miércoles, 20 de abril de 2016

Soldado del SAS arrestado por posesión de armas


1982 Royal Marine Commandos marchar hacia Puerto Stanley en las Islas Malvinas
Forces.tv

El ex soldado SAS encarcelados por una de pistola trofeo


Un ex soldado SAS ha sido encarcelado durante 15 meses para los delitos de armas de fuego.

Albert Patterson, que sirvió en el ejército británico durante 22 años, había admitido posesión ilegal de una pistola de 9 mm de auto-carga y 177 cartuchos de munición adecuada para ser utilizada con él. También tenía cuatro pistolas Enfield, cinco cargadores de municiones y una parte rifle de auto-carga.

Patterson, que había servido primero con el Regimiento de Paracaidistas y más tarde en las Fuerzas Especiales, dijo que había tomado la pistola de 9 mm a partir de un oficial argentino capturado en la Guerra de las Malvinas. Él dijo al tribunal que lo haya mantenido con el fin de recordar 22 de sus amigos y colegas que habían muerto en el conflicto.



En su defensa Albert Paterson agregó que se había pasado la mayor parte de los últimos 20 años de trabajo en el extranjero y no había entregado las armas en porque las ocasiones en que estaba de vuelta en el Reino Unido no había coincidido con armas de fuego de cualquier amnistía.

Su abogado de Scott Coughtrie dijo a la corte que su cliente "pasó una gran cantidad de tiempo en el extranjero la protección de nuestro país y de nuestra forma de vida."

"Estas armas nunca fueron cargados o se utilizan en el Reino Unido y nunca habían estado en el dominio público".
El caché había sido descubierto por la policía que investiga un robo en el antiguo domicilio conyugal, de 65 años de edad, divorciada de veteranos.

En sentenciar juez Christopher Plunkett dijo al tribunal que había sido un privilegio ver hoja de servicios del Sr. Patterson, sino que la ley no le dejaba otra opción que imponer una pena privativa de libertad:

"En las manos equivocadas estas armas podrían conducir a la muerte de los agentes de policía o causar todo tipo de caos. Es este riesgo es por lo que el Parlamento está preocupado".
Patterson, quien recientemente había estado viviendo en Tailandia, también tendrá que completar libertad condicional supervisada de un año, una vez liberado de la prisión.

Ya hay sin embargo pide que sea liberado, sobre todo desde el Coronel Richard Kemp. El ex comandante de las fuerzas británicas en Afganistán diciendo: "Este es otro ejemplo de nuestras tropas que están siendo perseguidos por un gobierno y los tribunales obsesionados con la corrección política.

"Un héroe SAS que arriesgó su vida para defender nuestro país no debe ser tratado como un traficante de drogas del sur de Londres. Él debe ser liberado inmediatamente. El país debería estar agradecido por lo que hizo ".

martes, 19 de abril de 2016

Pesquera chilena sancionada por pesca ilegal en nuestro territorio

Histórica sanción a empresa Chilena por pescar ilegalmente en Malvinas
Operó sin permiso

Es la primera de estas características en el sector. La compañía había obtenido autorización por parte del Reino Unido.




El Ministerio de Agroindustria aplicó una multa a una empresa chilena por pescar ilegalmente en 2014 en las cercanías de las Islas Malvinas. La compañía había recibido permiso por parte del Reino Unido para operar.

Desde el ministerio calificaron la multa como "histórica" y señalaron que fue aplicada la pena máxima a la firma "Empresa De Desarrollo Pesquero De Chile S.A. (EMDEPES S.A.)".

La compañía extranjera ya se presentó ante las autoridades argentinas y abonó la muta. "Se trata de la primera sanción de estas características en la historia del sector", señaló el ministerio a través de un comunicado.

El organismo detalló que la denuncia se produjo a través de la información otorgada por un ciudadano que recibió un correo por error en donde se precisaba que el buque pesquero "UNION SUR", de bandera chilena, había obtenido permiso por parte del Reino Unido para operar en las Islas Malvinas.

La denuncia fue realizada a fines de 2014 ante la Cancillería y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación, y se trabajó de forma conjunta con la Prefectura Naval Argentina.

iECO

lunes, 18 de abril de 2016

Kelpers y gibraltareños se quejan de Argentina y España

Malvinas y Gibraltar, enojados por el reclamo de Argentina y España
Conflicto de soberanía

Kelpers y gibraltareños se quejaron en un comunicado tras las declaraciones del canciller español García Margallo tras su paso por la Argentina.




Un comunicado conjunto de los gobiernos de Malvinas y Gibraltar acusaron a la Argentina y España de hacerles “bullying” (acosarlos) y de ignorar sus deseos de seguir siendo territorio de ultramar de Gran Bretaña.

El comunicado acusa incluso a la Argentina y España de actuar en banda. El texto se emitió después de la visita del lunes a Buenos Aires del canciller español en funciones, José Manuel García Margallo, quien en la conferencia de prensa que dio junta la ministra Susana Malcorra trazó un “cierto paralelismo” entre los reclamos hispanoargentinos por las Malvinas y el peñón de Gibraltar.

"Nuestros dos países, Argentina y España, apuestan fuertemente a poner fin a las dos situaciones coloniales en Malvinas y Gibraltarr mediante negociaciones bilaterales con el Reino Unido dando así cumplimiento así al mandato de Naciones Unidas", sostuvo.

La respuesta no tardó en llegar. En el comunicado conjunto que publica la agencia Mercopress, los gobiernos de Gibraltar y Malvinas dijeron “haber tomado nota” del encuentro y la conferencia de prensa entre Malcorra y García Margallo.

“Los ministros de relaciones exteriores han desplegado una remarcable falta de conocimiento sobre las complejidades y diferencias entre Gibraltar y las Islas Falkland. Han procedido erradamente al enfocar nuestros países, nuestra historia y nuestras cuestiones legales como si fueran una sola cuando claramente no lo son”, señala la nota conjunta de los gobiernos de estas dos viejas colonias del Reino Unido que hoy, siendo Territorio de Ultramar siguen rechazando ser argentinas como británicas.

