Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-173) HMS Arrow
El 1 de mayo fue atacada y averiada. El 10 de mayo fue torpedeada por el Submarino ARA San Luis, el cual solo produjo daños mecánicos. Para junio del 82, estaba fuera de combate por fallas propias.
Mira lo que les paso a los buques ingleses, Malvinas 1982
HMS Arrow , antes del conflicto
Ataque con cañones
sábado, 8 de agosto de 2015
viernes, 7 de agosto de 2015
VGM: Tony Davies comenta el conflicto
MALVINAS: 25 AÑOS DESPUES : TONY DAVIES, EX SARGENTO MAYOR DE LOS GUARDIAS GALESES Y VETERANO DE GOOSE GREEN, ENTRE OTRAS BATALLAS
"Los británicos estuvimos a uno o dos días de perder la guerra de Malvinas"
A 25 años de la guerra, un ex sargento inglés evoca Goose Green, el primer combate terrestre entre los dos Ejércitos.
María Laura Avignolo LONDRES CORRESPONSAL
mlavignolo@clarin.com
Clarín
El ex sargento mayor Tony Davies siempre soñó con hacer un crucero. Era su sueño en una familia de 11 hijos en Gales. La única vez que lo consiguió fue en una cabina del lujoso "Queen Elizabeth II", con el regimiento de los Guardias Galeses, rumbo a la guerra de Malvinas de 1982.
Treinta años después no le queda ni una sola foto del conflicto, El amargo recuerdo de sus amigos muertos en el bombardeo argentino al "Sir Gallahad" o en combate, la profunda depresión, lo llevaron años atrás a una decisión extrema: quemar las fotos y su diario de la guerra para "matar" una memoria, viva y dolorosa, que no se apagará jamás.
Fue el hundimiento del buque inglés Atlantic Conveyor y la pérdida de sus helicópteros lo que decidió al gabinete de guerra de Margaret Thatcher a "recobrar la iniciativa y demostrar a la población que la recuperación de las islas experimentaba un palpable avance".
Los cañones se dirigieron entonces a las tropas argentinas emplazadas en Goose Green.
Treinta años después de la guerra, el galés Tony Davies ya no es sargento mayor sino teniente coronel y presidente del Unión Club, un hotel elegante en la zona de Waterloo que aloja a todos los veteranos de guerra británicos y sus familiares cuando llegan a Londres.
¿Volví a las Malvinas en 2000. Había jurado no volver nunca más. Tuve dos semanas de emocionantes reencuentros con soldados en Stanley y en Goose Greene. Cuando uno ve que hay más de 360 muchachos muertos sólo en un incidente como el del Belgrano, uno dice: "Dios, qué pérdida! Hermanos, padres, hijos. Una tristeza", dice Davies en su Union Club, sin ocultar las lágrimas. Hoy, trabaja para sus compañeros y para la paz. Cuando salió para Malvinas, creía que las Falklands estaban en Escocia, como la mayoría de los soldados que lo acompañaban.
«¿Creía que iba a la guerra?
¿Había estado en el Ejército por veinte años. Peleé en Aden, en Oriente Medio, en Irlanda del Norte, contra la insurgencia. Como soldado profesional, si mi país iba a la guerra, yo iba a pelear por él. Pero cuando esta task force comenzó a marchar, todos pensamos que iba a haber un acuerdo político y no una guerra. Yo siempre quise viajar en un crucero, y en el primero que fui en mi vida, fue a las Malvinas, en el Queen Elizabeth, a pelear. Muchos de nuestros soldados eran jovencitos: ni siquiera habían ido a Irlanda del Norte. Necesitaban mucho entrenamiento y cuidado. Cuando llegamos a Ascensión pasó el hundimiento del Belgrano. Allí supimos que no había vuelta atrás.
¿Cómo se siente usted respecto al Belgrano?
Muy triste, porque mucha gente perdió la vida. Lo que diría a una familia que perdió a un hijo allí sería que yo estoy muy triste y que me afecta inmensamente. Yo perdí muchos amigos en esa guerra: cuarenta y cuatro amigos de mi regimiento murieron en el "Sir Gallahad" y noventa y ocho quedaron muy heridos. «éramos soldados profesionales y los dos lados hicimos lo que creíamos que era lo correcto para nuestros países. Nos pusieron en esa posición los políticos, ése es un triste hecho de la vida.
