Lo único que puedo decir es que mi hermano, ya de chico, soñaba con ser soldado y con ir a las Malvinas. Era muy importante para él. Casi tanto como la familia. Amar a la patria, la familia y la religión. Eso nos enseñó mi padre". "No es porque sea mi hermano, pero es bueno que la historia se sepa. Fue un modelo"
"La emoción que mi familia y yo sentimos es muy grande, especialmente porque quienes combatieron en Malvinas y durante mucho tiempo fueron soslayados, hoy son ampliamente reconocidos. Hablar de mi hermano es recordarlo. Es emocionarme por la infancia que vivimos juntos. Es recordar que él jugaba con soldaditos de plomo sobre mapas de Malvinas y dibujaba historietas donde héroes gauchos recuperaban las islas. El destino le tenía reservado luchar hasta el fin por sus convicciones. Así era mi hermano…"
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EL TENIENTE ESTEVEZ ES CONOCIDO EN RUSIA Y NO POR MUCHOS ARGENTINOS 

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Homenaje a la IMARA: Recorriendo Tumbledown

Aniversario de la IMARA

Homenaje con fotos de Tumbledown. Gracias a Sapucay de Malvinas



Fortificación echa por la gente de nuestro Héroe el Suboficial Castillo, al fondo el campo por donde avanzaron los Escoceses

Todo el sector esta lleno de de restos el combate como ser los oxidados cargadores y la pieza de aluminio que pertenece a una ametralladora MAG



Otra Fortificación de la gente del Suboficial Castillo que reciben de lleno junto a persona del EA a los británicos que salen detrás de la colina que se ve al fondo a unos 800 metros de distancia.

 

Mas posiciones defensivas. En el medio estaban las carpas. Esas piedras estaban una arriba de la otra casi un metro de altura para protegernos de los bombardeos de los buques.


 
Lugar por donde ya a la madrugada suben los Britanicos despues de horas intentando quebrar a nuestros infantes


La posición de la MAG que controlaba el Suboficial Castillo con el Cabo tejada y los soldados Fernández y Palavecino, esta ametralladora figura en los libros británicos como el arma maldita por las bajas que les causó



O estabas escondido en el pozo o combatías... aquí se combatió

Esperando a los británicos detrás de las pircas de Piedra. Al fondo el cerro Dos Hermanas ese es el río de piedras que baja hasta el valle es donde esa noche explotaron los primeros cazabobos. Al fondo derecha, Dos hermanas, al medio Goat Ridge. Izquierda Monte Harriet.


Lugar por donde suben los británicos en el ataque final.


Los británicos tiraron mas de 60 cohetes LAW 66 como el de la foto, siempre trataban primero con esta arma y por ultimo el combate. Era un elemento de limpieza y neutralización de posiciones y para no exponer a sus soldados para "acallar" alguna pieza que les estaba haciendo estragos y después iban al asalto.



Posición o pozo reforzado del jefe de sección el Teniente Carlos Vázquez, totalmente alejado de sus hombres que estaban 200 metros adelante en las piedras al fondo, debido a esto no combatió en toda la noche.


Foto desde el monte Harriet donde se aprecia Tumbledown a la izquierda y Monte William a la derecha, al fondo Puerto Argentino.


lunes, 18 de noviembre de 2019

Ataque a la casona de Ross Road

El ataque quirúrgico que provocó las únicas bajas kelpers




11 de Junio, 1982. Puerto Argentino. Un misil británico impactó en el primer piso de la casona de Ross Road, donde se encontraba el destacamento de inteligencia. (Foto de cámara personal de Nicolás Kasanzew)
Los británicos, a través de inteligencia de señales, dedujeron que esa casa era donde se alojaba y tenía su cuartel general el Gral. Menéndez. Para esta misión enviaron un Helicóptero Wessex armado con misiles filoguiados AS 12. En la oscuridad bajo la cobertura de bombardeo naval, el Wessex se acerco a la costa a baja cota y el oficial de armas disparó y guió el misil con aparatos de visión nocturna hasta el blanco. Una sección de Inteligencia argentina dormía en el lugar del impacto.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Falleció el VGM Brigadier (R) Carlos "Talo" Moreno

Falleció un veterano de Guerra

El Sureño



USHUAIA.- El veterano de Guerra Carlos Moreno, quien integró la Fuerza Aérea y fue el primer piloto que con su avión Mirage atacó a aviones ingleses, en el conflicto de 1982, falleció ayer, pérdida que fue lamentada por la institución que emitió el siguiente comunicado oficial:



La Fuerza Aérea Argentina lamenta comunicar el fallecimiento del brigadier “VGM” (R) Carlos “Talo” Moreno, integrante de la Promoción 37, que se desempeñó como piloto del sistema de armas Mirage V Dagger durante el Conflicto del Atlántico Sur.



