Peor accidente del SAS desde la SGM
Sea King trasportando Comandos SAS Special Air Service Britanicos cae aparentemente por unas bandadas de Albatros del Sur... Sin embargo hay dudas si habría sido un ave (que no vuelan de noche, ni tan lejos de las islas) o algún problema mecánico o error del piloto. Jamás se sabrá, pero entiendo que tapa muchas responsabilidades hechar culpas a un plumífero que quedó en una turbina.
Veinte miembros de la unidad élite murieron cuando su helicóptero Sea King perdió poder y se acabó en el atlántico sur helado después de una colisión con un albatros por un capricho del destino.
Mick Williams, que aun sufre de la trauma de los eventos aquel 19 de mayo de 1982, nos relato como el helicóptero se cayo desde una altura baja y luego se llenó de agua dado que las ventanas se rompieron al impactar en el superficie del mar.
En el caos detrás del impacto, la mayor parte de los pasajeros se ahogaron pero los sobrevivientes lucharon entre ellos para alcanzar una pequeña bolsa de aire y luego escapar por una de las puertas o ventanillas del helicóptero. Es esta desbandada desesperada para la vida que ha dejado a Mick, solo tenia 21 años cuando ocurrió, desgarrado por la culpabilidad que sobrevivió el mientras sus compañeros y amigos perecieron.
Mick, que sufre con el trastorno de estrés postraumático y es un recluso, dijo “Estábamos en proceso viajar entre HMS Hermes y HMS Intrepid. Me recuerdo el agua estaba muy mansa cuando partimos, y que la cantidad que éramos abordo del Sea King”.
“Me senté con mi espalda contra una ventanilla, pero mis brazos eran tan apretados contra mis lados que no pude ponerme el cinturón.
El motor luchaba con el peso adicional – parecía que era mas probable que hacemos un hueco en la cubierta en vez de despegar. Cuando empezamos a subir, me sentí cansado.
No oí el pájaro ser ingerido por el motor. En vez de esto, me desperté cuando el helicóptero se pegó al agua. El Sea King ya había sido inclinado en un lado y yo estaba abajo de un montón de cuerpos. Yo había sido tirado hacia atrás y tragado unos bocados de agua.
Aunque parezca raro era calmado y surrealista en este capullo de negro y sonidos apagados. Luego, el instinto de sobre-vivencia se despertó en todos. Hombres que habían pasado año juntos lucharon entre ellos, desesperadamente intentando alcanzar al bolso de aire.
Habia hombre de pie por encima de mi, sus botas aplastando a mi pecho. Entonces, los tiré hacia abajo, forcejeando con ellos, mis mejores amigos, hombre que querrian, lo único que querríamos era vivir. Si yo hubiera muerto, algunos que murieron habrían sobrevividos.
No pienso en mucho mas que esto. Mi vida desde el accidente ha sido consumido por esta dilema de la conciencia.
Yo no tengo la menor idea como me saque del Sea King. Mi próxima memoria es cuando llego en el superficie del agua. Mis dedos, brazos y piernas entorpecidos. No pude inflar mi chaleco, y luego empezaron a aparecer otros. Sus gritos de ayuda resonaban sobre la bahía.
Nos reunimos en el agua y nos agarramos. Había un grupo de unos siete personas. Gritamos los nombres de los demás, pero no había respuesta ninguna.
Me recuerdo el hombre a mi lado diciéndome que querría dormir. Los dos sabíamos que si se durmió, nunca se despertará.
Demasiado entorpecido para sentir dolor, Mick no fue consciente de su pulmón perforado y costillas facturadas. Luego, el piloto del helicóptero se acerco en el agua.”
Mick, 46, aun vive en Hereford, la sede del SAS, dijo “Gritamos al piloto que se enciende su bengala. Repetidamente se lo soltó, dado que sus dedos eran tan entorpecidos. Gracias a dios que tenia una cuerda. Cuando se fue nadando, le insultamos. No sabíamos que había visto a una Balsa salvavidas y nos dejó para nadar hacia ello.
El hombre a mi lado ya se encontraba flotando boca abajo en el mar. Por saber que estaba muerto, me agarré a su cuerpo para mantenerme vertical. Ojala que pudiera borrarme esta memoria, pero lo sé que no lo lograré nunca.
Después de lo que pareció una eternidad un pequeño barco de HMS Brilliant arribó para sacar a Mick y los demás sobrevivientes del mar.
Añadió Mick “Los médicos me pusieron por debajo de un montón de mantas y me administraron la morfina. Gritaba los nombres de los que habían muerto en el accidente. Luego empecé a sentir un sentimiento de culpabilidad aplastante que había sobrevivido y mis mejores amigos Mark y Paul no lo habían logrado. Sentí que no merecía vivir.
Nos peleamos todos entre nosotros por debajo del agua pero por vivir yo condené a otros a morir. Esto es como lo veo ahora, 25 años después.
De mi grupo de amigos de G Troop, yo fui el único sobreviviente.
Mick fue dado de permiso inmediato durante seis meses después del conflicto de las Malvinas. Escenas retrospectivas y pesadillas se ocurrieron con frecuencia cuando volvió a trabajar.
Permaneció en el SAS hasta 1988 y diagnosticaron el trastorno de estrés postraumático dos años mas tarde.
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