Clarín

domingo, 17 de abril de 2016

El lado argentino de la guerra, según los estadounidenses

El lado argentino de la Guerra de las Malvinas
por Nikola Budanovic - War History Online




La Guerra de las Malvinas se percibe a menudo, desde la perspectiva británica, como una victoria que confirma el estado imperial británica en el mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que la guerra fue criticada por el público británico como innecesaria, que ganó el partido conservador en un segundo término para ello de hecho fue una victoria británica clara y decisiva.

Por otro lado, el público argentino considerará la guerra innecesaria también; se vio obligado a ello por la junta militar. Por lo que el conflicto que comenzó el 2 de abril de 1982, se prolongó durante 74 días y se cobró la vida de 649 argentinos personal militar, 255 militares británicos y 3 civiles Malvinas. Se demostró que es un enfrentamiento entre la recaptura británicos perdieron territorio y una dictadura con tendencias expansionistas.

Argentina por mucho tiempo quiso reclamar Las Malvinas, Georgia del Sur y las Islas Sandwich del Sur, que eran todos bajo el dominio británico desde 1841 y poblada por colonos británicos que eran leales a la corona.

En Argentina, una junta militar bajo el nombre de Proceso de Reorganización Nacional fue el gobierno en el período de 1976 a 1983 y gobernó con mano de hierro, que trata de política con el encarcelamiento y ejecución. El hombre detrás de la junta, que fue el principal promotor del ataque, fue el almirante Jorge Anaya. Se estima que los británicos no buscaría un conflicto militar, sino que más bien optar por una solución diplomática, en la que los argentinos podría promover aún más la idea de la soberanía sobre el archipiélago.

La campaña fue diseñada y ejecutada en medio de un estancamiento económico devastador en la Argentina, lo que provocó disturbios civiles. Para desviar la atención civil de la caída del nivel de vida con una subida de la inflación al 600%, un gobierno militar hizo lo que mejor sabe - movilizar a la población hacia un sentimiento nacionalista general de las islas, varios cientos de kilómetros de la costa argentina, que eran bajo el dominio colonial británico.

Lo llamaron la usurpación ilegal de Las Malvinas. Los preparativos para la guerra incluyen un cambio de poder en la junta militar, a partir de su líder inicial, el general Roberto Viola, al general Leopoldo Galtieri, bajo cuyo nombre Almirante Anaya organizó la Armada Argentina para participar en el ataque.

Antes de la invasión se llevó a cabo, la junta argentina en la CIA ayudó a suprimir los elementos comunistas en Nicaragua mediante la financiación de los rebeldes contrarrevolucionarios nicaragüenses, o los Contras. Esta es la razón por los argentinos tenían razones para creer que los EE.UU. mantendría una postura neutral en caso de una invasión iba a tener lugar.

Además, el almirante Anaya se basó en el hecho de que los EE.UU. objetaron el uso de la fuerza por los británicos en relación con la crisis de Suez en 1956. Además de eso, en 1981, Gran Bretaña aceptó la independencia de la misma colonia anterior, Rodesia, que era un ejemplo de cómo Gran Bretaña renunciaba lentamente su pasado colonial.

Los argentinos fueron influenciados principalmente por los acontecimientos de la anexión de la isla india de Goa, en 1961. La anexión fue condenado por la comunidad internacional, pero más tarde fue aceptado como un acto irreversible.

El 19 de marzo de 1982, los argentinos lanzaron una invasión de Georgia del Sur y las Islas Sandwich del Sur, 1065 kilómetros de la costa de la Patagonia. Después de la invasión inicial, empezaron a desembarcar en las costas de las Islas Malvinas el 2 de abril.
En cuanto a la ocupación de Georgia del Sur y las Islas Sandwich del Sur, la británica desplegó dos submarinos, pero no fue hasta la invasión de las Malvinas que habían tomado en serio el asunto.
La guerra nunca fue declarado oficialmente aunque ambas partes hicieron declarar las superficies Islas una zona de guerra y oficialmente reconocidos que existía un estado de guerra entre ellos). Las hostilidades se limitaron casi exclusivamente a los territorios en disputa y la zona del Atlántico Sur, donde se hallan.
La intención original de Argentina fue montar una ocupación rápida, simbólico, seguido rápidamente por la retirada, dejando sólo una pequeña guarnición para apoyar el nuevo gobernador militar. Esta estrategia se basa en la suposición de que los británicos argentina no respondería militarmente.
unidades de asalto argentinos fueron efectivamente retirados de la parte continental en los días siguientes a la invasión, pero un fuerte apoyo popular y la rápida reacción británica obligó a la Junta para cambiar sus planes y reforzar las islas ya que no podían permitirse el lujo de perder las islas una vez que el británico salió pelear.
Cuando el conflicto estalló la ONU pidió que las conversaciones de paz, el cese inmediato de las hostilidades e instó a ambas partes a resolver el conflicto diplomáticamente. Los EE.UU. temíamos que la Argentina pedirá a la Unión Soviética en busca de ayuda y por lo que se mantuvo firme en el lado de los británicos.
En el continente de América del Sur, Chile ayudó activamente a Gran Bretaña con el apoyo de inteligencia. El apoyo fue evidente y Argentina se vio obligado a mantener algunas de sus tropas de montaña mejor entrenados y mejor equipados en la frontera chilena contando con la posible intervención militar por parte del aliado británico vecina. La intervención no tuvo lugar, pero los argentinos estaban en estado de alerta durante toda la guerra.
Las fuerzas británicas desembarcaron en las islas, después de lo cual una guerra por la dominación aérea comenzado. Varios intensos combates se produjeron durante la guerra. Los británicos estaban usando Harrier como su avión de combate principal, mientras que Argentina utiliza aviones de combate Mirage III, que fueron comprados a Francia varios años antes de la guerra.
El Mirage no era lo suficientemente buenos para la fuerza aérea argentina para combatir con éxito a los cazas Harrier de la RAF. Aparte de los Mirage, Fuerza Aérea Argentina utilizó estadounidenses A-4 Skyhawk, Daggers israelíes, la versión israelí del caza Mirage, y en English Electric Canberras.
El incidente naval más importante durante la guerra fue el hundimiento del ARA Belgrano, una luz era de crucero argentino Segunda Guerra Mundial, por el submarino nuclear HMS Conqueror el 2 de mayo de 1982. 323 hombres a bordo del ARA Belgrano perdieron la vida.
La represalia por esta pérdida se produjo dos días después, cuando un Destructor Tipo 42 británico, el HMS Sheffield, fue bombardeado por un ataque aéreo naval. Los británicos perdieron 20 hombres con otros adicionales 24 con lesiones graves.