Como hecho a destacar, el 1° de mayo, partió desde la BAM Río Grande, junto al teniente Héctor Volponi, y guiados por el radar de Malvinas se convirtieron en las primeras aeronaves argentinas en combatir a dos Sea Harrier.
En este tan sentido momento, la familia aeronáutica acompaña a sus seres queridos, compañeros y amigos y reza por el descanso eterno de su alma.

jueves, 14 de noviembre de 2019

martes, 12 de noviembre de 2019

Vuelven los KK y Londres ya tiene excusas para preocuparse

Tabloide británico ve "riesgo" sobre Malvinas tras contacto de Alberto F. con el laborismo

Por Urgente24


Para el Daily Express, las expresiones del presidente electo sobre la soberanía argentina en las Islas resultan "una declaración de intenciones preocupante".




Malvinas, nuevamente en el centro de la atención



El tradicional tabloide inglés de corte conservador Daily Express se hizo eco del contacto entre Alberto Fernández y el líder laborista Jeremy Corbyn, e interpretó las definiciones del presidente electo como un "riesgo" sobre la posesión británica en las Islas Malvinas. Corbyn representa al sector progresista de la política británica.

Fernández reveló el miércoles en México que recibió la semana pasada la llamada de Corbyn, quien lo felicitó por la victoria electoral del 27-O. En la charla, el dirigente del Frente de Todos habría reiterado la reivindicación de la soberanía argentina sobre el archipiélago.

"Las Islas Malvinas son parte de Latinoamérica, es un territorio que nos arrebataron. Es cierto que hace muchos años perdimos una guerra, pero eso no quita la soberanía que Argentina tiene sobre las Malvinas", expresó Fernández a la prensa.


Y concluyó: "Sea Corbyn o quien sea, siempre voy a reclamar la soberanía de Argentina sobre las Malvinas".

Un día después, el Daily Express tituló: "Malvinas (Falklands) en riesgo mientras el presidente de la Argentina levanta la tapa sobre charlas con Jeremy Corbyn".

"Las Islas Malvinas han vuelto a ser el centro de atención política una vez que el presidente electo argentino Alberto Fernández hizo una revelación de que el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, lo llamó la semana pasada, mientras el nuevo líder en Buenos Aires promete recuperar el archipiélago británico", arranca el artículo de Charlie Bradley.

La nota recupera varios textuales de Fernández vinculados a Malvinas y sostiene que "respaldado por la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, ha prometido reclamar las Islas, como parte de su campaña electoral".

Según el Daily Express, una publicación con más de 200 años de historia, el presidente electo argentino "presentó una declaración de intenciones preocupante a medida que el futuro de las Islas Malvinas se vuelve cada vez más precario en medio de amenazas verbales repetitivas desde Buenos Aires".

El diario también consigna que Fernández recibió el saludo del primer ministro Boris Johnson y que este, a cambio, se encontró con una "advertencia aplastante" respecto a la cuestión Malvinas. Sin embargo, las expresiones de Fernández sólo ratificaban la voluntad de "no renunciar" al histórico reclamo argentino.




En otro pasaje, el Express parece deslizar que estaría en la mente de Fernández algún tipo de acción bélica , a partir de que el "entrante líder peronista ha emitido numerosas advertencias de que él apunta a recuperar las Islas". La sospecha toma mayor volumen cuando el artículo se encarga de contraponer esa supuesta intención con las restricciones constitucionales que impedirían tomar el archipiélago por la fuerza, tras la derrota bélica de 1982.

Según el artículo, "esto deja sólo rutas políticas para el reclamo de las Islas, pero eso no ha desalentado por el momento la retórica de Fernández". Una afiebrada alusión a una improbable plan militar argentino en Malvinas.

domingo, 10 de noviembre de 2019

La razón del apoyo soviético a la Junta Militar

La verdadera razón por la que la Unión Soviética apoyó a la Argentina anticomunista durante la guerra de las Malvinas


La guerra se libró entre Argentina y el Reino Unido, pero la Unión Soviética presuntamente apoyó al país sudamericano en secreto, a pesar del riesgo que representaba para la escena internacional, por una razón muy específica, según un artículo desenterrado.
Por Kate Nicholson || The Express


