En 1985 tuve la ocación de conocer a este, entonces, muchacho siendo un colimba. Un exigente oficial, un poco temido por los soldados como también respetado. Tuve el honor de comerme una raneada memorable con este héroe de Malvinas. Tiempo después supe lo que había hecho en la guerra y entendí por qué llevaba sus medallas con tanto orgullo. Un verdadero soldado.
En 1985 tuve la ocación de conocer a este, entonces, muchacho siendo un colimba. Un exigente oficial, un poco temido por los soldados como también respetado. Tuve el honor de comerme una raneada memorable con este héroe de Malvinas. Tiempo después supe lo que había hecho en la guerra y entendí por qué llevaba sus medallas con tanto orgullo. Un verdadero soldado.
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