ARA Belgrano se hunde el 2 de mayo de 1982

Después de la victoria británica en la tierra, sus términos para los argentinos se rinden demostraron ser mucho más dura de lo previsto inicialmente por la Junta, pero Argentina las aceptaron el 14 de junio de 1982 las tropas argentinas se retiraron de las islas, lo que les deja en manos británicas.
Las relaciones entre los dos países fueron interrumpidas por un tiempo, hasta su normalización oficial en 1989. Argentina continúa debatiendo la soberanía de las Malvinas hasta nuestros días. En 2013, se celebró un referéndum sobre las Islas Malvinas, después de lo cual la mayoría declaró que desean permanecer bajo la corona británica.
El conflicto de las Malvinas sigue siendo la mayor operación de combate aeronaval entre las fuerzas modernas desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

sábado, 16 de abril de 2016

España y Argentina coordinan sus reclamos contra UK


García-Margallo y Macri, esta semana, en Buenos Aires. (Reuters)
España y Argentina negocian una declaración conjunta para reivindicar Gibraltar y las Malvinas
Mercedes Zaragüeta  - OK Diario
García-Margallo quiere aprovechar las horas bajas del primer ministro Cameron, asediado por el escándalo de los Papeles de Panamá y el referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea, para reivindicar Gibraltar y las Malvinas junto al presidente Mauricio Macri.

El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, negocia con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, firmar una declaración conjunta reivindicando la soberanía de Gibraltar para España y de las Islas Malvinas para Argentina, dos meses antes del referéndum que se celebrará en el Reino Unido el 23 de junio y donde los ingleses decidirán la permanencia del país en la UE, según ha podido saber OKDIARIO de fuentes diplomáticas.

La Fiscalía argentina ha decidido abrir una investigación al presidente Macri a cuenta de las empresas offshore con las que estuvo relacionado, reveladas a partir del escándalo de los documentos filtrados por el despacho de abogados panameño Mossack Fonseca. Macri ganó en noviembre las elecciones presidenciales con la lucha contra la corrupción, el cambio económico y la transparencia como caballos de batalla, tras 12 años de gobiernos kirchneristas (peronistas de centroizquierda).

Pesqueros españoles protegidos por patrulleras de la Guardia Civil ante e,l acoso de los agentes de Gibraltar. (Getty)

Ahora, el presidente argentino afronta una situación difícil que ha perjudicado su popularidad y García-Margallo ha decidido echarle un capote con una reivindicación populista con la que él también se marca un tanto nacionalista.
No obstante, a quien se le complica más la situación es al primer ministro británico, David Cameron, en un momento en el que su imagen también se ha visto manchada por los Papeles de Panamá y en el que debe hacer campaña en defensa de la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. Además, tanto Cameron como Macri ya han visto cómo el primer ministro islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson, ha tenido que renunciar a su cargo involucrado en el mismo escándalo.

Viaje oficial a Chile y Argentina

Entre los días 4 y 7 de abril, el ministro en funciones García-Margallo realizó una gira por Argentina y Chile para profundizar las relaciones bilaterales. En Buenos Aires, García-Margallo mantuvo un encuentro con el presidente Mauricio Macri, y con su homóloga argentina, Susana Malcorra.
Un viaje que ya fue criticado por los socialistas que consideraron una contradicción que el Ejecutivo en funciones “se niegue a comparecer en el Congreso y al control parlamentario, lo que restringe la acción de control del poder legislativo recién elegido” y sin embargo “desarrolle una serie de acciones, como este viaje oficial, que están claramente fuera del ámbito que le corresponde“. En su opinión, entre las atribuciones de un Gobierno en funciones se contemplan sólo aquellas que impliquen resolver asuntos de trámite y que no impliquen ninguna iniciativa política. “Es evidente que un viaje oficial de estas características no se corresponde con las previsiones constitucionales ni con las restricciones que la Ley de Gobierno contempla” en esta situación, indicó el PSOE.

Antecedentes inmediatos

El pasado mes de enero, García-Margallo ya secundó la defensa de Argentina de su soberanía sobre el archipiélago de las Malvinas, y apuntó que de manera semejante confiaba en resolver “el contencioso” sobre Gibraltar mediante un “diálogo bilateral” con Reino Unido.

García-Margallo aprovechó el viaje oficial de esta semana para negociar con el presidente de Argentina la realización de una declaración conjunta reivindicando la soberanía de Gibraltar por parte de España y de las Islas Malvinas por parte de Argentina, haciéndole un flaco favor a Cameron.


Un veterano llora a sus compañeros muertos en el memorial de la guerra de las Malvinas de Buenos Aires. (Reuters)

El ministro en funciones recientemente condecoró a los guardias civiles que se enfrentaron a la Royal Navy en reconocimiento por su labor de defensa del Peñón de Gibraltar, algo que en Londres se interpretó como una provocación, y además lo hizo justo antes de la visita de Estado que tenían prevista a Reino Unido los Reyes de España y que Madrid canceló.
El ministro en funciones ahora quiere hacer una declaración conjunta con Macri reivindicando el territorio, y mientras la Reina emérita Doña Sofía tiene previsto asistir a la gala de la centenaria British-Spanish Society el próximo 20 de abril en la capital británica, una cena que coincide además con el 90 cumpleaños de la reina Isabel II y a la que asistirá el duque de York, el príncipe Andrés.

viernes, 15 de abril de 2016

Lewis: Un inglés suelto en la Patagonia

El lago alambrado, la increíble historia del paraíso perdido

El magnate Joseph Lewis construyó una mansión, en la que se alojó Macri durante el feriado de Semana Santa, y cercó la orilla de este lugar único. El misterio de sus temidos ex dueños y las fastuosas fiestas para niños que da el británico. Los reclamos de los vecinos.



