martes, 4 de febrero de 2020

Brexit y la pérdida de guita para los kelpers

El miedo de las Malvinas al Brexit: ¿adiós a las exoneraciones y al financiamiento?




Empresarios y políticos de las Islas Malvinas intentan ser optimistas con respecto al impacto que el Brexit tendrá en su economía y, por el momento, se aferran a su membresía como territorio de ultramar. De todos modos, ya imaginan un escenario sin el financiamiento europeo a programas de investigación.

La entrada en vigencia del Brexit no solo se vive con expectativa en Gran Bretaña, donde ciudadanos y empresas están a la espera de ver cómo la salida de la Unión Europea afectará sus negocios y estatus legales. La misma preocupación se vive en las Islas Malvinas, cuya economía se beneficiaba de la pertenencia al bloque europeo a la hora del comercio de lana, carne y en materia de investigación científica.

Un reportaje del diario local Penguin News recoge la preocupación de parlamentarios y empresarios de las Malvinas: si bien reconocen que se debe esperar para comprender cabalmente los efectos de la decisión británica, temen que perder las exoneraciones de aranceles que tenían por integrar la Unión Europea.

El parlamentario de las islas Michael Poole dijo al periódico que esta etapa está marcada por la incertidumbre y remarcó que la clave del debate debe ser “el acceso (a los mercados) y las tarifas”.

Por el momento, el plan de las autoridades de las Malvinas es concretar encuentros con los principales empresarios malvinenses para definir los puntos que preocupan. Una vez definida una plataforma, enviarán una carta al ministro de Estado para Asuntos Exteriores y de la Commonwealth, Hugo Swire.

Para el también miembro de la Asamblea Legislativa de Malvinas Roger Edwards una de las claves para entender qué sucederá con las exportaciones y los fondos para desarrollo e investigación es definir el estatus de las islas en la Asociación de Territorios y Países de Ultramar (OCTA, por sus siglas en inglés).

La organización, que nació en el año 2000 y actualmente cuenta con 22 miembros, tiene como objetivo coordinar acciones comunes de los territorios de ultramar asociados a estados europeos para contar con mayor peso en la Comisión Europea. Un peso que permite que, si bien los territorios no son formalmente parte de la Unión Europea, sus ciudadanos sean considerados como nacionales dentro del bloque.

Según Edwards, el Gobierno de las Islas Malvinas hizo una consulta a la OCTA para conocer en qué estado quedaba su membresía tras el Brexit. De acuerdo al parlamentario, la respuesta del organismo fue “vaga”.

Malvinas: ¿cómo les afectará económicamente el Brexit?


La incertidumbre que reina en las Malvinas hace que entre sus empresarios haya un arco de sensaciones que van, según consigna el diario isleño, desde la incertidumbre hasta el optimismo.

Por ejemplo, Robert Hall, de la empresa lanera ‘Falkland Wool Growers’, se mostró optimista en que la situación se normalizará a medida que pase el tiempo. Además, estimó que los países europeos no dejarán de necesitar lana desde el exterior y, como la importación de lana cruda no debe pagar tarifas, no habrá cambios demasiado significativos.

John Ferguson, de la ‘Falkland Islands Meat Company’, la empresa cárnica de las islas, recordó que la producción local se beneficia del estatus de territorio de ultramar para no pagar aranceles en la Unión Europea. Por lo tanto, consideró que la salida del bloque europeo “tendrá impacto al menos que se negocie la continuidad de ese estatus”. (RT) #NUESTROMAR

domingo, 2 de febrero de 2020

Situación previa: Las buenas relaciones entre Thatcher y la junta

Negociaciones secretas por Malvinas y venta de armas: las relaciones estrechas de Margaret Thatcher con la dictadura argentina antes de la guerra 

Hasta cuatro días antes del desembarco argentino en las islas, el agregado militar británico en Buenos Aires estaba ofreciendo a la aeronáutica una flota de bombarderos. Tanto los gobiernos laboristas como el de la conservadora aprovisionaron a las fuerzas armadas que les declararían la guerra con sus propios recursos


Por Gabriela Esquivada || Infobae
gesquivada@infobae.com


  Antes del 2 de abril de 1982, Gran Bretaña promovió el comercio y vendió a la dictadura argentina armas que luego se utilizaron contra las fuerzas británicas.

En un club privado de Londres, tomando el té en una vajilla exquisita, la historiadora Grace Livingstone se sorprendió cuando un ex ministro de Margaret Thatcher le dijo:

—No pensamos mucho en las violaciones a los derechos humanos.

Se refería a lo que sucedía en Argentina durante la dictadura, mientras la primera ministra mantenía cordiales relaciones diplomáticas y hacía negocios con ella, al punto que tres días antes de que comenzara la Guerra de Malvinas, un funcionario intentó venderle armas a la aeronáutica.

—Era la Guerra Fría —le recordó el hombre.


La profesora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge quedó impresionada por la franqueza del ex funcionario. Pensó que esas declaraciones serían fundamentales para su libro sobre las relaciones estrechas de la entonces primera ministra británica con un gobierno militar que sembró un país de centros clandestinos de detención y que luego, en un acto cuya motivación política todavía se discute, usó las mismas armas que le había comprado a los ingleses para combatirlos en el Atlántico Sur, ignorando sus propuestas secretas de un acuerdo de entrega de la soberanía de las islas a cambio de un arrendamiento posterior a largo plazo.

“Pero cuando le escribí luego, para pedirle permiso para citar sus palabras exactas, se negó”, siguió Livingston su relato sobre el ex funcionario conservador.

 


Dado lo difícil que es obtener registros fieles de la memoria, sea por el paso del tiempo como por la necesidad de los políticos de presentar su mejor perfil a la historia, Livingstone recurrió a los registros contemporáneos: es decir, los documentos que antes, durante y poco después de la guerra de 1982, el gobierno conservador clasificó como secretos. Así, en los Archivos Nacionales, nació su libro Gran Bretaña y las dictaduras de Argentina y Chile, 1973-1982, que dos años después de su salida se reeditará en marzo en el Reino Unido.

“No sólo brindan la descripción más completa de la venta de armas británicas al régimen, lo cual presenta pruebas de que los ministros violaron sus propios criterios sobre derechos humanos, sino que también traza los lazos politicos y militares entre Gran Bretaña y la junta. Ni el gobierno laborista ni el conservador impusieron sanciones al gobierno militar antes de la invasión de las islas Malvinas en 1982. Ambos promovieron el comercio y vendieron armamento que luego se utilizó contra las fuerzas británicas", sintetizó la autora.

Se suponía que, luego de que en 1979 -tardíamente si se piensa que la ola de golpes militares en el Cono Sur comenzó en 1973- la corona impusiera normas que restringían la venta de armas, se podían negar permisos de exportación cuando se creyera que los productos británicos “se podían usar en la represión interna o representaban una amenaza para las islas Malvinas”.

De hecho, se negaron algunos. Pero no los más importantes: “Las órdenes potencialmente más grandes se aprobaban porque el Ministerio de Asuntos Exteriores quería promover las exportaciones británicas, del mismo modo que quisieron los ministros laboristas y la conservadora”.

¿El resultado? "Parte de este equipo militar se desplegó luego contra las fuerzas británicas en la guerra de Malvinas, incluidos dos destructores Tipo 2, helicópteros Lynx y misiles tierra-aire Sea Dart”.


 
Margaret Thatcher tuvo buena relación con la dictadura, pero también los gobiernos laboristas que la precedieron. (Ling/Evening News/Shutterstock)

Pinochet es fascista, los argentinos son raros

El peronismo es un factor clave en las diferentes perspectivas que los británicos tuvieron ante el dictador Augusto Pinochet en Chile y ante los militares que tomaron el gobierno en Argentina, con una junta inicial conformada por Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti. Mientras el arco del centro a la izquierda criticaba el derrocamiento de Salvador Allende, “el Partido Laborista consideraba que el peronismo era similar al fascismo y no lamentaba la destitución del gobierno corrupto y represivo que encabezaba la viuda de Juan Perón”, explicó Livingstone.

Es cierto que los gobiernos laboristas que gobernaron el Gran Bretaña entre 1974 y 1979 fueron débiles y necesitaban de una delicada trama de alianzas, pero también lo es que Chile “se percibía como un caso transparente de un gobierno socialista elegido democráticamente expulsado por un dictador fascista” mientras que “el movimiento laborista apenas advirtió el golpe en Argentina en 1976”.

Otra diferencia clave, subrayó, fue que “el Partido Comunista Argentino no se opuso al golpe; esto desorientó al Partido Comunista Británico, que había sido una fuerza de importancia en la Campaña de Solidaridad con Chile”. Como la Unión Soviética era “un importante socio comercial de la junta militar argentina”, la confusión se extendió también a quienes no profesaban fe en Moscú. "Por eso las actitudes ante el régimen no cabían claramente en las líneas de la Guerra Fría”.

La dictadura de las juntas militares argentinas no generó amplios movimientos de solidaridad en Europa al comienzo, como Chile: “Del mismo modo que los activistas británicos estaban confundidos por la compleja escena política argentina, que no se podía explicar fácilmente dentro de las líneas de la Guerra Fría, también en Europa había una falta de conciencia de los hechos en Argentina, al menos hasta finales de los setentas, cuando las Madres de Plaza de Mayo comenzaron a llamar la atención del mundo sobre las desapariciones masivas”, justificó la autora.

