Por Martín Dinatale | LA NACION
En un gesto tendiente a desafiar el cerco que puso la Argentina alrededor de las islas Malvinas, buques y aviones militares de Gran Bretaña que se dirigen al Atlántico Sur se abastecen con la ayuda logística de Brasil y Chile, aunque podría haber otros países de América latina que también aportarían servicios a la armada británica.
Se trata de un tema tabú para muchos vecinos de la Argentina, ya que hay un acuerdo del Mercosur y la Unasur de 2010 que insta a los países de la región a acompañar al gobierno de Cristina Kirchner en la política de cerrarles puertos y bases militares a los británicos y a los malvinenses. La idea de un apoyo logístico a militares británicos también es un tema que niegan oficialmente en el Ministerio de Defensa y en la cancillería argentinos, así como en las administraciones de Dilma Rousseff y Michelle Bachelet.
Sin embargo, según pudo saber la nacion, desde hace dos años se comenta en círculos cerrados de diplomáticos y militares el apoyo logístico que brindaron Brasil y Chile a la Royal Navy y a la fuerza aérea inglesa apostada en Malvinas.
La primera denuncia pública sobre este espanoso tema la arrojó el ex vicecanciller de Carlos Menem y actual colaborador de Sergio Massa Andrés Cisneros. En su reciente libro, titulado Apuntes para una política exterior post kirchnerista, Cisneros expresa: "La Royal Navy ya se desplaza en maniobras con la marina brasileña en torno a la defensa de los yacimientos de presal y abastece, de una u otra forma, a las fuerzas armadas de algunos vecinos de la Argentina".
No sólo esto. En la página 526 de su libro, Cisneros revela que "existen fuertes presunciones de que buques de nuestros vecinos abastecen en alta mar a barcos militares británicos y de las islas y que otro de nuestros vecinos ha vuelto a permitir que aviones de guerra británicos hagan escala en su aeropuerto militar más importante". A su vez, en el capítulo IX, el ex vicecanciller dice: "La conducta de nuestros vecinos no parece uniforme: Brasil, que conoce el juego diplomático, maniobra con la Royal Navy". Y sugiere que ese apoyo se dio a cambio de un supuesto respaldo de Londres a Brasilia en sus aspiraciones de ingresar al Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente.
Fuentes calificadas de la Cancillería y del Ministerio de Defensa admitieron a la nacion que hay un velado apoyo logístico de Brasil y Chile a militares británicos. "Existen diferentes tipos de apoyo: operaciones de entrenamiento conjuntas, asistencia portuaria a unidades británicas, reabastecimiento de combustible o reparaciones en alta mar o abastecimiento en continente camuflado como visitas de cortesía a un país", reveló un destacado funcionario del Ministerio de Defensa. Aclaró que el bloqueo a los barcos comerciales de bandera de Malvinas que ingresan a puertos de América latina se elude muy fácilmente desde que, en 2010, fue impuesta esa normativa: poco antes de ingresar a un puerto los buques cambian la bandera por la de otro país y logran amarrar sin inconvenientes.
Un funcionario de la Cancillería dijo a la nacion que hay acuerdos militares de Estado a Estado, al igual que convenios de diferentes provincias de países vecinos con Gran Bretaña. "Los acuerdos que logran van desde equipamiento naval hasta entrenamiento conjunto y asistencia a buques que provienen de la base militar de las Malvinas", dijo la fuente consultada. En esa misma línea, un funcionario de Defensa reveló que hace poco Chile recibió a la Fragata 45 de la Royal Navy y se detectaron vuelos ingleses rumbo a la zona de Punta Arenas. Existen foros online de militares británicos y especialistas de varios países latinoamericanos en los que se admite abiertamente el apoyo logístico a la Royal Navy desde Brasil y Chile, así como de otros países, como Perú, Colombia y Uruguay.
ESTRATEGIA CON FISURAS
De ratificarse abiertamente estas maniobras, se estaría violando un acuerdo que existe en la Unasur y el Mercosur. También sería una forma de confirmar que la estrategia de bloqueo de la Argentina encuentra fisuras. En el caso de Chile, sería también la postal de un retroceso a las épocas de la Guerra de Malvinas, cuando el entonces presidente de facto Augusto Pinochet ayudó logísticamente a los militares británicos desde el sur de su país.