Lago Escondido. La mansión de Lewis, el único que puede admirar libremente un paisaje de todos. DPA

Gonzalo Sánchez - Clarín


Todo comenzó a mediados de los ‘90, cuando el boom de la Patagonia se insinuaba pero aún no había estallado. Era una tierra virgen y maravillosa, pero todavía alejada de las cámaras que montó sobre ella el kirchnerismo en los años posteriores de cordero con malbec. Carlos Menem invitaba a que todo el que quisiera su campo en la Argentina se viniera al Sur “porque acá lo que sobra es tierra”, decía el riojano. Ya habían llegado los Benetton, que todavía son, según datos oficiales, los mayores propietarios privados de hectáreas del país. También se había afincado el magnate de medios Ted Turner, movilizado por el deseo de capturar la trucha perfecta en Villa Traful. Y un operador inmobiliario descendiente de holandeses, Nicolás Van Ditmar, dio con el inversor soñado: Joseph Lewis, un inglés que buscaba el paraíso.

El amigo inesperado del presidente Macri era, y sigue siendo, la sexta fortuna del Reino Unido. Titular del Grupo Tavistock, posee negocios de todas las gamas: desde desarrollos de Real Estate en Bahamas, Jamaica, Bulgaria y México, hasta restaurantes, campos de golf y laboratorios en los Estados Unidos, pasando por emprendimientos agropecuarios y de manufactura en Rusia, Polonia y Australia, financieras y licencias de marcas en Europa. Además, es el dueño del club Tottenham Hotspur de Inglaterra y posee en la Argentina, a través del holding Pampa Energía, el mayor paquete accionario de Edenor. Lewis contaba con recursos para lo que fuera. En el país no había todavía una ley de tierras que limitara la extranjerización de naturaleza (recién la hubo en 2011, pero sobran alertas sobre su debilidad). Y la cosa era simple: poniendo plata, se podía comprar lo que fuera. Hasta la tierra fiscal. El magnate pensó en Salta y Misiones por amigos que ya habían comprado, pero Van Ditmar lo llevó a la Patagonia y se disiparon las dudas. El inglés se conmovió, quizás como le pasó a Barack Obama días atrás. Preguntó dónde podía comprar. Van Ditmar tenía la respuesta.

A 30 kilómetros de El Bolsón, entre paisajes olvidados y mapuches despojados, existía una familia, los Montero. Doce hermanos que ocupaban desde siempre un paraíso fiscal de 11 mil hectáreas alrededor de un espejo de agua entre montañas: el Lago Escondido. Los Montero no contaban con títulos de propiedad. Pero sí con el derecho de iniciar un juicio contra el Estado para ser reconocidos como dueños. Sin embargo, se la tenían jurada entre ellos. Más que asentarse, buscaban disgregarse. A la mujer de uno, la acusaban de brujería, de otro se decía que debía varias muertes. Los voceros de Lewis sostienen que a la zona del lago casi nadie entraba porque aquel que lo intentara podía ser desplumado por algún Montero. Y que el Escondido obtuvo notoriedad recién cuando el “Tío Joe” compró todas las hectáreas que lo rodean y comenzó a edificar su mansión inclasificable. A los Montero los hicieron titularizar y luego les compraron por 12 millones de dólares. A uno se le permitió seguir viviendo dentro de los límites de la finca, como puestero. A otros les dieron departamentos en Bariloche y plata. Se instalaron alambrados, se abrió un camino para que invitados y empleados llegaran por tierra y se colocó una garita de seguridad en el comienzo de ese camino para determinar quién pasa y quién no.

Nicolás Van Ditmar hijo fue nombrado administrador de Hidden Lake S.A. Hoy posee el 1% de las acciones de la compañía. Lewis el 99% restante. En varias oportunidades, cuando surgieron denuncias contra el inglés por ocupar una zona de seguridad de frontera, algo prohibido por ley, la respuesta de sus abogados fue que Hidden Lake es una sociedad anónima radicada en el país y con accionistas argentinos. Nicolás, hombre de carácter, también reconoció ser dueño de la estancia Bahía Dorada, sobre la costa atlántica, casi el límite entre Río Negro y Chubut. Allí existe una pista de aterrizaje igual que la de Aeroparque. En 2011, se denunció que desde ahí se hacían vuelos a Malvinas. No pudo ser probado. Su perímetro está delimitado: más garitas, alambrados, carteles de prohibido pasar, cercos para los que intentan husmear desde la playa. En el año 2014, durante un pico de protestas por el impedimento férreo de acceder al lago, Van Ditmar expresó: “Vamos a defender la propiedad privada con el Winchester en la cintura, con sangre si hace falta”.

Macondo el Sur. Los años siguientes al desembarco, fueron de consolidación como vecino. La construcción del reino de Lewis: fantasía consumada. El establecimiento Lago Escondido se convirtió en el mayor empleador de El Bolsón y tendió puentes con todos los niveles del poder. No existe prácticamente ningún gobernador de Río Negro que no haya pasado por el lago para comer un asado. Saiz, Soria, Weretilneck, todos reconocieron haber tenido encuentros con el magnate. Entre 2003 y 2009, jugó un fuerte rol como apoderada de Lewis la doctora Dalila Pinacho, militante PRO nombrada la semana pasada directora de Radio Nacional Neuquén. También se dice que muchas veces llegaron celebridades en vuelos privados para participar de banquetes pantagruélicos. Se habló de Messi, de Arjona, de alguno de los Stones. De políticos de la talla de Scioli.Pero más allá de eso, Lewis se convirtió en un benefactor. Movido, según confesó a este cronista, por un altruismo desinteresado, donó ambulancias, materiales para escuelas, colchones. Costeó estudios médicos de pobladores, financió viajes educativos para jóvenes de la región. Construyó un centro recreativo llamado All About Kids, en donde, entre otras cosas, se enseña inglés a los niños de la comarca andina.

La Patagonia pintada de Macondo. Cada vez que el vecino llega, entre diciembre y marzo, la mansión abre las puertas a sus invitados para celebrarlo. Se contratan combis que salen a buscar niños de orfanatos y parajes cercanos y los traen a la finca para pasar el día. Se organizan torneos de fútbol, pruebas de destreza física. Los adultos compiten por la Copa Lago Escondido. Este cronista participó de una de esas fiestas. Había una fila de 40 corderos crucificados, hombres con atuendo típicos controlando su cocción, mapuches jugando a la taba, niños corriendo por aquí y allá, intendentes, ex intendentes, Lewis a caballo. Llegó el momento de la entrega de premios y Nicolás Van Ditmar, micrófono en mano, dijo: “El primer premio, para los más chicos … viajes en helicóptero”.