Chile mereció sanciones; Argentina, en cambio, recibió un rápido aval.

 
La primera junta militar argentina: Emilio Massera, Jorge Videla y Orlando Agosti. (Getty)

Londres esperaba el golpe de estado de 1976, pero no podía saber la fecha exacta. Y el 23 de marzo envió un mensaje a la Cancillería argentina para ofrecer una conversación secreta sobre Malvinas. “Por eso la prioridad del Ministerio de Asuntos Exteriores, al conocer el derrocamiento de Isabel Perón, fue reconocer al régimen ‘en cuanto fuera factible’ para asegurar que los nuevos líderes militares de Argentina no hicieran pública la comunicación secreta británica”.

El ministro de Estado laborista, Ted Rowlands, firmó la aprobación sin mayor demora. “Apenas dos días después de que asumieran los militares, el gobierno británico dio reconocimiento formal al regimen e informó al ministro de Relaciones Exteriores argentino que Gran Bretaña esperaba ‘mantener relaciones cercanas y amistosas’”.

Una cuestión de ideas y una cuestión de negocios

El programa económico de José Martínez de Hoz fue del agrado de Thatcher, ya que ambos profesaban el neoliberalismo, y el mismo funcionario de Videla describió sus políticas como “muy similares a aquellas que procura la primera ministra”. Menos obviamente, también gustó a los laboristas. Era bueno para los negocios: “En total, Martínez de Hoz hizo cuatro visitas al Reino Unido durante los años de la dictadura, tanto durante los gobiernos laboristas como durante el conservador”, contabilizó la investigación. “Fue agasajado por ejecutivos de empresas como British Aerospace (hoy BAE), GEC, Shell, Rolls-Royce y Plessey”.

Cayó muy bien en el Foreign Office, algo que se sumó a la actitud positiva de los diplomáticos británicos de carrera, que a diferencia de los funcionarios elegidos le habían dado la bienvenida al golpe argentino como a todos los demás. “En este periodo de la Guerra Fría —siguió Livingstone— tenían profundas sospechas de la radicalización en el país y en el extranjero. Los principales empresarios británicos compartían estas actitudes y criticaban cualquier política que pudiera ‘arruinar la atmósfera’ a aquellos que querían invertir o comerciar con estas dictaduras”.



 
Distintos documentos muestran las conversaciones secretas entre los británicos y los argentinos sobre Malvinas.

La trama social en la que circulaban estos poderosos del establishment económico y político era estrecha, incluso restringida a un puñado de barrios londinenses como Belgravia y Mayfair. También en los destinos, señaló el libro, la fuerza de la gravedad social tendía a unir a “embajadores y personal de la embajada” con “un entorno aún más cerrado”, que comprendía la comunidad británica de negocios y los argentinos y chilenos de la clase alta.

En eso James Callaghan no fue diferente a Thatcher.

“En el caso de Argentina, el laborismo no intentó imponer sanciones duras contra la junta, así que una vez más hubo escaso conflicto en el proceso de establecimiento de políticas; no obstante, cuando los políticos laboristas consideraron medidas por la situación de derechos humanos, el Ministerio de Asuntos Exteriores aconsejó moderación y advirtió sobre los peligros que correrían las relaciones comerciales y políticas", siguió la autora. En consecuencia “las políticas de los gobiernos laborista y conservador hacia la junta argentina no fueron marcadamente diferentes”. Ninguno impuso un embargo de armas o cualquier tipo de sanciones económicas hasta el 2 de abril de 1982, cuando el dictador Leopoldo Galtieri ordenó el desembarco en Malvinas.

Armas británicas para los argentinos

“El gobierno de Thatcher promovió el comercio con Argentina más vigorosamente que lo que habían hecho los laboristas, y envió dos ministros en visitas al régimen militar, lo cual condujo a un aumento en el comercio y las ventas de armas a la Argentina durante los conservadores”, detalló la historiadora. Thatcher también cerró el exilio político a todos los latinoamericanos y volvió a designar un embajador británico a Buenos Aires en 1979, aunque en realidad el retiro del anterior no había sido —como en Chile— por cuestiones vinculadas a las violaciones a los derechos humanos, sino antes del golpe del 24 de marzo de 1976 y “a instancias del gobierno argentino durante un momento de tensión” sobre Malvinas.


El primer ministro laborista James Callaghan con el presidente estadounidense Jimmy Carter. (US National Archives)

Aunque Gran Bretaña había pasado de tener una suerte de “imperio informal”, como citó la autora la denominación habitual a comienzos del siglo XX, en países como Argentina, hacia la década de 1980 la presencia británica en los mercados latinoamericanos se contrajo hasta el 1,2 por ciento. Con una excepción: “La industria de las armas”, escribió Livingstone. “Durante los setentas, Gran Bretaña fue el segundo proveedor de armamento en América del Sur, con el 25% del total, detrás del 29% de los Estados Unidos, el líder del mercado”.

Destacó: “Era un mercado tan lucrativo que el Ministerio de Asuntos Exteriores recibió gran presión del Departamento de Comercio e Industria, el área de ventas del Departamento de Defensa y las empresas británicas para permitir el comercio de armas con los regímenes militares del Cono Sur a pesar de las preocupaciones por los derechos humanos y la amenaza potencial a las Malvinas”.

Los agregados militares británicos en Buenos Aires eran impulsores denodados de los productos, por sus “vínculos estrechos con los fabricantes de armas”: según la investigadora, “constantemente hacían lobby para la venta de barcos de guerra, vehículos blindados, aeronaves y municiones”.

Destacó: “Apenas tres días antes de la invasión argentina, el agregado militar británico en Buenos Aires hizo una cita para reunirse con el secretario general de la fuerza aérea argentina para tratar de venderle bombarderos”.

Cuatro días antes del comienzo de la guerra

Thatcher vendió helicópteros Lyns, un destructor Tipo 42 y misiles Sea Dart al gobierno de Roberto Viola; sus antecesores Harold Wilson y Callaghan vendieron otro destructor Tipo 42, más helicópteros Lynx y más misiles Sea Dart además de 100 misiles tierra-aire Seacat y Tigercat, un sistema de misiles antiaéreos Blowpipe y 77 ametralladoras para el ejército, la armada y la policía, según detallan los documentos.



 
Es mayo de 1982, apenas unos días antes del desembarco inglés en el estrecho de San Carlos. Una unidad de comandos de la Compañía 601, al mando del mayor Mario Castagneto, aborda un helicóptero para controlar los alrededores del estrecho. Uno de los comandos carga en su espalda un misil tierra-aire Blow Pipe con el que fueron derribados varios aviones y helicópteros ingleses. Foto: Eduardo Farré.

La restricción de ventas de armas que se pudieran usar contra la ciudadanía argentina o contra las islas Malvinas chocaba con una orden de Thatcher a sus ministros: “Debemos hacer un esfuerzo más decidido para vender más equipamiento de defensa en el exterior”. La contradicción se resolvía caso por caso.

Livingstone halló un ejemplo en el material clasificado: en 1981 el titular del Departamento para América Latina del Foreign Office, Robin Fearn, recomendó que se permitiera la venta de kits para adaptar las armas Oerlikon dentro de blindados argentinos: “Estos vehículos tienen claras implicaciones para los derechos humanos y podríamos ser criticados si nos involucrásemos en cualquier etapa de su construcción o montaje. Sin embargo, es improbable que nuestra participación se conozca alguna vez”.

Con la invasión argentina a las islas quedaron pendientes varios pedidos que Thatcher había avalado: un bombardero RAF Vulcan, varios blindados Centaur, un tanque de guerra Vickers, otros ocho helicópteros Lynx, un torpedo Stingray, un equipo de vigilancia aérea Linescan y aviones Canberra, entre otros. En realidad, el agregado militar británico había trabajado en ventas hasta el 29 de marzo de 1982.

Ese día escribió a Londres que durante la primera semana de abril se iba a encontrar con el secretario general de la fuerza aérea argentina para hablar sobre un bombardero aéreo. Los aeronáuticos, dijo, estaban “interesados en adquirir un escuadrón de bombarderos durante" la década de 1980. Se alegró porque “la relación con BAE indudablemente ha mejorado”.

Soberanía y política interna

La continuidad entre laboristas y conservadores y laboristas también se verificó en la discusión sobre la soberanía de las islas del Atlántico Sur. Los laboristas no tenían una posición unívoca pro devolución ni pro independencia.




El HMS Sheffield, impactado por las fuerzas argentinas en el Atlántico Sur el 6 de mayo de 1982.

Aunque el conflicto databa desde 1833, cuando Gran Bretaña desafió la posesión argentina de las islas, desde 1965 se había convertido en un tema internacional porque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había solicitado a las dos partes que llegaran a un acuerdo. Ya en 1953 el entonces presidente Juan Perón había propuesto que Argentina le comprara las islas a la corona, sin suerte.

Laboristas y conservadores llevaron una nueva propuesta a la dictadura: un acuerdo de arrendamiento posterior (leaseback) por el cual Gran Bretaña le transferiría la soberanía de las islas a Argentina a cambio de una renta inmediata de largo plazo. “Tanto James Callaghan como Margaret Thatcher eran escépticos ante la posibilidad de llegar a un acuerdo con Argentina, pero ambos acordaron, a regañadientes, explorar la opción del leaseback. El gobierno de Thatcher llegó tan lejos que sostuvo conversaciones secretas con los argentinos sobre el arrendamiento posterior”.