Parecen encantados de encontrarse con el enemigo.
Lo que pasó, pasó. No lo podemos cambiar. Cuando yo fui a Malvinas en el 2000, fui al cementerio argentino en Goose Greene. Recuerdo haber caminado por allí, ver los nombres (llora), recordar los días de la batalla. Viví un infierno allí. Mount Harriet, Tumbledown, Kent, Longdon, Two Sisters. Jamás lo olvidaré. Espero que se den cuenta de que los británicos estuvimos tan cerca de no conseguirlo, de no llegar a Stanley.
¿Cerca de perder la guerra?
Absolutamente. Uno o dos días más y nunca lo hubiéramos hecho.
En Argentina no imaginaron eso. ¿Lo puede explicar?
Para el desembarco de San Carlos nos habían prometido cobertura aérea, que nunca tuvimos; que iba a haber helicópteros, que no tuvimos porque ustedes habían hundido el "Atlantic Conveyor". Comida, munición, transporte estaban en extremo racionamiento una semana después de San Carlos. En mi regimiento terminamos usando lo que las tropas argentinas dejaban en la retirada: comida argentina, munición argentina y, en muchos casos, armas argentinas porque eran mejores a veces que las nuestras. El día de la rendición íbamos a atacar Sapper Hill. Pero el general Menéndez dijo "se acabó". La artillería nuestra tenía sólo para cuatro rondas, que es nada. No teníamos gasolina, ni comida y muy poca munición. Y estábamos perdiendo a muchas tropas por enfermedad, el frío, las heridas de las batallas. Un día o dos más ahí y podría haber pasado cualquier otra cosa.
¿Fue difícil la pelea con las tropas argentinas?
Muy difícil. Con el BIM 5 fue muy difícil. Y cuando avanzamos a Stanley se hacía más duro. Eran iguales a nosotros de buenos y pelearon bien. Nunca voy a olvidar a mi primer prisionero de guerra. Me creas o no, hasta cuatro meses antes había sido profesor en Swansea University, en Gales, que es de donde yo vengo. Fue en Mount Harriet, eran las cuatro de la mañana, la batalla había terminado y él estaba helado. Yo tenía una taza de té y él me habló en inglés; me dijo que había estado enseñando en Swansea University. No lo podía creer. Nunca más lo vi, no me acuerdo cómo se llamaba.
¿Cómo fue la llegada a Puerto Argentino?
¿Muy difícil. Había muchísimas minas, no teníamos apoyo aéreo ni artillería y todo era a la noche. Empezaron los rumores de la rendición. Llegaron veinte helicópteros al mediodía del 14 de junio, soleado y nevado. Llegamos a Sapper Hill y ahi paró la guerra, a quinientos metros de Stanley. Fuimos a los búnkers argentinos, tomamos los comidas, la ropa seca y las raciones.
¿Y cuál fue su sentimiento?
Estábamos encantados de que la guerra hubiera terminado y de que hubiéramos ganado. Y estábamos muy sorprendidos por el número de argentinos que había. Me fui de Stanley en 1982 dos meses después de la guerra, en un ferry. Me dije: "Jamás volveré." Pero volví. Después de la guerra empecé a tomar inmensamente. Hasta que encontré a Denzil, un ex paracaidista que perdió una pierna en la batalla de Monte Longdon. El también estaba muy mal y me dijo que quería hacer esta asociación de veteranos. Llevamos diez años trabajando juntos y juntos volvimos con la BBC a las islas por diez días. Y me sentí por horas solo, en esos cerros. Me hizo mucho bien.
"Los británicos estuvimos a uno o dos días de perder la guerra de Malvinas"
A 25 años de la guerra, un ex sargento inglés evoca Goose Green, el primer combate terrestre entre los dos Ejércitos.
María Laura Avignolo LONDRES CORRESPONSAL
mlavignolo@clarin.com
Clarín
El ex sargento mayor Tony Davies siempre soñó con hacer un crucero. Era su sueño en una familia de 11 hijos en Gales. La única vez que lo consiguió fue en una cabina del lujoso "Queen Elizabeth II", con el regimiento de los Guardias Galeses, rumbo a la guerra de Malvinas de 1982.