Abundan las anécdotas, pero el modelo de felicidad Neverland promovido por Lewis, sin embargo, no sirvió para acallar las protestas por el acceso al lago de un sector de la población de Bariloche y El Bolsón. Y ese conflicto creció en la Justicia como una bola de nieve (Ver “La larga pelea...”).

Hola Macri. El caso permanecía encriptado en la Patagonia. Pero Macri decidió pasar las Pascuas post Obama en ese paraíso sin inocencia y la historia del lago prohibido regresó. ¿De dónde se conocen Macri y Lewis? “Son amigos desde hace 11 años y Macri ha venido de visita en diferentes oportunidades”, declaró Van Ditmar. Clarín intentó saber más, pero ni el capataz ni el Gobierno quisieron profundizar. Fue esta semana y para ese momento, legisladores del Frente Para la Victoria ya habían presentado una denuncia por dádivas contra Macri en la Oficina Anticorrupción pretendiendo equiparar el caso con las mismas denuncias que pesan sobre el ex vicepresidente Amado Boudou. Van Ditmar debió salir a aclarar por radio que el helicóptero fue contratado. No dijo por quién. “Tenemos una empresa de aviación y hacemos trabajos en toda la zona. No es un helicóptero privado del señor Lewis. Hemos volado para la ex presidenta Kirchner en 2013 y para YPF. Un servicio de este tipo cuesta 5.000 dólares la hora en cualquier lugar del mundo. El servicio se facturó, pero no a Presidencia”, dijo el administrador, y cerró: “Nosotros no llegamos ayer, somos 130 empleados y hace 20 años que estamos acá”. Es cierto: dos décadas en las que no han pasado indiferentes.

jueves, 14 de abril de 2016

Un diario de guerra volvió a su dueño

Malvinas: le devolvió a un ex combatiente un "diario de guerra" que trajo de Inglaterra

Una joven de 20 años lo recibió de un oficial de la Marina británica que la alojó en un intercambio estudiantil. Ayer, en Neuquén, se lo entregó al soldado más mencionado en esos textos escritos en pleno combate.


Encuentro. El 2 de abril Florencia Figar Laborde le entregó en Neuquén el diario de Malvinas al veterano Miguel Gustavo Vera.
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Eva Marabotto - Clarín

Registra el hambre, el frío, los bombardeos y los temores compartidos. También las sanciones que recibían los jóvenes soldados. Se trata de un cuaderno que escribió un subteniente durante la Guerra de Malvinas y guardó un oficial de la Marina británica. Ayer, en el Día del Veterano, Florencia Figar Laborde, una estudiante argentina que tiene 20 años y lo trajo desde Londres, se lo entregó a uno de los soldados mencionados en el diario.

Este diario de la guerra no es más que un cuaderno Laprida de tapa dura. Comienza el 12 de abril de 1982 y cuenta en detalle los enfrentamientos bélicos, los sentimientos de su autor y también los castigos a los que sometía a sus subordinados.

Lo encontró un oficial de la Marina del Reino Unido que participó del conflicto y lo guardó durante más de 30 años hasta que recibió en su casa a Figar, una joven argentina que participó de un intercambio para aprender inglés.

"Cuando viajé en 2013 a Folkestone, en el sureste de Inglaterra, a estudiar inglés, decidí indagar sobre cómo habían vivido ellos la guerra. Mi sorpresa fue que el padre de la familia que me alojaba, Martin Bradford, había participado del conflicto y se animó a darme un cuaderno de un argentino que había encontrado en las islas. Me lo dio con la promesa de encontrar al dueño", cuenta la joven que estudia Comunicación Social y vive en Berazategui.

Diario de Malvinas. Un cuaderno que escribió un subteniente que participó de la guerra.
Cumplir su palabra le llevó casi tres años incluso después de que decidió que iba a darle el cuaderno no a su autor sobre el que tenía muy pocas pistas, sino al conscripto más mencionado: Miguel Gustavo Vera.



Florencia creyó que él debía ser el destinatario del recuerdo porque le iba a servir como testimonio de su vida en las islas. "El texto cuenta las sanciones que les imponían por no tener las botas lustradas o no afeitarse. Eran días de detención que obviamente no podían cumplir porque estaban en combate pero según cuentan ellos, les decían que a la vuelta iban a enfrentar un juicio militar ante una Corte. Vivían aterrados", cuenta Figar.

Finalmente, después de hurgar en los registros del Ejército y pedir la ayuda de los Centros de Veteranos de Quilmes, La Matanza, Rosario y Neuquén, la estudiante pudo encontrar a Vera para contarle sobre el cuaderno y ofrecérselo.

Ayer, el Centro de Veteranos de Neuquén, donde vive el ex combatiente con su mujer y sus cuatro hijos, la invitó a participar del acto del 2 de Abril en el cual le entregó el diario de guerra.

"Me va a llevar tiempo procesar la emoción. Lo voy a recordar toda la vida. No sólo el subteniente,  todos deberíamos hacer un mea culpa sobre el modo en que se recibió a los ex combatientes, y el lugar que ocupan en la sociedad hoy en día, a pesar de que muchos colaboran en causas solidarias y siguen trabajando por su comunidad", se emociona Figar, quien recibió en Neuquén el agradecimiento de los que participaron en el acto (incluso miembros del Ejército) y gestó una amistad con Vera y su familia que, confía, se va a mantener a lo largo del tiempo.

miércoles, 13 de abril de 2016

Las fuerzas navales argentinas en el conflicto

La Armada, la Prefectura y la Marina Mercante, con roles clave en las operaciones en la Guerra de Malvinas

Por: Fernando Morales - Infobae
Dos hombres que vivieron situaciones extremas en las aguas del Atlántico Sur contaron sus experiencias en diálogo con Infobae