¿Por qué a regañadientes? Porque nadie estaba dispuesto a “gastar capital político impulsando en el Parlamento un acuerdo con Argentina”, explicó la investigación. “A pesar de aprobar en principio la opción del leaseback, ambos gobiernos dieron marcha atrás cuando enfrentaron oposición de los miembros del parlamento (MP), los isleños y quienes los apoyaban”. Sobre este punto la historiadora analizó “actas de reuniones de gabinete, correspondencia interna de políticos y funcionarios y diarios de políticos” y halló que “la perspectiva de una tormenta parlamentaria y la acusación de abandono de los isleños” representaban un costo político demasiado alto por un asunto que podía seguir los tiempos de la diplomacia.

viernes, 31 de enero de 2020

De Goose Green a Puerto Argentino

La batalla de Goose Green en 1982 y más allá ...

W&W



4 Scorpions, 4 Scimitars y un Sansón fueron a las Malvinas desde 3 y 4 Tropas, 'B' Sqn, The Blues y Royals. Jugaron un papel importante en la reconquista de las islas, ya que eran la única armadura que llegó a tierra.

Coordinación inadecuada del apoyo de fuego y ausencia de un enfoque de armas


El 2 Para se estableció el objetivo totalmente irracional de derrotar a un enemigo atrincherado, establecido en profundidad y desplegado en un frente estrecho con campos de fuego despejados, sin posibilidad de lograr sorpresa, prácticamente ninguna posibilidad de flanquear a Piaggi y, quizás lo más imperdonable de todo, sin nada que se acerque al soporte de fuego adecuado. El hecho de que el HMS Arrow experimentó dificultades técnicas con su arma principal que uno simplemente puede atribuir a los caprichos de la guerra: la 'fricción' de Clausewitz o la 'Ley de Sod', e indudablemente los artilleros y técnicos hicieron todo lo posible, aunque sucedió, sin éxito. para que su arma esté operativa. Pero la ausencia de apoyo de artillería adecuado en el campo es menos perdonable, a pesar de la pérdida crítica de helicópteros de carga pesada el 25 de mayo, cuando el error de cargar tantas máquinas de vital importancia en un solo buque de transporte expuso una mala planificación en su peor momento. En cuanto a la ausencia de apoyo aéreo hasta las fases finales de la batalla, la RAF no asumió ninguna responsabilidad por esto. Con un mejor clima el 27, los ataques aéreos de Harrier lanzados contra el istmo a pedido de Jones podrían haber realizado gran parte del trabajo antes de que 2 Para incluso saliera de su línea de salida temprano a la mañana siguiente, incluso teniendo en cuenta la presencia de cañones antiaéreos, que ya había demostrado su valía en derribar a dos Harriers antes de la batalla. No fue sino hasta las 15:30 horas que aparecieron tres Harriers en el campo de batalla, solo uno de los cuales logró golpear la península al este de Goose Green, pero no logró alcanzar los cañones de 35 mm ubicados allí. Aún así, su presencia puede haber contribuido a la decisión de los argentinos de rendirse a la mañana siguiente.

Sin embargo, si uno puede justificar la falta de disparos navales o apoyo aéreo, la lamentable falta de apoyo de artillería tiene menos comprensión, con solo tres cañones de 105 mm disponibles; tan pocos, de hecho, que continuamente cambiaban su fuego de una compañía a otra según fuera necesario. Esto significaba, por ejemplo, que aunque la Compañía B necesitaba apoyo de fuego durante su avance en Boca House, le negó a la Compañía el mismo apoyo que Farrar-Hockley requirió para romper el punto muerto en su sector hacia el este, que llegó casi exactamente al mismo tiempo : 1200 hrs. La artillería también gastó una considerable cantidad de municiones en un esfuerzo desperdiciado en disparar contra la batería, cuando la falta de inteligencia sobre la ubicación de las armas argentinas hizo que este esfuerzo fuera inútil. Debería haber sido prioritario apoyar a las compañías de fusileros, particularmente A y B, aquellas cuyo avance los argentinos sostuvieron con más éxito. Si bien las armas funcionaron casi continuamente durante la lucha de catorce horas, y dispararon alrededor de 900 proyectiles, con una velocidad de disparo de aproximadamente uno por minuto, no pudieron proporcionar el peso de fuego requerido para mantener el impulso de las tropas. En resumen, un ataque terrestre requiere el máximo apoyo de fuego para ayudar a su avance; incluso, o quizás especialmente, el soldado ordinario aprecia la solidez de este principio. No obstante, prevaleció el párrafo 2, pero el nivel de apoyo de fuego proporcionado una quincena más tarde durante los asaltos sobre, en particular, Mount Harriet y Wireless Ridge, debería haber estado presente en Goose Green. Finalmente, dada la naturaleza plana del suelo, incluso la turba suave, empapada y empapada de agua podría soportar el peso de los tanques ligeros, sin embargo, los cuatro Escorpiones y las cuatro Cimitarras de 3 Brigadas de Comando no fueron, sorprendentemente, desplegados en Goose Green.



Operaciones del 12 al 13 de junio: Monte Tumbledown y Wireless Ridge

En la noche del 12 al 13 de junio, la ofensiva se reanudó, con el esfuerzo principal de venir de la 5 Brigada en el sur contra las defensas de Stanley, lo que implicaba un ataque del Segundo Batallón de la Guardia Escocesa contra Tumbledown y más al norte, un asalto por 2 Para contra Wireless Ridge. La Artillería Real proporcionaría cinco baterías de armas para apoyar estos esfuerzos, junto con cuatro buques de guerra y los ocho tanques de los Blues y Royals, que habían cruzado la isla desde San Carlos. El Monte Tumbledown constituía una posición muy formidable ocupada por elementos del 5º Batallón de Marines, quizás la mejor unidad considerable que los argentinos poseían en las islas, y representaba el puesto clave en las defensas al oeste de Stanley. En la evaluación del teniente coronel Scott, comandante del batallón, un ataque a través de las laderas meridionales expuestas de la montaña representaba un riesgo demasiado grande para sus guardias, por lo que eligió un avance occidental a lo largo de la cresta de la cumbre sin el beneficio de apoyar el fuego. asegurando un enfoque lo más silencioso posible. En la primera fase, una incursión de distracción llevada a cabo a lo largo de la pista Fitzroy-Stanley precedería a la captura por parte de una compañía del extremo occidental de la eminencia, mientras que en la segunda fase otra compañía capturaría el área alrededor de la cumbre. Por último, una tercera empresa se apoderaría del extremo oriental.

El desvío comenzó a las 2030 h, con el avance principal comenzando media hora más tarde en condiciones de congelación. Con el apoyo de tanques ligeros, la fuerza de distracción se enfrentó a los argentinos durante dos horas, seguida de un éxito limitado por parte de otras subunidades que emplean armas anti-armadura contra la fuerza de distracción contra los argentinos durante dos horas, seguida de un éxito limitado por otras subunidades que emplearon anti -armas de armadura contra bunkers argentinos; de hecho, a pesar de los esfuerzos del guardia para usar granadas a distancias peligrosamente cercanas, todavía encontraron que su progreso se mantenía severamente retrasado. Alrededor de las 0230 horas, los atacantes pidieron apoyo de artillería para romper el callejón sin salida, y después de varios casos de combate cuerpo a cuerpo, un puñado de hombres finalmente llegó a la cumbre, pero solo después de una pelea de siete horas, con bayonetas ensangrentadas. Otras compañías hicieron un uso extensivo de sus armas antiaéreas Carl Gustav de 84 mm y armas ligeras antitanque. Los combates no cesaron hasta alrededor de las 0815 h del 13 de junio, mucho después del amanecer, en el transcurso del cual los guardias escoceses sufrieron nueve muertos: dos durante el desvío y cinco en el asalto principal, más otros dos por fuego de mortero cuando los proyectiles cayeron mientras los hombres atendieron a los heridos. Les tomó poco más de once horas desde el momento en que dejaron su línea de salida para que los guardias les arrebataran la cresta a los argentinos, de los cuales doce fueron hechos prisioneros y quizás tres veces ese número asesinado. Representaba un logro significativo, aunque tardó mucho más de lo que se había previsto, una circunstancia casi seguramente atribuible al hecho de que las mejores unidades argentinas se desplegaron allí. Con la caída de Tumbledown fue la característica clave en la defensa de Stanley. Los argentinos evacuaron sus tropas del Monte William esa noche, dejando solo a Wireless Ridge como la última posición elevada para interponerse en el camino de la ofensiva británica.
Animados por su victoria en Goose Green y la única unidad importante que recibió una segunda oportunidad contra los argentinos, a 2 Para se les asignó la tarea de tomar Wireless Ridge la misma noche que el ataque de los Guardias Escoceses en Tumbledown, 12-13 de junio . De pie a 3,2 km (2 millas) al noreste de Tumbledown, Wireless Ridge constituía, de hecho, dos piezas separadas de terreno elevado, que el teniente coronel David Chaundler decidió atacar desde el norte. Mientras que 2 Para había recibido muy poco apoyo de fuego en Goose Green, se planeó todo lo contrario para el ataque contra Wireless Ridge. Aquí, el batallón poseía muchos morteros propios, así como algunos de 3 Para, dos baterías de artillería puestas a su disposición durante el transcurso de la noche, otras armas provistas por la Artillería Real si fuera necesario, y la potencia de fuego de HMS Ambuscade. Finalmente, dos Scorpions y dos Scimitars de Blues y Royals estaban disponibles, capaces de ofrecer un apoyo cercano ya que el terreno aquí, en contraste con las otras características asaltadas hasta ahora, no ofrecía lados abruptos. El séptimo regimiento defensor, que había luchado contra 3 Para en Mount Longdon, desplegó las compañías de fusileros habituales, además de francotiradores, ametralladoras pesadas, morteros y artillería.