Allegados al ministro de Defensa, Agustín Rossi, negaron a la nacion que hayan detectado este tipo de maniobras desde Chile, Brasil o de cualquier otro país latinoamericano. Pero aclararon que están "en alerta" y revelaron que hace unos meses trasladaron una queja a Chile porque advirtieron que un militar a cargo de un astillero naval estatal chileno viajó a Malvinas para reunirse con las autoridades locales para "hacer negocios".
En la Secretaría para la Cuestión Malvinas, que dirige Daniel Filmus y que depende de la Cancillería, explicaron a la nacion que "desde que se creó la secretaría nunca un avión británico fue abastecido en América latina. Si no, hubiéramos protestado contra Gran Bretaña". La secretaría de Filmus se creó en diciembre de 2013. Así, las maniobras militares podrían haberse dado antes de esa fecha. Aunque en esa secretaría agregaron que "es casi imposible" que eso sucediera porque -explicaron- hay acuerdos que prohíben que barcos y aviones que pasen por Malvinas sean abastecidos en el continente.
Ante una consulta de la nacion sobre este tema, la embajada de Gran Bretaña en Buenos Aires sólo atinó a responder: "No comments".
El Ministerio de Defensa de Brasil sostuvo a este diario que "basado en información de la armada de Brasil, la fuerza no provee apoyo en cuanto a tareas de abastecimiento a buques militares ingleses".
En tanto, fuentes del Ministerio de Defensa de Chile negaron que haya un apoyo a los buques o aviones ingleses. "Hoy las embarcaciones oficiales británicas tienen vedado el uso de puertos chilenos en todo el sur del país. Esto es en Punta Arenas, Puerto Montt o Talcahuano". Pero dijeron que desde Valparaíso, en el norte del país, los buques ingleses pueden recalar -como cualquier barco- para comprar combustible o víveres, o contratar servicios de reparaciones, sólo que en el caso de barcos ingleses deben ser autorizados por la cancillería de Chile.
Marcelo Díaz, el embajador chileno en Buenos Aires, negó un apoyo de su país a militares británicos. "La relación entre la Argentina y Chile es de mutuo respeto y diálogo permanente, por lo que adherimos al acuerdo de la Unasur que impide el apoyo a barcos apostados en Malvinas", dijo.
En el caso de Uruguay, Colombia y Perú, no hay datos fehacientes que avalen un apoyo. Sólo se conoce el escándalo que despertó en marzo de 2012 el intento de amarre del destructor HMS Dauntless en una visita de cortesía a Lima que se frustró.
MUJICA QUIERE UNA INVASIÓN "CON MUJERES"
El presidente de Uruguay, José Mujica, propuso a la Argentina recuperar las islas Malvinas "con las mujeres", una estrategia que el mandatario denomina "una invasión a cobija". Según Mujica, "ese partido había que ganarlo con las mujeres. Cruzar, casar, todo, todo. Sí, sí, eso era una invasión «a cobija». No puede ser que mil tipos te tengan dominado", aseguró el presidente de Uruguay en una entrevista con el periódico Miradas del Sur.
Según Mujica, hay que "invadir" Malvinas "con colchones y con almohadas" y abrir a sus habitantes "las puertas de la Argentina, que vengan a jugar al fútbol, absorberlos". Pero "a pueblos, no a ejércitos. Ahora se respaldan en los milicos", precisó Mujica.
LA FRAGATA INGLESA QUE NO PUDO AMARRAR EN PERÚ
Foto: LA NACION
En marzo de 2012 se produjo un escándalo público en América latina por un buque británico que tenía previsto amarrar en Perú para seguir viaje hacia las islas Malvinas. El destructor británico HMS Dauntless (foto) había salido de Londres para reemplazar a la fragata HMS Montrose, que había patrullado la zona de Malvinas. Pero el acuerdo que había sellado el gobierno de Perú con Londres para recibir al buque inglés y abastecerlo en Lima provocó una fuerte tensión y hubo quejas de la Argentina. Luego de esos reclamos, Perú anuló la visita prevista de la fragata al puerto de Callao en solidaridad con la reivindicación argentina y con lo dispuesto por la Unasur..
Del editor: qué significa. El frente común que los países de la región formaron con la Argentina en el reclamo de soberanía quedaría dañado si se confirmaran las denuncias.
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