Dentro de la serie de notas publicadas por Infobae, en coincidencia con el 34° aniversario de la guerra de Malvinas, brindan su testimonio dos hombres de mar que siendo jóvenes oficiales de sus respectivas fuerzas, vivieron situaciones extremas en las aguas de nuestro Atlántico Sur
El hoy Contraalmirante VGM Eduardo Fondevila Sancet es Jefe de Logística del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Por su parte, el Prefecto Mayor VGM Osvaldo Aguirre ocupa en la actualidad el cargo de Jefe del Departamento Veteranos de Guerra de la Prefectura Naval Argentina. Pero no siempre fueron acabados profesionales con aquilatada experiencia y mucha "sal marina" en su sangre. Allá por abril de 1982 Fondevila Sanset era un joven oficial de la Armada Argentina en su primera jerarquía (Guardiamarina) embarcado en buque ARA "Alférez Sobral" tenía a su cargo el Detall General y los pañoles de la nave, un cargo típico de un marino que comienza a transitar la cubierta de un buque, y Aguirre se desempeñaba con la jerarquía de Oficial Principal de la Prefectura Naval Argentina, como Primer oficial del buque Guardacostas "Islas Malvinas". En la práctica este cargo implicaba ser la segunda autoridad del buque luego de su Capitán.
Dos hombres, dos Instituciones, dos buques; el mismo destino
El "Alférez Sobral" es una nave de 43 metros. de eslora ( largo), se encuentra en servicio desde 1944, habiendo revistado en la Armada de los Estados Unidos antes de ser incorporado a la Armada en 1972. Su misión fundamental es la realización de tareas auxiliares para la flota de mar y en zonas costeras.
El 17 de marzo de 1982 su comandante, el Capitán de Corbeta Sergio Gómez Roca, recibió la orden de alistar la nave para zarpar cuanto antes; ninguno de los 60 tripulantes conocía el destino de la travesía. Una vez en mar abierto, la tripulación fue notificada de los planes de recuperación del archipiélago malvinense.
Entre el 1° y el 30 de abril el buque realizó diversas tareas de apoyo logístico a las fuerzas desplegadas en el archipiélago; concretamente el 17, la nave se posicionó estratégicamente al oeste de las islas para servir de buque de rescate ante eventuales derribos o ataques a naves argentinas.
El 1° de mayo, el "Sobral" acude al rescate de la tripulación de un avión Camberra de la FAA que había sido derribado por el enemigo. Pero en plena travesía hacia esa misión en la mañana del 2 se recibe la noticia del hundimiento del Crucero "ARA Gral Belgrano". En forma inmediata, la atención se centró en la búsqueda y rescate de las decenas de náufragos que se hallaban en las heladas aguas.
El Guardacostas "Islas Malvinas," una de las embarcaciones patrulleras más modernas de la Prefectura Naval por aquellos días, fue parte del componente que la fuerza policial desplegó en la zona del conflicto. Su tarea básica era el patrullaje, transporte de personal, tareas de reconocimiento; practicaje en zonas minadas y muchas otras que excedieron el rol policial de la institución.
El 1 de mayo a las 15:20, la nave se encontraba fondeada en "Bahía de la Anunciación" en momentos en que es atacado por un helicóptero de exploración inglés. La aeronave era parte de la dotación de la fragata HMS Alacrity; el guardacostas repele la agresión mediante el fuego de armas de uso policial, fusiles y ametralladoras diseñados para otro tipo de tareas. En la emergencia se usa también armamento de mano de la dotación. En la acción es herido un tripulante y el fuego procedente del guardacostas causa averías que hacen que la nave inglesa se aleje de la acción.
La transición del 2 al 3 de mayo sería tremenda para la dotación del Sobral. Sobrevolados también por un helicóptero, la tripulación se alista en los puestos de combate; solo un sobrevuelo primero, pero que crea el clima previo a lo inevitable. Minutos después, una segunda aeronave se aproxima y se entabla el combate. Metralla de 20mm y cañón de 40mm en medio de un mar embravecido resultan suficientes para que el helicóptero abandone la posición. Ciertamente este no sería el final de su trágica historia.
A los pocos minutos, lejanos destellos anunciaban lo que se avecinaba: misiles de la clase "Sea Skua" lanzados desde helicópteros Sea Lynx harían del "Sobral" su blanco. Un primer impacto destruye la embarcación menor que se encontraba a bordo del buque. Otro misil pasa de largo sin impactar. El "Sobral" abre fuego en medio de la oscuridad. Sobreviene la calma y se evalúan daños pero a la 1:20 del mismo 3 de mayo un ataque devastador arrasa con el puente de mando llevándose la vida del Comandante de la nave Capitán Sergio Gómez Roca y otros siete tripulantes.
Así como la crónica entrecruza las historias, una y otra nave parecen hermanadas en un destino común, buques pequeños en lucha desigual, entrega y templanza de tripulaciones dispuestas a dar todo en el cumplimiento del deber. Este es solo un pequeño prólogo de dos de las tantas acciones heroicas que la gesta de Malvinas encierra, más allá del resultado final de la batalla.
Lo que sigue son las vivencias de dos hombres que honraron que cumplieron su deber en 1982 y que hasta el día de hoy siguen sirviendo con voluntad, con orgullo y por sobre todo con honor a su bandera y a su patria.
El Guardacostas "Islas Malvinas" cumplió con la totalidad de las misiones que se le asignaran. Lo hizo a pesar de tener limitada su potencia de máquinas a la mitad por averías sufridas en una de sus hélices. Posteriormente al producirse la rendición de las fuerzas argentinas, sobrevino el indescriptible dolor que para todo marino implica el hecho de entregar su buque y ser tomado prisionero.
El "Sobral", herido de gravedad pero no muerto, con improvisados elementos de navegación pudo emprender el regreso al continente, arribando a Puerto Deseado en la noche del 5 de mayo.

Aguirre y Fondevila Sancet aquilatan recuerdos e historias. Las instituciones que representan junto a un importante número de buques mercantes y pesqueros constituyeron el componente naval en la guerra. Los buques de unos y otros se diferenciaban por su tamaño, por su armamento y por su misión. Eran iguales tal vez solo en una cosa: el valor puesto de manifiesto por todos y cada uno de los tripulantes, el que está más allá de cualquier análisis político sobre las situación institucional del país al iniciarse el conflicto. Ellos lo saben, lo importante es que el resto de la sociedad lo comprenda.



martes, 12 de abril de 2016

VGM: Un casco vuelve a su dueño con emoción

La emoción de un soldado que recuperó su casco 34 años después
La conmovedora historia de un ex combatiente

Un argentino que vive en Inglaterra lo había comprado en un remate y ayer se lo trajo. Y se emocionaron juntos. 