Treinta años después no le queda ni una sola foto del conflicto, El amargo recuerdo de sus amigos muertos en el bombardeo argentino al "Sir Gallahad" o en combate, la profunda depresión, lo llevaron años atrás a una decisión extrema: quemar las fotos y su diario de la guerra para "matar" una memoria, viva y dolorosa, que no se apagará jamás.
Goose Green: el principio del fin
Después del desembarco en San Carlos, los británicos se lanzaron a Puerto Argentino, un objetivo que quisieron tomar al principio de la guerra y no pudieron. Goose Green o Pradera del Ganso fue la primera gran batalla terrestre entre ambos Ejércitos. Sin embargo, esa batalla estuvo a punto de no llevarse a cabo. Los británicos, según documentos recientemente desclasificados, temían que una campaña dilatada, y cara en muertos y heridos, favoreciera las intenciones argentinas de firmar un acuerdo político.
El gabinete de guerra británico pensaba incluso que ése era el plan del gobierno militar argentino, por lo que el objetivo de la guerra, entre el 24 y el 25 de mayo de 1982, era que sus tropas se dirigieran "en forma inexorable hacia la toma de Stanley". Goose Green era un objetivo secundario y los ingleses no planificaban otras acciones "hasta que se redujera la amenaza aérea argentina", cuenta sir Lawrence Freedman en "The Official History of the Falklands Campaign".
Fue el hundimiento del buque inglés Atlantic Conveyor y la pérdida de sus helicópteros lo que decidió al gabinete de guerra de Margaret Thatcher a "recobrar la iniciativa y demostrar a la población que la recuperación de las islas experimentaba un palpable avance".
Los cañones se dirigieron entonces a las tropas argentinas emplazadas en Goose Green.
Treinta años después de la guerra, el galés Tony Davies ya no es sargento mayor sino teniente coronel y presidente del Unión Club, un hotel elegante en la zona de Waterloo que aloja a todos los veteranos de guerra británicos y sus familiares cuando llegan a Londres.
¿Volví a las Malvinas en 2000. Había jurado no volver nunca más. Tuve dos semanas de emocionantes reencuentros con soldados en Stanley y en Goose Greene. Cuando uno ve que hay más de 360 muchachos muertos sólo en un incidente como el del Belgrano, uno dice: "Dios, qué pérdida! Hermanos, padres, hijos. Una tristeza", dice Davies en su Union Club, sin ocultar las lágrimas. Hoy, trabaja para sus compañeros y para la paz. Cuando salió para Malvinas, creía que las Falklands estaban en Escocia, como la mayoría de los soldados que lo acompañaban.
«¿Creía que iba a la guerra?
¿Había estado en el Ejército por veinte años. Peleé en Aden, en Oriente Medio, en Irlanda del Norte, contra la insurgencia. Como soldado profesional, si mi país iba a la guerra, yo iba a pelear por él. Pero cuando esta task force comenzó a marchar, todos pensamos que iba a haber un acuerdo político y no una guerra. Yo siempre quise viajar en un crucero, y en el primero que fui en mi vida, fue a las Malvinas, en el Queen Elizabeth, a pelear. Muchos de nuestros soldados eran jovencitos: ni siquiera habían ido a Irlanda del Norte. Necesitaban mucho entrenamiento y cuidado. Cuando llegamos a Ascensión pasó el hundimiento del Belgrano. Allí supimos que no había vuelta atrás.
¿Cómo se siente usted respecto al Belgrano?
Muy triste, porque mucha gente perdió la vida. Lo que diría a una familia que perdió a un hijo allí sería que yo estoy muy triste y que me afecta inmensamente. Yo perdí muchos amigos en esa guerra: cuarenta y cuatro amigos de mi regimiento murieron en el "Sir Gallahad" y noventa y ocho quedaron muy heridos. «éramos soldados profesionales y los dos lados hicimos lo que creíamos que era lo correcto para nuestros países. Nos pusieron en esa posición los políticos, ése es un triste hecho de la vida.
Parecen encantados de encontrarse con el enemigo.