Margaret Thatcher dirigió al Reino Unido a la batalla con Argentina en 1982 después de que el país sudamericano, liderado por el entonces líder argentino General Leopoldo Galtieri, invadiera el territorio británico de ultramar de las Islas Malvinas. Se produjo una batalla de diez semanas y, con el respaldo de Ronald Reagan en Estados Unidos, el Reino Unido aseguró la victoria y una reelección posterior para la Sra. Thatcher. Sin embargo, algunos argentinos nunca han olvidado sus ambiciones de reclamar las islas como propias. Recientemente, el líder en la carrera electoral presidencial, el peronista Alberto Fernández, advirtió que puede "renovar los reclamos de soberanía" sobre el archipiélago si asume el cargo.

Cuando Argentina trató de hacerse cargo de las Malvinas (el nombre español de las Islas Malvinas) en 1982, se rumoreaba que el estado comunista de la Unión Soviética, liderado por Leonid Brezhnev, en realidad estaba ayudando a la nación, aunque ninguno de los dos países confirmó esta.

Luego, en abril de 2010, The Times informó cómo un periodista llamado Sergei Brilev había publicado un libro llamado "Fidel, Football and the Malvinas" y afirmó que Argentina pudo haber recibido información secreta de la ubicación de Gran Bretaña a través de la Unión Soviética durante el conflicto.

Argentina era anticomunista e incluso había intentado ponerse del lado de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, por lo que la alianza fue una unión sorprendente entre los países.


Leonid Brezhnev y Margaret Thatcher (Imagen: GETTY)


Tropas invasoras británicas que llegan a las Malvinas (Imagen: GETTY)

Escribiendo en The Times, el periodista Tony Halpin explicó el descubrimiento de Brilev: "Moscú fue un aliado poco probable para la junta de derecha que había ocupado las islas, pero el periodista Sergei Brilev ha descubierto evidencia de que la Unión Soviética estaba espiando a los británicos en la altura". del conflicto de 1982 ".

Halpin explicó cómo, según los informes, el Kremlin "estuvo cerca de frustrar la expedición de las Malvinas", así como la "carrera de Margaret Thatcher".

Brilev afirmó que transmitieron inteligencia vital a la Fuerza Aérea Argentina desde satélites soviéticos ubicados sobre la zona de guerra y entrevistó a ex generales del KGB y del Ejército Rojo que confirmaron sus afirmaciones de que Moscú estaba rastreando a la Royal Navy.

El escritor ruso también respondió a la pregunta de por qué estas dos naciones opuestas decidieron unirse, explicando que si bien la Unión Soviética quería "dañar" a Gran Bretaña como un "enemigo de la OTAN", había más factores internos en juego.

El Sr. Haplin resumió: "Argentina fue uno de los dos únicos países que ignoraron un embargo a las exportaciones de alimentos clave a la economía soviética en dificultades después de la invasión de Afganistán por Moscú en 1979".

Brilev le dijo: “El intercambio comercial alcanzó los $ 2 mil millones (£ 1.3 mil millones), que era una suma fantásticamente grande en ese momento. La URSS les debía algo ”.




La Sra. Thatcher llega a Stanley (Imagen: GETTY)
La Sra. Thatcher saluda a los soldados (Imagen: GETTY)

Se cree que la Unión Soviética ayudó ofreciendo un satélite en mayo que ayudó a atacar los objetivos británicos de aterrizaje y hundir el HMS Coventry y el Atlantic Conveyor.

Continuó: "Los datos exactos pasados todavía se clasifican, pero hay una coincidencia de cronología que muestra que varios éxitos argentinos pueden haber sido el resultado de lo que proporcionaron los soviéticos.

“Argentina no tenía la capacidad de inteligencia para rastrear esos barcos. Es muy posible que obtuvieron las coordenadas de los soviéticos ".


La Sra. Thatcher luego formó una buena relación con el líder soviético Mikhail Gorbachev (Imagen: GETTY)

También se cree que en el momento de la guerra, tanto Argentina como el Reino Unido buscaban victorias fáciles porque ambos gobiernos habían caído brevemente en desgracia.

Ninguno de los dos esperaba que la guerra se convirtiera en el evento de 74 días que sucedió.

Sin embargo, una vez que el general argentino Galtieri fue derrocado más tarde que el mismo año, Argentina "cortó los vínculos de inteligencia con Moscú". La Sra. Thatcher incluso estableció una relación con el nuevo líder soviético Mikhail Gorbachev dos años después.