Chaundler dividió su plan en cuatro fases para incluir el fuego de artillería preparatoria. La compañía líder abandonó su línea de salida a las 21.45 horas, con el apoyo de las Scimitars y Scorpions, y al llegar a una de las alturas descubrió que los defensores se habían retirado bajo el peso del fuego entrante. Sin embargo, mientras los paras buscaban consolidar esta tierra recién ocupada, ellos mismos se convirtieron en el objetivo de una descarga de artillería. En este punto, hacia el este, otras dos compañías comenzaron su avance desde la línea de salida y se prepararon para atacar a los defensores cuando los argentinos, inclinándose ante la presión de la combinación de artillería, mortero y ametralladoras dirigidas contra su posición, se retiraron . Mientras tanto, otra compañía de paras, apoyada por los tanques ligeros de los Blues y Royals junto con Milans y ametralladoras, progresó constantemente. De hecho, 2 Para logró capturar la primera mitad de la cresta con poco esfuerzo, pero los defensores ofrecieron una resistencia obstinada en la mitad restante, con los atacantes obligados a despejar un búnker después del siguiente. Sin embargo, su avance nunca vaciló, y finalmente la defensa colapsó, dejando al batallón de Chaundler en posesión de la cresta. Al amanecer, una pequeña fuerza de argentinos asaltó la posición, solo para ser rechazada por los defensores y apoyando el fuego extraído de morteros y armas de 105 mm. Cuando el sol salió más alto, los argentinos huyeron en dirección a Stanley.

A diferencia de Goose Green, en Wireless Ridge 2 Para había encontrado poca resistencia, recibió un importante apoyo de fuego de tanques y artillería y había aprendido de la dura experiencia de una quincena antes. La caída de Wireless Ridge y Mount Tumbledown rompió la parte posterior de la red defensiva argentina cerca de Stanley y el 14 de junio, desafiando las órdenes de Galtieri de resistir, Menéndez aceptó un alto el fuego, su rendición absoluta entró en vigencia a las 2059 horas locales.

miércoles, 29 de enero de 2020

Portaaviones enemigo ya realiza maniobras en aguas británicas

El portaaviones de la Armada británica, el HMS Queen Elizabeth, navega para pruebas de aviones F-35B en aguas del Reino Unido

Navy Recognition




El 24 de enero de 2020, el portaaviones de la armada británica HMS Queen Elizabeth zarpó de su puerto de origen, Portsmouth, para realizar pruebas de vuelo con aviones F-35B Lightning del Reino Unido en aguas natales. El HMS Queen Elizabeth es el buque más grande y poderoso jamás construido para la Royal Navy. Este impresionante buque de guerra es capaz de transportar hasta 40 aviones.


El portaaviones de la Armada británica HMS Queen Elizabeth navega para Portsmouth para pruebas en el mar en aguas del Reino Unido. (Fuente de la imagen Armada británica)

Los aviones del Reino Unido Lightning Force realizaron sus primeros vuelos marítimos durante las pruebas operacionales con el portaaviones hace solo unos meses. El buque de guerra de 65,000 toneladas solo había llevado a cabo pruebas con los jets mientras entrenaba en el Atlántico durante 2018 y 2019.

El comandante en jefe del HMS Queen Elizabeth, el capitán Angus Essenhigh, dijo: “Es un verdadero honor para mí llevar al HMS Queen Elizabeth al mar por primera vez como su nuevo oficial en jefe.

"Este período en el mar se basará en los éxitos del despliegue de Westlant 19, proporcionando una oportunidad fantástica para que el barco avance en su generación hacia la huelga de transportistas, y entrenará y calificará a los pilotos del F-35 del Reino Unido en aguas del Reino Unido por primera vez" "

El escuadrón conjunto de Royal Navy y Royal Air Force Lightning Force Training, 207 Squadron, llevará a cabo las pruebas, volando aviones hacia y desde las cubiertas, día y noche desde su base en RAF Marham. Seis pilotos, tanto de la marina como de la fuerza aérea, llevarán a cabo su calificación de portaaviones en ese momento.

Las pruebas darán a los pilotos la práctica de aterrizar en la cubierta de 4.5 acres en una variedad de condiciones, así como probar la tripulación y los sistemas del barco en operación con los aviones que el barco y su hermana, el HMS Prince of Wales, fueron específicamente construido para volar

El teniente comandante Richard Turrell, oficial de cubierta de vuelo en el HMS Queen Elizabeth, agregó: “Esta es una oportunidad fantástica para integrar y calificar aún más a los pilotos, tripulaciones de tierra y aviones del Reino Unido F-35 a bordo del HMS Queen Elizabeth en aguas del Reino Unido.

"Mi equipo está emocionado de llegar al mar y continuar el desarrollo de nuestra asociación de barco a ala a lo largo de 2020 y más allá para desplegarse con plena capacidad de ataque de portadores en 2021".

El portaaviones clase Queen Elizabeth es capaz de transportar cuarenta aviones, un máximo de treinta y seis F-35B y cuatro helicópteros. La variante F-35B de despegue corto / aterrizaje vertical (STOVL) es el primer avión sigiloso STOVL supersónico del mundo. Está diseñado para operar desde bases austeras y una gama de naves con capacidad aérea cerca de zonas de combate de primera línea. También puede despegar y aterrizar convencionalmente desde pistas más largas en bases principales.

La cubierta de vuelo del HMS Queen Elizabeth tiene una enorme extensión de cuatro acres y se utilizará para lanzar el temible nuevo jet rápido F-35B Joint Strike Fighter. Se pueden mover cuatro aviones de combate desde el hangar a la cubierta de vuelo en solo un minuto.


Las imágenes publicadas por el Ministerio de Defensa británico (Ministerio de Defensa) muestran a los aviones británicos F-35 Lightning aterrizando, despegando y flotando a bordo del portaaviones de próxima generación de Gran Bretaña, el HMS Queen Elizabeth por primera vez.

sábado, 25 de enero de 2020

Gobierno K nombra a cobarde VGM K para dirigir museo

Edgardo Esteban, el primer ex combatiente en ser nombrado director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur

El escritor, periodista y guionista fue designado para estar al frente de la institución dedicada a reivindicar la memoria del enfrenamiento bélico de 1982. Es el autor del libro “Iluminados por el fuego”, que fue adaptada al cine por Tristán Bauer, actual ministro de Cultura
Infobae


Edgardo Esteban fue soldado del Grupo de Artillería Aerotransportada 4 durante la guerra, cuando las tropas argentinas fueron bombardeadas por primera vez, Esteban tuvo un ataque de pánico que lo dejó "fuera de servicio" mientras entre llantos pedía que lo retirarán de allí mientras que el resto de sus compañeros aguantaban valientemente en sus posiciones. Incluso ya acomodado y fuera de peligro se negaba a hacer las guardias y como estaba acomodado por los suboficiales se lo permitían. El soldado y compañero de Esteban, Eduardo Vallejos se ofreció a cubrir la guardia que Esteban abandonó, a los pocos minutos una bomba inglesa cayó a 2 metros de la posición de Vallejos matandolo en el acto e hiriendo a otro soldado más. Edgardo Esteban no sólo abandono su puesto y permitió que su cobardía arrebatase la vida de su camarada, sino que paso el resto de la contienda en Puerto Argentino sin que la guerra o el hambre lo alcanzaran. Al volver al continente escribió el libro el cual fue adaptado a una o película, la peor y más cobarde película Argentina sobre la guerra, "ILUMINADOS POR EL FUEGO" donde se la paso difamados a sus compañeros en el frente de batalla mientras el dormía calentito y con la panza llena, además el guión de dicha película está escrito por Miguel Bonanzo, ex jefe guerrillero del ERP.

Esteban fue declarado persona no grata en el regimiento, a casi 4 décadas de la guerra, este cobarde sigue apareciendo en medios y organizaciones gubernamentales hablando de la guerra cuando sólo estuvo 1 DÍA en el frente de batalla, dedicándose a difamar a todos los militares argentinos en la guerra mientras el se llena los bolsillos. Y no faltó mucho para que sus denuncias a los militares endulzaran los oídos de los Kichneristas quienes son los que le dan el espacio para seguir difamado la causa, en el 2015 Esteban se postuló para candidato a diputado por el Mercosur en la Lista 131A encabezada por Daniel Scioli.


Edgardo Esteban, ex combatiente de la Guerra de Malvinas

El escritor, periodista y guionista Edgardo Esteban fue nombrado como nuevo director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, bajo el ala del Ministerio de Cultura de la Nación.