Lo que pasó, pasó. No lo podemos cambiar. Cuando yo fui a Malvinas en el 2000, fui al cementerio argentino en Goose Greene. Recuerdo haber caminado por allí, ver los nombres (llora), recordar los días de la batalla. Viví un infierno allí. Mount Harriet, Tumbledown, Kent, Longdon, Two Sisters. Jamás lo olvidaré. Espero que se den cuenta de que los británicos estuvimos tan cerca de no conseguirlo, de no llegar a Stanley.
¿Cerca de perder la guerra?
Absolutamente. Uno o dos días más y nunca lo hubiéramos hecho.
En Argentina no imaginaron eso. ¿Lo puede explicar?
Para el desembarco de San Carlos nos habían prometido cobertura aérea, que nunca tuvimos; que iba a haber helicópteros, que no tuvimos porque ustedes habían hundido el "Atlantic Conveyor". Comida, munición, transporte estaban en extremo racionamiento una semana después de San Carlos. En mi regimiento terminamos usando lo que las tropas argentinas dejaban en la retirada: comida argentina, munición argentina y, en muchos casos, armas argentinas porque eran mejores a veces que las nuestras. El día de la rendición íbamos a atacar Sapper Hill. Pero el general Menéndez dijo "se acabó". La artillería nuestra tenía sólo para cuatro rondas, que es nada. No teníamos gasolina, ni comida y muy poca munición. Y estábamos perdiendo a muchas tropas por enfermedad, el frío, las heridas de las batallas. Un día o dos más ahí y podría haber pasado cualquier otra cosa.
¿Fue difícil la pelea con las tropas argentinas?
Muy difícil. Con el BIM 5 fue muy difícil. Y cuando avanzamos a Stanley se hacía más duro. Eran iguales a nosotros de buenos y pelearon bien. Nunca voy a olvidar a mi primer prisionero de guerra. Me creas o no, hasta cuatro meses antes había sido profesor en Swansea University, en Gales, que es de donde yo vengo. Fue en Mount Harriet, eran las cuatro de la mañana, la batalla había terminado y él estaba helado. Yo tenía una taza de té y él me habló en inglés; me dijo que había estado enseñando en Swansea University. No lo podía creer. Nunca más lo vi, no me acuerdo cómo se llamaba.
¿Cómo fue la llegada a Puerto Argentino?
¿Muy difícil. Había muchísimas minas, no teníamos apoyo aéreo ni artillería y todo era a la noche. Empezaron los rumores de la rendición. Llegaron veinte helicópteros al mediodía del 14 de junio, soleado y nevado. Llegamos a Sapper Hill y ahi paró la guerra, a quinientos metros de Stanley. Fuimos a los búnkers argentinos, tomamos los comidas, la ropa seca y las raciones.
¿Y cuál fue su sentimiento?
Estábamos encantados de que la guerra hubiera terminado y de que hubiéramos ganado. Y estábamos muy sorprendidos por el número de argentinos que había. Me fui de Stanley en 1982 dos meses después de la guerra, en un ferry. Me dije: "Jamás volveré." Pero volví. Después de la guerra empecé a tomar inmensamente. Hasta que encontré a Denzil, un ex paracaidista que perdió una pierna en la batalla de Monte Longdon. El también estaba muy mal y me dijo que quería hacer esta asociación de veteranos. Llevamos diez años trabajando juntos y juntos volvimos con la BBC a las islas por diez días. Y me sentí por horas solo, en esos cerros. Me hizo mucho bien.
jueves, 6 de agosto de 2015
La RAE malgasta por ineficiencia el esfuerzo de propaganda argentino
Argentina emite propaganda en idioma inglés a las fuerzas de ocupación de las Islas Malvinas
Breit Bart
por NICK HALLETT
Durante los últimos dos años, la cadena estatal de Argentina ha estado tratando de difundir propaganda en idioma Inglés a los residentes de las Islas Malvinas, el Territorio Británico del Atlántico Sur reclamado por la nación latinoamericana, pero sus esfuerzos no han sido precisamente un éxito.
Irrelevante, interesante e incluso a veces ininteligible, el "Boletín Malvinas" - un producto de la Radiodifusión Argentina al Exterior (RAE) - es un ejemplo clásico de cómo no hacer propaganda eficaz.
El espectáculo puede haber durado dos años, pero hay poca evidencia de que ha tenido ningún efecto, o que alguien está realmente escuchando. Escuchando las últimas ediciones, es fácil ver por qué.
