Introducción
Luego de que un contingente de fuerzas argentinas desembarcara en las Malvinas el día 2 de abril de 1982, y reestableciera la soberanía argentina sobre las islas, se emitió la orden de operaciones 888/82"S" que determinaba el minado naval defensivo de las vias de acceso a la capital de las Islas Malvinas.El plan de minado confeccionado por el mando naval argentino tenía el objetivo de evitar la aproximación de submarinos enemigos e impedir de esta manera el desembarco de buzos tácticos o comandos anfibios desde dichas unidades a Puerto Groussac y a las playas ubicadas al sur del cabo San Felipe, estableciendo el sembrado de cuatro campos de minas, que de norte a sur se denominarían: "Campo 3", "Tommie 1", "Tommie 2" y "Campo 4"; situados los dos primeros al norte del cabo San Felipe y los dos últimos al sur del mismo.
En la práctica, los campos "Tommie 1" y "Tommie 2" se conformaron con un pequeño lote de minas de orinque transportadas por el ARA Bahía Buen Suceso; pero los campos 3 y 4 no se llegaron a sembrar por falta de minas; pues el segundo lote, que era mas numeroso e incluía minas magnéticas, se embarcó en el buque ELMA Córdoba, el cuál nunca llegó a las Malvinas.
Por motivos análogos tampoco se ejecutó el plan diseñado para el minado de ambas entradas del estrecho de San Carlos ni tampoco se hizo el minado de la isla San Pedro (Georgias del Sur).
Asimismo, luego del desembarco británico en San Carlos, se planificó un minado aéreo ofensivo en la entrada norte del estrecho de San Carlos, que no pudo concretarse por no haber más disponibilidad de aviones Neptune, los únicos que podrían haberlo realizado.
Croquis de los campos minados navales para bloquear los accesos a Puerto Argentino
(Los campos 3 y 4 no llegaron a sembrarse)
La utilidad o no de los campos de minas "Tommie 1" y "Tommie 2" es de difícil evaluación; pero debe notarse que los británicos no intentaron ninguna operación anfibia de desembarco de tropas por esas vias de acceso a Puerto Argentino.
Sólo tras la caída de la plaza, y con los mapas de minado provistos por los argentinos a la vista, los buques ingleses se atrevieron a ingresar a las aguas cercanas a la capital del archipiélago.
Ejecución del minado naval defensivo
El ARA Bahía Buen Suceso llegó a la capital de las islas el día 11 de abril de 1982, transportando 22 minas de orinque, modelo argentino 1925; y también llevando dos plataformas diseñadas para sembrar minas usando las grúas de los buques.
Dichas plataformas se habían fabricado en el Taller de Armas de la Base Naval de Puerto Belgrano, tenían forma de jaula y en su interior se colocaba cada mina naval a sembrar. La jaula poseía un dispositivo, que se accionaba mediante un cable de acero y gancho disparador, para provocar su apertura cuando se la situaba en posición, y así obtener la consiguiente caída de la mina sobre el mar.
Las 22 minas eran del tipo "de contacto", se habían construido en la década de 1940 y su parte activa constaba de una esfera de hierro con 7 protuberancias de plomo conocidas como cabezas de contacto o cuernos, en cuyo interior existían sendas ampolletas de vidrio llenas con un electrólito líquido especial.
Vista de una mina de orinque, modelo argentino 1925, exhibida en el Museo Naval de la Nación
Fuente: Daniel G. Gionco
Si el casco de un buque golpeaba un cuerno, se rompía su ampolleta interna y el líquido se derramaba sobre las placas de una pila de zinc-carbón que carecía del correspondiente electrólito líquido. Así, al caer éste en el espacio interplacas, se activaba la pila, se generaba una tensión eléctrica y se energizaba un circuito que provocaba la detonación de la espoleta, con la inmediata explosión de la mina naval.
Este modelo de mina pesaba unos 800 kg, incluía 150 kg de TNT fundido y tenía un cable (orinque) que unía a la parte esférica de la mina con un peso muerto con forma de cubo, que servía para anclarla al fondo del mar.
Dicho peso muerto era de 180 kg, poseía 4 pequeñas ruedas en su base, tenía un carrete sobre el que se arrollaba el orinque y contaba con un complejo dispositivo para un ajuste preciso de la profundidad a la que quedaría sumergida la parte esférica de la mina.
Asimismo la mina tenía un mecanismo de seguro que la desactivaba cuando no existía ninguna tensión mecánica en el orinque; y también poseía otro sistema de seguro basado en una pieza soluble, que mantenía a la mina desactivada hasta que la misma permaneciese sumergida en el mar por un lapso superior a los 30 minutos, y entonces, la pieza de seguro se disolviese.
Para mayor seguridad de manipuleo, los cuernos de la mina estaban mecánicamente protegidos mediante capuchones de bronce, que sólo se quitaban un momento antes del sembrado de la misma.
Como no se disponía de ningún buque diseñado específicamente para ejecutar el minado naval defensivo en las aguas circundantes a Puerto Argentino, se debió recurrir a los buques mayores del Apostadero Naval Malvinas; aunque éstos no contasen con todos los dispositivos necesarios para realizar la tarea con precisión, por ser básicamente unidades de transporte naval.