Nacido en Haedo el 20 de junio de 1962, Esteban estará al frente de la institución dedicada a reivindicar la memoria de uno de los sucesos históricos más importantes de la Argentina pero también profundizar el conocimiento sobre el presente de la isla e incorporarla al futuro como parte integrante del país, explicaron de la cartera cultural en un comunicado.

“Este nombramiento tiene la emotiva particularidad de ser el primero que se otorga a un ex combatiente cuyo compromiso con los Derechos Humanos, su trayectoria profesional y su recorrido personal lo ubican como una de las personas más idóneas para asumir este destacado lugar”, agregaron.

 


A los 18 años, mientras hacia el servicio militar obligatorio en el Regimiento 4 de Artillería Aerotransportada de Córdoba, tuvo que combatir en la Guerra de Malvinas el 25 de abril de 1982, donde integró el Grupo de Artillería Aerotransportado 4. Después de la rendición, volvió como prisionero de guerra en el buque inglés Canberra, fue llevado a Campo de Mayo y luego al regimiento de Córdoba, en donde le dieron la baja.

Estudió periodismo en el Circulo de la Prensa y trabajó en destacados medios de comunicación de Argentina y el mundo. Fue Secretario General y Vicepresidente de la Asociación de Corresponsales Extranjeros de la República Argentina y presidente del Grupo por Soberanía, corresponsal en la Argentina del canal Telesur y de la cadena NBC-Telemundo, fue productor también de la cadena CBS. Es autor del libro Iluminados por el Fuego (1993) y guionista de la película, cuyo director fue Tristán Bauer, actual Ministro de Cultura de la Nación. También escribió el libro Las otras islas (2013). Por su militancia a favor de los Derechos Humanos en 2012 recibió el premio Azucena Villaflor.

jueves, 23 de enero de 2020

PBI per cápita de las Malvinas bajo ocupación es el más alto del mundo

Malvinas tiene el PBI per cápita más alto del planeta 

Es por el auge de la pesca y la exportación de crudo, que se prevé alcance su apogeo en 2019. Un análisis arrojó que hoy, desde el punto de vista económico, los "kelpers" son prácticamente "autónomos".



EL PBI MÁS ALTO. Por lejos, las Islas Malvinas poseen hoy el mayor monto per cápita del mundo.

InfoFueguina

Las Islas Malvinas, territorio perteneciente a Tierra del Fuego AIAS, poseen el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita más alto del mundo, con un ingreso anual de US$ 122.000, más del doble de los Estados Unidos de Norteamérica, con US$ 57.000.

Según un análisis del economista y periodista Julián Guarino, de Ámbito Financiero, los 3400 "kelpers" -habitantes de la isla- gozan en los últimos años de un crecimiento exponencial en su actividad económica, potenciada por el auge de la pesca y la exploración de los yacimientos petrolíferos en sus aguas.

Tal es así, que en los últimos cinco años, el PBI creció a un ritmo descomunal, a un promedio del 11 por ciento anual. Para ilustrarlo mejor: en 2013, la cifra era de US$ 77.000 per cápita y en 2016, superó los US$120.000.

En términos ictícolas -industria de la pesca- la situación no podría ser más benévola. El informe detalla que los isleños capitalizan con la concesión de 230 licencias concedidas a buques de bandera española, coreana y taiwanesa, extracciones de más de 200.000 toneladas anuales de pescado.

Por último, si se compara el PBI per cápita actual de Malvinas con el de países enteros, cuyos recursos fuertes son el petróleo y el gas, la diferencia sigue siendo asombrosa. Noruega y Qatar concentran una cifra de US$ 100.000 y U$S 94.000 respectivamente. En tanto, el Principado de Mónaco, arrojó una cifra de US$ 105.000.

En el peor de los casos, de quitarse los recursos obtenidos por la pesca y la exploración de hidrocarburos, el PBI per cápita de los malvinenses rondaría los US$ 48.000, similar al que poseen países como Austria o Japón.

martes, 21 de enero de 2020

Operación Mikado: Detalles del entrenamiento de los C-130 británicos

La 'misión suicida' secreta de las Malvinas

¿La Operación Mikado habría sido un asalto valiente en las mejores tradiciones de la SAS o una misión suicida arrogante?


Los SAS eran muy buenos. Habrían destruido todo a la vista. "Arriba: un transportador de Hércules Foto: Alamy

Por Neil Tweedie y Thomas Harding || The Telegraph


Cinco de la mañana, 21 de mayo de 1982, siete semanas después del conflicto de las Malvinas. El operador de radar argentino en la base aérea de Río Grande, en la isla de Tierra del Fuego, está esperando su cama. Afuera, la lluvia sopla a través del aeródromo desierto.

El blip aparece de la nada, a 25 millas del mar, llegando rápido y bajo. De repente alerta, el operador llama a su oficial de servicio, pero la señal ya se ha desvanecido.

En el Atlántico Sur, dos transportes C130 Hércules del 47° Escuadrón de la Royal Air Force luchan durante la noche. Golpeados por fuertes vientos en contra, surcan las olas a 50 pies para evadir la detección. Los copilotos miran a través de las gafas de visión nocturna, guiando a los pilotos hacia la costa, un lapso suficiente para causar un desastre. La visión nocturna está en su infancia, los dispositivos son un regalo secreto de los estadounidenses. La tensión aumenta a medida que se acerca el aterrizaje sobre Argentina, la conclusión de un vuelo de 13 horas desde la Isla Ascensión que involucra dos encuentros en el aire con los petroleros Victor.

Detrás de las tripulaciones, en las cavernosas bodegas del Hércules, unos 60 hombres del Escuadrón B, 22º Regimiento SAS, preparan sus armas y vehículos, los Land Rovers se erizan con ametralladoras. Esta es una misión unidireccional, los mejores resultados son escapar a Chile neutral o ser capturados. El peor resultado es demasiado obvio.

Minutos después, los C130 aterrizan bruscamente en la pista de aterrizaje de Río Grande. Las puertas traseras ya están abiertas, las rampas bajadas raspan el suelo. En un instante, los Land Rovers están cargando directamente por el delantal donde se encuentran cuatro cazas Super Etendard de la Armada Argentina de fabricación francesa. Algunos de los SAS lanzan cargas a las tomas del motor, mientras que otros buscan a los pilotos Etendard, a quienes dispararán apenas los tengan en la mira. Otro grupo busca el arma que, sobre todo, amenaza a Gran Bretaña con la derrota en el Atlántico Sur: el Exocet. Momentos después, los primeras cargas explotan. Los disparos estallan. El mundo se disuelve en el caos.




Si hubiera sucedido, la Operación Mikado habría sido la incursión más dramática realizada por Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial, un golpe de mano desesperado con la intención de eliminar la amenaza Exocet a la fuerza de tarea de la Royal Navy que busca recuperar las Malvinas. Con el acercamiento del trigésimo aniversario de la guerra, algunos de los involucrados han arrojado nueva luz sobre una operación que puede verse como un asalto audaz en las mejores tradiciones de la SAS o una misión suicida arrogante.

"En mi opinión, lo vi como un boleto de ida", dice Tom Rounds, navegante de una de las dos tripulaciones de Hércules entrenadas para Mikado. “En mi última carta a mi esposa lo dije. Todos teníamos nuestras maletas empacadas. Si no volviéramos, solo tendrían que ponerlos en el próximo avión de regreso al Reino Unido y entregar mis cosas a mi señora ".

El SAS, conocido como "hooligans" para las tripulaciones de la RAF, comenzó a planear asaltos a los aeródromos argentinos a los pocos días de la invasión de las Malvinas el 2 de abril, y un mes antes de Exocet, un misil antibuque rozaolas antibuque construido en Francia en el escenario mundial.

"Los planificadores habían decidido que las bases de cazas eran objetivos aceptables", dice Rounds. “Calculamos que tomaría de 20 a 30 minutos. Los vehículos saldrían corriendo de gamberros para cosechar el caos. Sellaríamos el avión y despegaríamos en un minuto, cosas reales de la Segunda Guerra Mundial ”.

El entrenamiento fue intenso, involucrando ataques nocturnos simulados en campos de aviación de la RAF desde Kinloss en Escocia hasta Binbrook en Lincolnshire. El libro de reglas se rompió cuando el Hércules rugió bajo sobre Gran Bretaña, tratando de entrar en los campos de aviación sin ser visto por el radar terrestre. "A los comandantes de la estación se les dijo que podríamos llegar en cualquier momento y que no llamaríamos a la torre de control", dice Rounds. "Llegamos a tan solo 50 a 100 pies".

El piloto de Rounds fue Jim Norfolk. "Fue muy divertido", dice. “Tan emocionante, tan sangrientamente peligroso también. No había visión nocturna, no había luces de pista. Una vez, el avión trasero terminó en frente. Nos cruzamos en el descenso y nunca supimos nada al respecto ”.