Matías Picchio, coleccionista de cascos de guerra, argentino y viviendo en Gran Bretaña, llegó a Sarmiento, Chubut, a devolverle el casco a José Muñoz, que lo usó en Malvinas.

Carlos Guajardo - Clarín 

El casco que el excombatiente de Malvinas José Muñoz esperó durante 34 años ya está en sus manos otra vez. El joven argentino Matías Picchio, que reside en Inglaterra, lo compró en un remate y vino ayer a Sarmiento, una localidad ubicada en el sur de Chubut, a 150 kilómetros de Comodoro Rivadavia, para conocer a Muñoz y entregarle el casco en un emotivo acto de vigilia denominado “Sarmiento le canta a Las Malvinas”, realizado en el gimnasio municipal ante casi 5 mil personas.

 A las 0,30 de ayer, Muñoz y Picchio se vieron la cara por primera vez en el acto y Muñoz tuvo por fin el único recuerdo de su paso por el conflicto. Es que el día de la rendición, los ingleses le sacaron todo.

“Colecciono cascos. Pero este es uno muy especial. Además creo que fue el destino el que me cruzó con él para que pueda volver a las manos de quien lo usó en Malvinas”, le dijo Picchio a Clarín.

El muchacho de 40 años se fue a Inglaterra en 2002. Es técnico mecánico de aviones y en este momento viaja por distintos países del viejo continente desarrollando su profesión. Nació en el barrio de Belgrano y llegó a Sarmiento con sus padres Joaquín y Ada. Antes de emigrar trabajó en LAPA, donde lo indemnizaron y con ese dinero pudo viajar a Europa.

“Mi hobby es coleccionar cascos. Tengo de la Primera y Segunda Guerra Mundial, de Vietnam y del Golfo. Serán alrededor de 40. También tengo otros dos de Malvinas, pero no puedo identificar de quienes fueron. En el caso de José no fue complicado porque su nombre estaba escrito en el fondo. Y también el del Regimiento de Infantería 25 al que perteneció. Entonces empecé a buscarlo por Internet hasta que pude dar con la historia que contó Paola, su sobrina. Y así fue que nos comunicamos. Y bueno, aquí estoy”, contó Matías Picchio.

Paola Muñoz es una joven periodista de Sarmiento. El 2 de abril del año pasado publicó en una red social la historia de su tío José. Y ahí fue donde dijo que “no lo queda ningún recuerdo. Lo único que tenía era el casco pero los ingleses se lo sacaron cuando lo hicieron prisionero”.

El destino quiso que redes sociales de por medio y la edición de un diario local, la conectaran con Picchio que ya había visto en el interior del casco el nombre de José y del Regimiento de Infantería 25 al que pertenecía.

El excombatiente José Muñoz tiene 9 hijos. Su primera hija tiene 34 años. Nació justo el día antes que embarcaron a Muñoz hacia la guerra. Se llama Silvana de los Angeles. Al más chico le dicen “Muñeco” y tiene 4 años. “A Silvana la vi el día que nació, y después me llevaron”, le contó José a Clarín y dijo que recién se enteró que iba a Malvinas cuando estaban arriba de un barco.

Apenas se inició el sábado, José y Matías se encontraron en el escenario. Ninguno de los dos pudo contener el llanto. Igual que las miles de personas que estaban en el gimnasio. José Muñoz levantó su casco y abrazando a Matías gritó entre lágrimas ¡Viva la patria! Todos lo siguieron.

En una charla con Clarín narró como fue el día de la rendición en Malvinas. “Los ingleses nos abrazaban y traductor de por medio nos decían “la guerra terminó, ahora somos hermanos. Este no es un problema nuestro”. Y recordó al superior que les informó que iban a la guerra cuando estaban arriba del barco en Puerto Deseado: “Señores, ustedes van a ir a una guerra. Esto es para varones. El que se quiere bajar que se baje”. Todos se quedaron

En la mañana de ayer, Matías Picchio fue a visitar el Regimiento de Infantería 25, con el que Muñoz fue a la guerra apenas un día después de ingresar al servicio militar. Y por su gesto, que fue ovacionado por todo el gimnasio, los veteranos lo invitaron a desfilar con ellos en el acto que se desarrolló a las 10 en el monumento de Malvinas de Sarmiento

lunes, 11 de abril de 2016

Mujeres argentinas en el conflicto



Mujeres en Malvinas: presencia incómoda, pero clave



AHORA Y AYER. Silvia Barrera (izq.) y Susana Maza (der.) aún son compañeras en el Hospital Militar. En la Guera de Malvinas fueron instrumentistas quirúrgicas. | Foto: Pablo Cuarterolo


Fueron 16 las que participaron del conflicto. Tardaron entre 10 y 20 años en contar su historia públicamente. Dos instrumentistas quirúrgicas revelan detalles de sus
días a bordo del Irízar.
 
Por Agustina Grasso.- Perfil
En Malvinas hubo otra guerra. Una guerra que llevó años en ser contada. Una guerra de mujeres. En total fueron 16 las que fueron reconocidas como partícipes del conflicto, entre enfermeras de la armada, la aeronáutica y la marina mercante, instrumentistas quirúrgicas del ejército y radioperadoras.
Bajo fuego, en Puerto Argentino sólo estuvieron seis y eran las instrumentistas quirúrgicas. Una de ellas fue Silvia Barrera. Tenía 23 años cuando se alistó como voluntaria. De un día para otro le dijeron que viajaría. En esas horas perdió dos cosas importantes: su pelo largo y un novio. Para su colega Susana Maza, de 25 años, ése no fue un problema. Ya estaba separada. Pero tenía una hija de nueve años. No le costó despedirse. Su prioridad en ese momento era la Patria.
Treinta y cuatro años después, Silvia y Susana siguen trabajando en el mismo lugar: el Hospital Militar de Buenos Aires. Siguen siendo compañeras y son las caras femeninas que más se animan a contar su historia. El resto prefiere olvidar o tan sólo no hablar en público del tema. A ellas les llevó entre diez y veinte años. Siempre  lo hacen desde su oficina. Están acostumbradas a las entrevistas.
Barrera: En los 80 había tres canales solos y en uno estaban los sábados de superacción. Esa idea idílica era la que teníamos de lo que podía llegar a ser la guerra. Con esa idea nos fuimos a Malvinas.
Maza: Un día como hoy llegaron y nos dijeron quién quería ir. Quién se ofrecía de voluntaria. En principio, éramos quince, pero cuando nos dijeron que salíamos mañana, quedamos cinco y una de Campo de Mayo.