El espectáculo cuenta con un presentador que lee las noticias en un fuerte acento argentino, y las historias reportadas dicen mucho más sobre el estado de la libertad de prensa en Argentina que cualquier otra cosa.
La edición del viernes pasado incluyó a la Presidente Kirchner en una reunión de ministros, a la Presidente Kirchner comprando un simulador de trenes, el sucesor ungido por la presidente Kirchner siendo elogiado por ser una promesa electoral, y a la presidente Kirchner burlándose un candidato de oposición.
También era, naturalmente, un informe sobre la reclamación de Argentina sobre el "Malvinas", que entró en gran detalle sobre las resoluciones y discusiones de la ONU sobre "descolonización".
También no ayuda que el programa sale a la medianoche, cuando la mayoría de los isleños están presumiblemente en la cama.
El sitio de noticias argentina Télam informa a Marcelo Ayala de la RAE como diciendo: "Nadie en Argentina pone en duda que las Malvinas son parte de nuestro país y por lo tanto tenemos la obligación de mantener informados a los habitantes."
Dijo que las emisiones eran un intento de "romper el cerco mediático" en torno a las islas, donde las señales de televisión argentinos no pueden penetrar, y "garantizar a los habitantes el derecho a la información en el idioma Inglés."
La información transmitida a los "argentinos de habla inglesa" en ediciones anteriores incluye historias sobre excedentes comerciales, derechos de los transexuales y muchas, muchas más historias sobre lo maravilloso que es la presidente Kirchner.
Dado el tiempo que se transmite, tal vez el isleño extraño puede escuchar, pero sólo como un somnífero.
Ayala dice: "Hay una agenda global dominado por las agencias de noticias y los fabricantes de contenidos que se ajusten a nuestro país en un perfil predeterminado.
"Nuestra tarea es mostrar nuestra propia realidad, desde la política a la gran cantidad de actividades culturales."
Breit Bart
por NICK HALLETT
Durante los últimos dos años, la cadena estatal de Argentina ha estado tratando de difundir propaganda en idioma Inglés a los residentes de las Islas Malvinas, el Territorio Británico del Atlántico Sur reclamado por la nación latinoamericana, pero sus esfuerzos no han sido precisamente un éxito.
Irrelevante, interesante e incluso a veces ininteligible, el "Boletín Malvinas" - un producto de la Radiodifusión Argentina al Exterior (RAE) - es un ejemplo clásico de cómo no hacer propaganda eficaz.
El espectáculo puede haber durado dos años, pero hay poca evidencia de que ha tenido ningún efecto, o que alguien está realmente escuchando. Escuchando las últimas ediciones, es fácil ver por qué.
El espectáculo cuenta con un presentador que lee las noticias en un fuerte acento argentino, y las historias reportadas dicen mucho más sobre el estado de la libertad de prensa en Argentina que cualquier otra cosa.
La edición del viernes pasado incluyó a la Presidente Kirchner en una reunión de ministros, a la Presidente Kirchner comprando un simulador de trenes, el sucesor ungido por la presidente Kirchner siendo elogiado por ser una promesa electoral, y a la presidente Kirchner burlándose un candidato de oposición.
También era, naturalmente, un informe sobre la reclamación de Argentina sobre el "Malvinas", que entró en gran detalle sobre las resoluciones y discusiones de la ONU sobre "descolonización".
También no ayuda que el programa sale a la medianoche, cuando la mayoría de los isleños están presumiblemente en la cama.
El sitio de noticias argentina Télam informa a Marcelo Ayala de la RAE como diciendo: "Nadie en Argentina pone en duda que las Malvinas son parte de nuestro país y por lo tanto tenemos la obligación de mantener informados a los habitantes."
Dijo que las emisiones eran un intento de "romper el cerco mediático" en torno a las islas, donde las señales de televisión argentinos no pueden penetrar, y "garantizar a los habitantes el derecho a la información en el idioma Inglés."
La información transmitida a los "argentinos de habla inglesa" en ediciones anteriores incluye historias sobre excedentes comerciales, derechos de los transexuales y muchas, muchas más historias sobre lo maravilloso que es la presidente Kirchner.