El 19 de abril, Argentina desplegó cuatro de sus cinco Super Etendards en Río Grande. Solo cinco Exocets lanzados al aire estaban disponibles. El 4 de mayo, dos de los cazas, cada uno con un Exocet, fueron en busca de presas. Lo encontraron en forma de HMS Sheffield, solo en servicio de piquete de radar. Tuvo tres minutos para reaccionar antes de que un misil se deslizara por su casco, matando a 20 hombres. La conmoción por la pérdida de un destructor moderno a causa de un solo arma guiada fue profunda, pero las soluciones a la amenaza planteada por los misiles restantes fueron pocas. Los aeródromos patagónicos de Argentina estaban a 4.000 millas de Ascensión, el aeródromo más cercano de Gran Bretaña, haciendo imposible una campaña sostenida de bombardeos de la RAF. Un ataque de Sea Harrier implicaría exponer a los dos portaaviones irremplazables de la fuerza de tarea, Hermes e Invincible, al ataque.

Ingrese el brigadier Peter de la Billière, director de la SAS y uno de los favoritos de Margaret Thatcher desde el asedio de la embajada iraní en Londres en 1980. Ahora defendió el asalto de Mikado al Gabinete de Guerra. Hubo un problema, sin embargo. Algunos controladores terrestres de la RAF afirmaron haber visto a Hércules acercándose a sus aeródromos. La sorpresa era la esencia de Mikado, y la detección temprana sería fatal.

"Hubo un cierto grado de orgullo profesional", dice Rounds. “El control de tráfico aéreo decía: 'Te vimos salir'. Pensé: 'No, no lo hiciste'. Además, fueron advertidos sobre nuestra llegada, los argentinos no lo estarían. Sin embargo, creó negatividad que fue captada por algunos de los SAS ".

El comandante John Moss, comandante del Escuadrón B de SAS, se convenció cada vez menos de la viabilidad de la operación, asuntos que llegaron a un punto crítico mientras su unidad se preparaba para abandonar Hereford para la Ascensión. Se creía que los argentinos estaban tomando medidas para frustrar tal ataque, acuartelando bases aéreas y dispersando aviones.

El 17 de mayo se produjo un gran revés, cuando se canceló una misión encubierta para insertar un equipo SAS para observar Río Grande. El helicóptero involucrado voló a Chile, donde la tripulación y el equipo SAS se entregaron. Chile fue un aliado secreto de Gran Bretaña durante toda la guerra, permitiendo que un Hércules de la RAF se basara primero en la Isla de Pascua en el Pacífico y luego en el continente. Las marcas del avión fueron pintadas y la tripulación se disfrazó con trajes voladores de estilo americano.

Las objeciones de Moss le valieron el despido sumario. En su autobiografía, de la Billière afirma: “Me consternó encontrar que la actitud de esta unidad [Escuadrón B] permaneció tibia. Encontré que el problema estaba en el comandante del escuadrón, que él mismo no creía en la operación propuesta.

Se nombró un CO más entusiasta y el Escuadrón B fue enviado a Ascensión. A pesar del fracaso de la misión de reconocimiento encubierta, Mikado continuó. Llegó más cerca de tener lugar entre el 19 y el 23 de mayo cuando uno, no dos, Hércules estaba preparado para el ataque.

"Tuve un buen desayuno durante todo el día", dice Rounds. "Jim [Norfolk] se paseaba fumando y decía:" Rondas, ¿cómo puedes comer en un momento como este? "

“No es valentía, solo te respaldas a ti mismo. Si te preocupa la muerte, estás en el negocio equivocado. Sal y conviértete en un maldito contador. Es guerra. Estás entrenado para luchar y morir, si es necesario. No importaba si no podíamos salir, pero teníamos que entrar. Siempre había una buena posibilidad de eso. Si el avión se disparó en la pista, no importaba, siempre y cuando los hooligans destruyeran a los combatientes. Volver a casa fue una ventaja.

"Sabías que no ibas a regresar porque no había un plan de tanque para el tramo de regreso", dice Norfolk. “El plan era que nos sentáramos en la pista esperando que los hooligans hicieran sus cosas y regresaran, pero no tenían intención de hacerlo. Iban a pantanos a pie a Chile, y yo iba a tomar el avión y hacer lo mismo ”.

¿Habría funcionado? “Los SAS eran muy buenos. Si pudieran bajarse del avión, habrían destruido todo a la vista. Sin embargo, habría habido mucha venganza, que probablemente habría estado dirigida al Hércules.

¿La incursión de Mikado? Pensé que era realmente estúpido, en realidad. Demasiado sangriento lejos. No fuimos porque no estaba autorizado. Hereford se había vuelto loco con esta idea. Afortunadamente, nuestro comandante de vuelo estaba en Ascensión, manteniéndonos en el lado sensato del vandalismo. A falta de media hora, nos dijo que no se había recibido ninguna orden. Se redujo a Margaret Thatcher, supongo. Hubiera sido una gran escalada ”.

"Estábamos preparados para ir", dice Rounds, "a un pelo del gatillo que se está apretando. Fue un gran anticlimax. La intensidad del entrenamiento fue inmensa ”.

John Moss ha permanecido en silencio sobre Mikado durante 30 años, pero ahora se permite un mínimo de defensa personal. En una referencia puntual a de la Billière, dice: “Solo cuatro personas sabían lo que estaba sucediendo, yo fui uno de ellos. Una persona, que ha escrito un libro, en realidad no lo sabía todo, ya que no estaba en el entrenamiento. Después todos nos dimos la mano y decidimos que nunca diríamos nada al respecto, pero una persona decidió hacer lo contrario.

“Expresé mi punto de vista en ese momento, que sentí que era el correcto. Después de dejar el ejército, bajé a Argentina para ver las cosas con un poco más de detalle. Estoy contento con la decisión que tomé. Fue la correcta y no me importa lo que otras personas hayan hecho ".

Los Exocets lanzados por el aire restantes de Argentina reclamarían una víctima más, el buque portacontenedores Atlantic Conveyor, hundido por un solo golpe el 25 de mayo, el día nacional de Argentina. Con ella fueron los helicópteros Chinook y Wessex destinados al asalto británico en Port Stanley.

"Moss articuló lo que muchos de sus hombres sintieron, y tomó el fuego", dice Rounds. "Personalmente, lamento no haberlo hecho. Tenía muchas ganas de ser probado. Pero hubiéramos tenido la suerte de salir ”.

domingo, 19 de enero de 2020

Recuperación de Malvinas: Un extenso y elucubrativo análisis ruso

¿Cuándo esperar una revancha para las Malvinas? Las declaraciones de alto perfil de Mauricio Macri y la situación real

Revista Militar (original en ruso)


Inspecciones militares argentinas de un Harrier derribado en 1982

Hoy, cuando todo el foco de nuestra atención se centra en los conflictos militares en Nueva Rusia, Siria y Asia Occidental, así como en la tensa situación en la región de Asia y el Pacífico, muchos hechos interesantes surgen de varios medios extranjeros de América del Sur. Argentina, que no quería observar la soberanía colonial británica sobre las Islas Malvinas, originalmente argentinas, que se encuentran en las extensiones del Atlántico a 463 kilómetros del continente, hizo una serie de declaraciones geopolíticas de alto perfil. Estos últimos están acompañados por algunos programas técnicos militares y contratos que nos hacen pensar seriamente en continuar la confrontación por las Islas Malvinas, ilegalmente sacadas del "país del plata" hace 183 años.

Continúa un acalorado debate sobre la propiedad de las Islas Malvinas entre Gran Bretaña y las tierras de la futura Confederación Argentina, y luego Argentina, desde la segunda mitad del siglo XVIII, cuando los españoles en 1770 expulsaron a los británicos de Port Egmont, que este último ocupó en 1766, de manera bastante legal. dos años más tarde que el navegante francés Louis Antoine de Bougainville pobló la isla de Malvinas Este con los primeros asentamientos que luego fueron comprados por el Imperio español. Las relaciones anglo-españolas comenzaron a acercarse a la escalada de un gran conflicto militar en el Teatro del Atlántico Sur, pero la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (Guerra de Independencia de los Estados Unidos), que comenzó en 1775, obligó a Gran Bretaña a cambiar temporalmente su estrategia y abandonar temporalmente las Islas Malvinas.

En 1816, la Argentina ya independiente finalmente declaró a las Malvinas su territorio, pero ya en 1834 se levantó la bandera británica en Port Louis durante 148 años. E incluso la Guerra de Malvinas de 1982 no fue capaz de lograr el éxito de Argentina en el establecimiento de la soberanía sobre las islas.

El teniente general Leopoldo Galtieri, quien se convirtió en el timón del estado en 1981, comparó de manera absolutamente incorrecta el potencial de la Fuerza Aérea y la Armada de Argentina con la Real Armada y la Fuerza Aérea británicas, que a una distancia estratégica tan grande (12,000 km) del reino, aunque perdieron numéricamente, significativamente Superior a la Argentina tecnológicamente. Esto fue especialmente cierto respecto de la superioridad del componente submarino, los aviones antisubmarinos avanzados, así como los misiles aire-aire "Sidewinder" AIM-9L más avanzados, que estaban a disposición del ejército británico. Un papel igualmente importante en la ventaja táctica de los británicos fue el factor geográfico, así como la ausencia de naves de guerra argentinas que transporten aviones de guerra y sistemas efectivos de defensa aérea naval. La gran lejanía del archipiélago de las Malvinas desde la parte continental de América del Sur no permitió que los Mirages, Super Etendars y Skyhokam de Argentina operaran durante mucho tiempo en el área del complejo naval británico y las propias islas debido al alcance insuficiente con puntos totalmente "cargados" colgantes Incluso los tanques de combustible externos no ayudaron, ya que los pilotos argentinos se vieron obligados a mantener aviones tácticos a altitudes extremadamente bajas (alrededor de 100 metros) debido a los excelentes parámetros de energía del radar Blue Fox, que los pilotos de combate British Harrier FRS utilizaron para acercarse a las islas. 1 "fueron encontrados por argentinos a distancias de hasta 55 km, los radares navales Tipo 996 (radares de vigilancia EM clase Sheffield) detectaron objetivos medio-altos a una distancia aún mayor, lo que luego fue confirmado por el trabajo exitoso de los cálculos de defensa antimisiles Sea Dart.

