Ataques aéreos a muy baja altura y elogios del Almirante Woodward
La Fuerza Aérea Argentina adoptó la táctica de atacar a la flota británica por debajo del espectro de los radares embarcados en los buques, por lo cual, para no ser detectados, se veían obligados a volar al ras del mar y de la superficie del terreno, y en algunos relatos, hacen énfasis en que llegaron a volar a 60 centímetros del suelo. Durante los combates de la aviación argentina contra la flota británica en el Estrecho de San Carlos y alrededores, se vió lógicamente obligada a volar a muy baja altura y a grandes velocidades, con todo el riesgo que eso significa, como por ejemplo el colisionar contra rocas, caer por accidente al mar e incluso embestir los mismos buques. Bajo estas circunstancias, se hundieron los buques britanicos HMS Ardent, HMS Antelope y HMS Coventry. De estas temerarias acciones (en el Estrecho de San Carlos), el Comandante en Jefe de la Fuerza de Tareas británicas, el Almirante John Foster "Sandy" Woodward en su libro "ONE HUNDRED DAYS - The Memoirs of the Falklands Battle Group Comander", escribió:
"Los argentinos posiblemente más por mala suerte que por mal juicio se habían ido por los buques de guerra... Yo supongo que si uno se está desplazando a 900 km por hora, rasante sobre el agua a fracciones de segundo de haber saltado sobre un peñasco de la costa y tener que tomar una decisión, seguramente se verá tentado a apuntar al primer buque que tenga en frente. Si tarda más tiempo en decidir, seguramente ya lo habrá sobrevolado... Y nadie desea efectuar un segundo pasaje pues sabe que esta vez lo estarán esperando... Para operar estos aviones se necesitan los reflejos de un piloto de Fórmula 1 y ya sabemos que los sudamericanos tradicionalmente son muy buenos para esto".
Es triste que en muchos casos nuestros enemigos de esa guerra valoren mejor a nuestros soldados, pilotos y marinos que muchos argentinos, o que se dicen argentinos.
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