Dado que los guinches del ARA Bahía Buen Suceso no permitían mover con soltura a las minas de orinque a fondear, se seleccionó al ARA Isla de los Estados para efectuar la misión de minado.
Así, luego del traspaso de minas entre ambos buques del Apostadero, el ARA Isla de los Estados realizó el sembrado de los campos de minas, entre los días 15 y 17 de abril, con la colaboración del Forrest.
Durante la difícil tarea de minado nocturno, el ARA Isla de los Estados navegaba en total silencio sobre la línea de profundidad de 60 metros, mientras que el Forrest lo hacía paralelamente a él, a unos 4 km mar adentro, donde la profundidad ya era de 120 metros y permitía una amplia libertad de maniobra a los submarinos enemigos que pudieran incursionar en la zona.
El Forrest, además de ayudar a situar la posición de las minas, fundamentalmente operaba como cortinador acústico antitorpedos; para lo cual se pusieron en marcha todos sus motores, se colgaron cadenas en las bandas que golpeaban el casco con el movimiento de la nave, se encendieron las dos sondas para producir interferencias y se ordenó a la tripulación que martillara el casco para atraer hacia sí los posibles ataques con torpedos destinados al buque minador, con el consiguiente peligro que provocaba esa ruidosa acción de señuelo.
Tampoco el ARA Isla de los Estados estuvo libre de riesgos. Durante el sembrado de la primera mina, la presencia de vientos de más de 25 nudos y un "mar 4" llevó a que el buque experimentara fuertes rolidos, que impidieron que el dispositivo de apertura de la jaula funcionase correctamente cuando se situó sobre el mar mediante la grúa central de la nave.
Entonces, cuando la mina fué llevada de regreso hacia la bodega del buque, la jaula se abrió inesperadamente, y la mina cayó desde una decena de metros hasta chocar contra el piso de la bodega, donde estaban las restantes 21 minas y varios integrantes del Apostadero.
Un comprensible silencio de muerte siguió las alternativas del incidente, pero el funcionamiento correcto de los mecanismos de seguro impidió que se produjese una gran explosión, que hubiese destruído completamente el buque.
Inmediatamente el teniente González Llanos y los suboficiales Bertorello y Ledesma procedieron a abrir la tapa de registro de la mina y desconectaron los 2 cables del circuito detonador de la espoleta; realizando esta acción más para tranquilizar a la tripulación del buque que para cubrir una real necesidad de seguridad.
Descartada esa primera mina, que quedó inutilizada, se resolvió modificar el método de sembrado. Entonces cerca de la popa del ARA Isla de los Estados, y sobre su banda de estribor, se soldaron dos rieles "en V" sobre los que se apoyarían las 4 ruedas de la base de cada mina a sembrar.
Los rieles estaban inclinados, partían desde la tapa de una de las bodegas para terminar unos metros más allá de la borda y tenían un par de cáncamos o anillas en la zona mas elevada, que servían para retener la mina mediante la atadura de sendos cabos.
Cuando desde el puente se hacía sonar una campana para ordenar la liberación de la mina, se cortaban los cabos mediante navajas marineras y la mina se deslizaba por los rieles, hasta caer al mar.
Usando el improvisado pero efectivo sistema de rieles, en la jornada siguiente se sembraron las restantes 21 minas sin mayores problemas, siguiendo una línea a 9 km de la costa y con un espaciamiento de 450 metros entre sí, que era mucho mayor que el valor mínimo de 37 metros aconsejado en los manuales, en virtud de la reducida disponibilidad de minas que había en las islas.
Tras las tensionantes jornadas del sembrado de las minas modelo argentino 1925, el Forrest y las restantes unidades menores del Apostadero Naval Malvinas se utilizaron para el guiado de los buques a través de los campos minados que protegían el acceso a Puerto Argentino, con la ayuda de las cartas naúticas en las que se había marcado la posición de cada mina fondeada.
Es de notar que los campos "Tommie 1" y "Tommie 2" no se completaron con una segunda línea de minas magnéticas a 18 km de la costa como se había previsto, por las carencias materiales señaladas anteriormente.
Finalmente cabe señalar que esta operación es considerada como la primera acción bélica de fondeo de minas navales activadas en la historia de la Armada Argentina, y que en el sembrado de dichas minas participaron los siguientes integrantes del Apostadero Naval Malvinas:
GRADO
NOMBRE Y APELLIDO
CCCB
Alois Esteban PAYAROLA.
TNCB
Horacio GONZÁLEZ LLANOS
SSAS
Ovidio Néstor BERTORELLO
SSAS
Juan Carlos LEDESMA
CPAS
Miguel Ángel SOSA
CSAS
Adolfo Elías JURADO
CSAS
Eduardo José RIVERO
CC62
Héctor Daniel BERRO
CC62
Julio Alberto CASAS PARERA
CC62
Ernesto Antonio GULLÁ
Apostadero Malvinas
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