Además, los pilotos del avión de combate argentino de 2 moscas prácticamente no tuvieron la oportunidad de usar el modo de postcombustión, también para ahorrar combustible; esto limitó la relación peso-empuje durante la BVB con los Harriers muy "ágiles". Pero el factor principal que determinó el triste resultado de las batallas aéreas cercanas con el Harrier FRS.1 inglés fue la presencia de misiles aire-aire Shafrir comprados por la Fuerza Aérea Argentina a Israel en los años 70. Estos misiles de corto alcance son contrapartidas ligeramente mejoradas del anticuado AIM-9B estadounidense. Su IR GOS que tenía baja sensibilidad y no podía interceptar a los "Harriers" en el hemisferio frontal. La intercepción en el hemisferio trasero también fue muy difícil: los Harriers tienen una firma infrarroja estructuralmente reducida debido al diseño original del motor turboventilador Pegasus Mk. 104. Las boquillas de aire giratorias delanteras crean tracción por el flujo de aire frío desde el compartimiento del compresor del motor, esta corriente enfría rápidamente la corriente de chorro caliente de las boquillas giratorias traseras que desvían los gases reactivos de la cámara de combustión y la turbina del ventilador. La corriente de chorro finalmente caliente es rápidamente "diseccionada" por estabilizadores invertidos en forma de V, así como por un ala central desarrollada y cascos de PTB debajo del ala.

La lista anterior de hechos técnicos interesantes determinó el resultado de la guerra de Malvinas del año 82, pero este conflicto no se agotó por el fracaso de la época.

En junio de 2015, el mayor general Ricardo Kund, veterano de la Guerra de las Malvinas y ex piloto militar, se convirtió en el comandante de las Fuerzas Terrestres argentinas, y los presidentes anteriores y actuales del país continúan planteando el tema de la disposición para defender plenamente sus intereses en el archipiélago. A principios de 2016, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina recordó el deseo del pueblo y el liderazgo de ganar la soberanía sobre las Islas Malvinas de manera pacífica, pero el tipo de orden mundial multipolar está haciendo sus propias correcciones, y la solución basada en la fuerza no es una excepción a la actual crisis de Malvinas. La última oleada de tensión está asociada con el comienzo del desarrollo de British Falkland Oil and Gas y Premier Oil exploró grandes campos de petróleo y gas en las cercanías de las Islas Malvinas. Naturalmente, ningún acuerdo con el lado argentino fue incluso considerado "en su infancia", lo que causa perplejidad y agresión entre la población y el liderazgo de Argentina.

El éxito de Argentina en la confrontación militar con Gran Bretaña sobre las Malvinas hoy parece una imagen fantástica única, sin embargo, no hace mucho tiempo, comenzaron a aparecer hechos de que la república sudamericana estaba aumentando lenta pero seguramente su potencial técnico militar, y la información sobre posibles importantes contratos de defensa.

Terribles "Kfirs" y "Gripens" de combate de la Fuerza Aérea Argentina en una posible lucha por las Malvinas

La probable reanudación de la confrontación sobre las Islas Malvinas en el futuro no permite un sueño tranquilo no solo para los demagogos y expertos militares británicos, sino también para el mando de las Fuerzas Armadas británicas. Esto puede ser fácilmente confirmado por las acciones regulares del gobierno del reino, que anteriormente, con la ayuda de un poderoso lobby en la UE y en el Medio Oriente, bloqueó lejos de un importante contrato de Argentina para la adquisición de armas más o menos modernas para la fuerza aérea del país. En primer lugar, estamos hablando de actualizar una flota bastante desactualizada, así como una modernización profunda de las máquinas más exitosas de la familia Mirage III-EA / R y las versiones israelíes de la "Daga" y "Dedo" del IAI. Los espejismos continuaron volando con el débil radar de Cyrano, que no podía detectar y rastrear de manera estable los objetivos aéreos contra el fondo de la superficie terrestre. También tenía un alcance corto (40 km) de adquisición de objetivos (3 veces menos que el radar aerotransportado CAPTOR ECR-90 instalado en los nuevos Tifones británicos). Además, con el objetivo de defender las Islas Malvinas, la Fuerza Aérea Británica transfirió un enlace de 4 combatientes multi-rol EF-2000 "Typhoon" al archipiélago. La información sobre el posible contrato de Argentina para la adquisición de bombarderos de primera línea rusos Su-24M, que eran portadores de una amplia gama de armas de misiles de alta precisión y podían cambiar fundamentalmente el equilibrio de poder con los británicos, condujo a una verdadera histeria de los medios británicos, pero el contrato nunca se firmó. La situación se ha mantenido igual.

Y así, a finales de 2015, la publicación de MercoPress publicó datos sobre la firma de un contrato entre Argentina e Israel, que prevé la venta de 18 aviones de combate polivalentes Kfir Block 60 israelíes en la reserva de la Fuerza Aérea del Estado de Medio Oriente a la Fuerza Aérea Argentina. El evento en la historia del ejército argentino es realmente importante, porque la modificación de este "Kfir" (hebreo, "cachorro de león") en términos de características de rendimiento corresponde a la aviación táctica de la generación "4+" y representa una gran amenaza para la Fuerza Aérea Británica y la Armada en el archipiélago de las Malvinas.

A pesar de que el "Kfir Block 60" está representado por un viejo planeador "Mirage", la mejora del último sistema de aviónica y reabastecimiento de combustible permitió que el automóvil aumentara drásticamente su generación hasta aviones como el F-16C Block 50 y Gripen, y en algunas cualidades y superarlos.

 
"Kfir Block 60" repostando en el aire

El factor determinante en el mayor potencial de combate de "Kfir" es un potente radar aire-aire con AFAR EL / M-2052, desarrollado por ELTA. Su modificación de exportación está representada por un conjunto de antenas de 1500 PPM con una potencia total de hasta 10 kW; la estación es capaz de detectar objetivos aéreos con un EPR de 3 m2 en un rango de hasta 260 km, se detectará un objetivo del tipo F-35B (EPR de aproximadamente 0.3 m2) a una distancia de hasta 150 km, lo que no permitirá a los británicos tomar la iniciativa de la Fuerza Aérea Argentina en el aire de largo alcance batalla debido a la baja visibilidad de los relámpagos. Los tifones serán aún más difíciles de enfrentar a los Kfirs modernizados.

El radar EL / M-2052 en términos de distancia de detección excede la mayoría de los radares comunes de los cazas de generación de transición modernos, la superioridad del radar israelí sobre los análogos en rango, según los datos publicados, se ve así: AN / APG-79 (Super Hornet) - 1.7 , ECR-90 CAPTOR (“Typhoon”) - 1.9, AN / APG-63 (V) 3 (F-15SE “Silent Eagle”) - 1.5; y, por paradójico que parezca, el radar israelí incluso lo supera con el AFAR AN / APG-81, la familia de caza estadounidense sigilosa F-35, que entrará en servicio con la Royal Navy de Gran Bretaña.

Lo único que la estación de radar israelí es inferior a la estadounidense es el número de objetivos acompañados por el paso (64 contra 100) y la ausencia de un modo de apertura sintetizado para escanear la superficie de la tierra en busca de varios tipos de equipos terrestres con una resolución de hasta varios metros. Sin embargo, la estación está perfectamente adaptada para la detección de objetivos de superficie remotos y la designación de objetivos para misiles antibuques modernos de largo alcance, que se pueden unificar de dos maneras con la arquitectura abierta de aviónica "Kfir Block 60".

Incluso dos escuadrones incompletos de 18 Kfirs pueden causar muchos problemas a la flota británica cerca de las Malvinas. En la versión antibuque, dicho regimiento aéreo puede transportar hasta 64 misiles antibuque modernos con un alcance de 200-250 km. Y enviar al fondo un par de naves de apoyo o incluso un EM "45 Daring" ultramoderno sin entrar en el peligroso radio de destrucción de sus sistemas de defensa aérea Sylver es fácil para ellos, porque los argentinos recordaban bien el 82º año, cuando había muchos Skyhawks y El Mirage fue derribado por los sistemas de defensa aérea naval de Sea Dart.

Los "Kfirs" son autos de alta velocidad capaces de alcanzar velocidades de 2.2M, y su radio de acción de combate es de aproximadamente 1000 km, que cubre completamente todas las líneas y direcciones de vuelo al archipiélago de las Malvinas. No es ningún secreto que la aeronave está equipada con un sistema de designación de objetivo montado en el casco sincronizado con radar y misiles ICGSN BVB "Python", así como sistemas para intercambiar información táctica en canales de radio de comunicación con aeronaves vecinas y radares aéreos y terrestres.