En ese momento no había mujeres incorporadas al ejército con grado militar. Pero tampoco instrumentistas varones.
La guerra tenía casi dos meses y las necesitaba.
M: Yo tenía una hija de nueve años. Pero ya habíamos decidido ir. Quizás suena muy poético, muy idílico. Pero siempre digo lo mismo, la Patria nos necesitaba y cada uno en su puesto. Apoyábamos una decisión, acertada o no, de un gobierno cívico militar y la cumplimos porque era la Patria. No era un gobierno, ni un hombre.
Disfraces. Antes de partir  les dieron ropa de verano y pocas indicaciones. “Todas vestíamos de verde y con ropa de verano para un lugar donde hacía cinco grados bajo cero. Como no había mujeres militares en ese entonces, íbamos disfrazadas con ropa de hombre y con borceguíes, que el más chico era número 40”, detalla Silvia. Para tratar de aminorar el efecto se ponían varios pares de medias. No llevaban recuerdos de ninguna clase, ni pijamas.
Lo femenino. Su papá le había comprado una cámara de fotos Minolta Pocket, “la más chica que había conseguido”, que  escondió en sus zapatos.
“Igual en las fotos salimos bien arregladitas. Hoy no nos acordamos si dormimos, si nos bañamos. Pero sin embargo estamos ahí todas pintaditas.  Además –siempre digo– si bien en el quirófano una está toda tapada, si el paciente ve una cara femenina lo relaciona con la mamá, la hermana, la mujer. Es una contención”, agrega Silvia, con sombra celeste claro sobre sus ojos, la misma que la de las viejas fotos. A fines de mayo del 82 salieron en un vuelo de línea hacia Río Gallegos, donde nadie sabía que llegaban, ni esperaban ver mujeres vestidas de verde.
B: No nos daban bolilla. Preguntábamos por todos lados dónde teníamos que ir.  Hasta que nos encontramos con un médico que nos llevó hasta el hospital regional.
“¿Es verdad que van a Malvinas?”, les pregunta un general. Ellas le responden seriamente que sí. Un helicóptero los llevó a unos galpones de la aeronáutica en el puerto de Punta Quilla y  luego al rompehielos Almirante Irízar, adaptado como buque hospital. Allí pasaron diez días, donde el recibimiento tampoco fue con pompas. En el barco no esperaban mujeres, menos del ejército. “A los de la marina mucha gracia no les causó. Pero bueno, una vez que te ponés a trabajar ya no importa si sos hombre o mujer”.



—¿Cómo fueron los días allí?
B: Te daban un mapita que era muy confuso. Imaginate que era la primera vez que subíamos a semejante buque. Se  movía, y ellos a propósito nos hicieron un simulacro de emergencias apenas llegamos.
M: Nos habían asignado camarotes, pero preferíamos estar todas juntas en una sala prequirúrgica donde nos acomodamos.
Ellas cuentan que el comandante del buque, el capitán Luis Prado, y el coronel Enrique Ceballos, director del hospital de Puerto Argentino, decidieron que era preferible que, como estaban en medio de un combate, esperaran a descender.
M: Como era muy intenso el bombardeo sobre Puerto Argentino ya se preveía un cese de hostilidades. Entonces si bajábamos se temía que pasáramos a engrosar las filas de prisioneros.
B: Además, sin grado militar no podías estar en las islas Malvinas, así que había que esperar el desarrollo del trámite en el barco. Como eso tardaba y por como estaba la situación, nos quedamos a trabajar en el barco, que tenía quirófano y estaba muy bien equipado.
—¿En algún momento se preguntaron qué hago acá o temieron por sus vidas?
M: No.
B: Nosotras, unas inconscientes. Cuando salíamos afuera a fumar veíamos los bombardeos sobre nuestras cabezas y decíamos: “Hay que volver a trabajar”.
M: Además nosotras estamos preparadas para situaciones de emergencia. No es que seamos frías, pero tenés que dejar el sentimentalismo de lado.
—¿Cómo fue la vuelta?
M: No fue agradable. De un golpe todo había terminado. Lloramos porque no podíamos seguir ayudando.
B: Además nos habían hecho firmar un documento que decía que no podíamos contar a la prensa lo que había pasado. Por mucho tiempo no dimos entrevistas. Pasaron de diez a veinte años hasta que hablamos.

Un rompehielos transformado en hospital

En la Guerra de Malvinas hubo seis buques hospitales, cuatro británicos y dos argentinos, que socorrieron a los heridos, enfermos y náufragos, asistiéndolos  y trasladándolos a un lugar seguro y adecuado para su recuperación.  A partir del 1° de junio de 1982 se dispuso del rompehielos ARA Almirante Irízar y del transporte polar ARA Bahía Paraíso. Ambos fueron adaptados en poco menos de cinco días con unidades hospitalarias con una capacidad para cientos de camas, un hangar para helicópteros, quirófanos, laboratorios, salas de rayos y de yesos, terapia intensiva y más consultorios. A este buque llegaron seis instrumentistas quirúrgicas: Silvia Barrera, Susana Maza, Norma Navarro, Cecilia Ricchieri y María Marta Leme, del Hospital Militar, y María Angélica Sendes de Campo de Mayo. Todas tenían entre 23 y 27 años.
Su llegada fue dura. Los marinos no las esperaban, pero después terminaron dándoles consejos. “No estábamos acostumbradas al movimiento del barco, nos daba náuseas. Así que ellos nos decían que comiéramos pan y puré de papa y con eso se nos pasaba”, recuerda Silvia. Operar sobre aguas no es una tarea sencilla. También rememora que para las intervenciones se ataban con gasa a las camillas.
* Nota publicada en la edición impresa de DIARIO PERFIL