Dado el tiempo que se transmite, tal vez el isleño extraño puede escuchar, pero sólo como un somnífero.
Ayala dice: "Hay una agenda global dominado por las agencias de noticias y los fabricantes de contenidos que se ajusten a nuestro país en un perfil predeterminado.
"Nuestra tarea es mostrar nuestra propia realidad, desde la política a la gran cantidad de actividades culturales."
miércoles, 5 de agosto de 2015
¿Operaron el SBS y SAS en nuestra Patagonia?
Malvinas. El combate en el continente. 15 soldados argentinos muertos por SAS y SBS
Sala de Prensa
Quince conscriptos argentinos murieron en intercambio de fuego con fuerzas especiales británicas en territorio continental argentino durante la guerra de Malvinas, afirma un libro sobre el conflicto escrito por un ex integrante de las fuerzas de élite y que es auspiciado por el Príncipe Andrés.
‘Piloto de Fuerzas Especiales, memoria de vuelo en la guerra de las Falklands’, fue escrito por el piloto de helicópteros Coronel Richard Hutchings
En los primeros días del mes de Mayo y mediados de junio del año 1982-, hubo acciones en secreto por ambos gobiernos, pero “varios ex conscriptos” se pusieron en contacto con él, “desesperados por contar sus experiencias”.
“Los conscriptos afirman que su experiencia de guerra contra el enemigo británico tuvo lugar en territorio continental argentino en la Patagonia, donde unos 3 mil conscriptos operaron junto a fuerzas regulares en la protección de aeropuertos, depósitos de combustible en las bases aéreas de Río Grande y Río Gallegos, para protegerlas de operaciones de sabotaje por fuerzas especiales británicas”, indicó el Coronel Hutchings.
Estos conscriptos alegan que se enfrentaron con fuerzas de SAS y SBS (Special Air Service y Special Boat Service) en territorio argentino y “se quejan que su servicio de guerra nunca ha sido reconocido porque la presencia de fuerzas especiales británicas en suelo argentino ha sido desde siempre negado”.
El lanzamiento original de su libro data de 2009, allí se cuenta sobre la abortada operación de esas fuerzas para destruir aviones y sobre todo los temibles misiles Exocet argentinos en Río Grande, Tierra del Fuego, y que culminó con la auto destrucción del helicóptero y refugio en Chile de sus integrantes.
La operación “Plum Duff”, que es descripta en el libro de reciente lanzamiento, “Exocet Falklands”, habría tenido al Coronel Hutchings entre uno de los pilotos del helicóptero Sea King, cuya misión era conducir las fuerzas especiales hasta la base en Río Grande.
“Las pérdidas militares argentinas de estos incidentes suman 15 muertos. Consideraciones de seguridad nacional me impiden de hacer más revelaciones al respecto a esta altura”, indicó Hutchings, que no brindó detalles sobre pérdidas británicas en los mencionados enfrentamientos
En el prólogo del mencionado libro, que fuera escrito por el Príncipe Andrés, tercer hijo de la reina Isabel II del Reino Unido y el príncipe Felipe, y ex piloto de un Sea King afirma: “Personalmente me sentí muy orgulloso de estar a la orden, como oficial de guardia del Escuadrón 820 a bordo de HMS Invincible, para ayudar a la tripulación del Sea King en su viaje, solo de ida, a la Argentina”.
Sala de Prensa
Quince conscriptos argentinos murieron en intercambio de fuego con fuerzas especiales británicas en territorio continental argentino durante la guerra de Malvinas, afirma un libro sobre el conflicto escrito por un ex integrante de las fuerzas de élite y que es auspiciado por el Príncipe Andrés.
‘Piloto de Fuerzas Especiales, memoria de vuelo en la guerra de las Falklands’, fue escrito por el piloto de helicópteros Coronel Richard Hutchings
En los primeros días del mes de Mayo y mediados de junio del año 1982-, hubo acciones en secreto por ambos gobiernos, pero “varios ex conscriptos” se pusieron en contacto con él, “desesperados por contar sus experiencias”.
“Los conscriptos afirman que su experiencia de guerra contra el enemigo británico tuvo lugar en territorio continental argentino en la Patagonia, donde unos 3 mil conscriptos operaron junto a fuerzas regulares en la protección de aeropuertos, depósitos de combustible en las bases aéreas de Río Grande y Río Gallegos, para protegerlas de operaciones de sabotaje por fuerzas especiales británicas”, indicó el Coronel Hutchings.