Debido a estas innovaciones, la Fuerza Aérea Argentina puede lograr un éxito significativo en ciertas OH Malvinas. Pero para una superioridad a largo plazo sobre la Armada británica, que tiene dos portaaviones clase Queen Elizabeth con un ala de avión de 76 F-35B, 11 Trafalgar y Astute MAPL, así como 6 EMF Daring, se necesitan muchas más fuerzas que están ausentes tanto en la Fuerza Aérea como en la Armada de Argentina.

Aparentemente, se planea eliminar el inconveniente mediante la adquisición de un cierto número de modificaciones simplificadas o modificadas en Brasil de la creación de SAAB: el luchador multiusos "Gripen NG" Jas-39. Un contrato para la compra de estos aviones puede firmarse e implementarse exclusivamente bajo la supervisión del Comité Coordinador para la selección de aviones de combate en Brasil, y sin componentes británicos reemplazados por otros dispositivos similares. El Reino Unido ya ha bloqueado las entregas directas de Gripen desde los talleres de ensamblaje de SAAB a Argentina. Por ejemplo, es poco probable que Argentina reciba la modificación "Gripen NG" con el nuevo radar Selex Galileo Raven ES-05 AFAR, que se fabrica en Edimburgo, Escocia, pero puede obtener mejores versiones de radares como NORA u otros radares que se pueden unificar con el sistema de control Grypena.

Pero el argentino Jas-39, desafortunadamente británico, no se verá privado del sistema de intercambio de tácticas CDL-39, creado por Ericsson sobre la base de la estación de radio digital estadounidense Fr90, utilizando el algoritmo más complicado para codificar el canal de radio y la interpolación de frecuencia. El sistema de intercambio de datos táctico CDL-39 está aproximadamente 2 veces por delante del famoso Link-16 en velocidad de transferencia de datos y tiene transferencia de datos bidireccional, sin ningún sistema jerárquico típico de Link-16.

Una característica importante de la futura Fuerza Aérea Argentina es la posibilidad de usar Kfirs con el nuevo radar EL / M-2052 como un "mini AWACS", como se practica en el MiG-31BM - Su-27, Su-30SM - Su-27, y así sucesivamente. d. La única pregunta que permanece abierta es el suministro de misiles aire-aire de largo alcance que podrían exceder el rango de productos tales como MBDA Meteor o AIM-120C-7/8, que tarde o temprano encontrarán su solución. De hecho, la situación geopolítica actual en Asia ahora está jugando a favor de Argentina.

Israel, el principal proveedor de aviones militares a Argentina en los últimos 40 años, insatisfecho con el levantamiento de la mayoría de las sanciones contra Irán por parte de la UE y los EE. UU. Y, por lo tanto, independientemente de la posible presión de Gran Bretaña y sus socios europeos, continuará brindando apoyo técnico y logístico para los contratos de defensa argentinos, desempeñando un papel primordial en la situación que rodea la disputa sobre la propiedad de las Islas Malvinas.

Los argentinos tienen un plan "B". Las corporaciones chinas "Shenyang" y "Chengdu" han cambiado durante mucho tiempo a la producción de aviones de un "grado" completamente nuevo. Si hasta mediados de los 90 estas compañías se especializaban solo en la producción de máquinas de tercera generación como la J-8IIM y la J-8III, desarrolladas sobre la base de las últimas versiones de la MiG-21, teniendo en cuenta el diseño de la Su-15, entonces en 1998 había un radical Salto en la tecnología del complejo militar-industrial chino: el primer vuelo fue realizado por la ligera MFI J-10. La aparición en el escenario mundial de combatientes y bombarderos de múltiples funciones como el Su-27, Su-30, F-22A y Su-34 hizo que el Imperio Celestial se apresurara, porque la flota aérea "decrépita" del montón de copias modificadas del MiG-17/19/21 ya no correspondía a nuevas amenazas. , y el país ya estaba posicionado como una joven superpotencia.


Un prototipo del caza chino de quinta generación J-31. La fiabilidad de este caza bimotor es significativamente mayor que la del F-35B monomotor estadounidense. Además del hecho de que el caza estadounidense está equipado con un motor turbofan Pratt & Whitney F135-400 sofisticado y menos confiable con un "cardan" para un ventilador de elevación, la máquina china tiene un diseño más confiable, donde las góndolas de los dos motores están separadas por una distancia considerable entre sí, lo que reduce la posibilidad de ignición mutua plantas de energía cuando una de ellas está dañada. El alcance del J-31 es de 1250 km, F-35B, solo 865 km; Al instalar un radar más potente, el caza chino se convierte en un complejo de aviación completo de la quinta generación, significativamente por delante del F-35


Ahora China tiene una enorme gama de aviones tácticos prometedores para la exportación. Y Chengdu siempre ha considerado a Argentina como un comprador del muy popular y avanzado FC-1 (JF-17), que no es inferior en sus cualidades de impacto al mismo Gripen. También había esperanzas de un acuerdo con los argentinos sobre los últimos luchadores discretos del "Shenyang" J-31. Esto, por cierto, sería la solución más correcta para este último, porque después de equipar los radares israelíes con AFAR, los "sigilos" chinos se convertirían en vehículos de quinta generación mucho más formidables que los F-35B británicos (radio de combate sonoro de J-31 en 1, 5 veces más alto que los indicadores de Lightning con KVVP).


Submarino nuclear multipropósito de la flota británica S.88 "Tireless" clase "Trafalgar". Pertenece a la clase de submarinos torpedos, pero desde el TA de 533 mm también se puede lanzar el “Tomahawk” TFM BGM-109C / D / E para golpear objetivos terrestres y terrestres remotos dentro de un radio de 900 km, por lo que el submarino se considera un ataque y puede participar en el aire táctico y estratégico. -ofunciones cósmicas ofensivas. En ausencia de una cobertura adecuada de las instalaciones estratégicas argentinas con modernos sistemas de defensa antimisiles, cualquier confrontación militar con los británicos podría terminar en una sorpresa muy desagradable en forma de docenas de "Tomahawks" que "estallaron" desde cualquier dirección operativa hasta la Antártida.

Pero una serie de dificultades asociadas con la débil defensa aérea de las bases aéreas argentinas de los ataques con misiles Tomahawks de los submarinos británicos Astute y Trafalgar, así como con el despliegue de sistemas de misiles antiaéreos costeros de largo alcance para apoyar a los aviones de ataque, no permite ningún avance hacia guerra por las islas. Argentina no tiene una defensa antisubmarina adecuada, ni modernos submarinos diesel-eléctricos para librar una guerra submarina con la Gran Bretaña tecnológica. Y solo después de resolver estos problemas será posible pensar seriamente en la venganza de Argentina en la disputa territorial de siglos.

viernes, 17 de enero de 2020

Guerra Aérea en Malvinas: Batalla de Goose Green (7)

Guerra Aérea en Malvinas

K-Planes
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Batalla de Goose Green



Después de asegurar su posición en las islas, las fuerzas británicas comenzaron los preparativos para desalojar a los argentinos de Goose Green, un istmo en el extremo sur de Malvinas Este. El objetivo principal del inminente asalto fue la pista de aterrizaje en Goose Green, desde donde había estado operando el avión de ataque ligero Pucara. Las fuerzas británicas se comprometieron con el asalto compuesto por el 2º Batallón de 2 Para, apoyado por tres obuses de 105 mm, un ATGM MILÁN, varios helicópteros exploradores y el apoyo aéreo de los Harriers de la flota. Las fuerzas argentinas estaban en desventaja considerable: los Regimientos de Infantería 12 y 25 reclutados componían la mayor parte de la fuerza, mientras que el personal de la FAA tripuló seis SPAAG guiados por radar de 20 mm y dos de 35 mm. El apoyo de artillería argentina consistió en cuatro obuses de 105 mm, mientras que el contingente del aeródromo de Pucaras, reubicado en Stanley, estaba listo para proporcionar CAS.



Los argentinos esperaban un asalto a Goose Green desde hace algún tiempo. A principios de mes, el 4 de mayo, tres Sea Harriers de Hermes habían atacado el aeródromo de Goose Green, perdiendo uno de sus números ante los SPAAG en el aeródromo. Más tarde, cuando se lanzó el asalto a Puerto San Carlos, las fuerzas del SAS se habían infiltrado en el área alrededor de Goose Green, simulando un ataque y mapeando las posiciones enemigas. Si bien las fuerzas argentinas eran de hecho reclutas, su comandante había hecho lo que pudo para dar a sus hombres un curso acelerado de entrenamiento de comando.



Alrededor de las 2:30 del 28 de mayo, comenzó el asalto a Goose Green. Los disparos del HMS Arrow apoyaron el breve asalto mientras las posiciones argentinas hacia adelante retrocedían. Sin embargo, después de superar rápidamente las posiciones argentinas en Darwin Hill, que pasaban por alto a Goose Green, 2 Para se empantanó cuando el sol salió sobre el campo de batalla. Cuando las fuerzas británicas sufrieron bajas, se envió un helicóptero explorador para recuperar las bajas. Sin embargo, fue interceptado por un Pucara que salió del aeródromo de Stanley y fue derribado. La batalla se prolongó durante varias horas más, con los británicos finalmente asegurando Darwin Hill después de una brutal batalla a última hora de la mañana.