Estos conscriptos alegan que se enfrentaron con fuerzas de SAS y SBS (Special Air Service y Special Boat Service) en territorio argentino y “se quejan que su servicio de guerra nunca ha sido reconocido porque la presencia de fuerzas especiales británicas en suelo argentino ha sido desde siempre negado”.
El lanzamiento original de su libro data de 2009, allí se cuenta sobre la abortada operación de esas fuerzas para destruir aviones y sobre todo los temibles misiles Exocet argentinos en Río Grande, Tierra del Fuego, y que culminó con la auto destrucción del helicóptero y refugio en Chile de sus integrantes.
La operación “Plum Duff”, que es descripta en el libro de reciente lanzamiento, “Exocet Falklands”, habría tenido al Coronel Hutchings entre uno de los pilotos del helicóptero Sea King, cuya misión era conducir las fuerzas especiales hasta la base en Río Grande.
“Las pérdidas militares argentinas de estos incidentes suman 15 muertos. Consideraciones de seguridad nacional me impiden de hacer más revelaciones al respecto a esta altura”, indicó Hutchings, que no brindó detalles sobre pérdidas británicas en los mencionados enfrentamientos
En el prólogo del mencionado libro, que fuera escrito por el Príncipe Andrés, tercer hijo de la reina Isabel II del Reino Unido y el príncipe Felipe, y ex piloto de un Sea King afirma: “Personalmente me sentí muy orgulloso de estar a la orden, como oficial de guardia del Escuadrón 820 a bordo de HMS Invincible, para ayudar a la tripulación del Sea King en su viaje, solo de ida, a la Argentina”.
martes, 4 de agosto de 2015
20mm para los Harriers
Derribo de Harriers incursores por el Cabo Principal Almada
Derribos de Sea Harriers a Manos del cabo Principal Almada de la FAA. Quien a cargo del “fierro 3″; una batería Rheinmetall de 20mm tuvo el honor de derribar a dos incursores de los nueve que atacaron la BAM (Base Aérea Militar) Malvinas el 1º de mayo entre las 8.30 y 8.36hs. Según la información recopilada por el Comodoro (R) Rubén O. Moro, en su libro La guerra inaudita, se efectuó un pasaje de 9 Sea Harriers en oleadas de a dos o tres aparatos. Siendo derribados 2, por el Fierro 3 y otros cuatro se retiraron del escenario con serias averías, producto de la gran defensa antiaérea ubicada en el lugar. cayendo uno de ellos en el mar cuando regresaba a su portaaviones de origen, lejos del alcance de los radares.
Derribos de Sea Harriers a Manos del cabo Principal Almada de la FAA. Quien a cargo del “fierro 3″; una batería Rheinmetall de 20mm tuvo el honor de derribar a dos incursores de los nueve que atacaron la BAM (Base Aérea Militar) Malvinas el 1º de mayo entre las 8.30 y 8.36hs. Según la información recopilada por el Comodoro (R) Rubén O. Moro, en su libro La guerra inaudita, se efectuó un pasaje de 9 Sea Harriers en oleadas de a dos o tres aparatos. Siendo derribados 2, por el Fierro 3 y otros cuatro se retiraron del escenario con serias averías, producto de la gran defensa antiaérea ubicada en el lugar. cayendo uno de ellos en el mar cuando regresaba a su portaaviones de origen, lejos del alcance de los radares.
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lunes, 3 de agosto de 2015
Los kelpers serán como los galeses de la Patagonia
"Se respetarán a los habitantes de Malvinas como se hizo con los galeses", aseguró Alicia Castro
La embajadora argentina ante Gran Bretaña dijo estar "orgullosa de representar al país que ha sabido darle una patria a los galeses", y comparó el trato que se le brindó a esa colonia con el que se le dispensará a los habitantes de las Islas Malvinas.
Telam
La diplomática arribó a Chubut para compartir con las autoridades locales los festejos por los 150 años de la llegada de los colonos galeses a la Patagonia y acompañar al primer ministro galés, Carwyn Jones, y al embajador británico en el país, John Freeman.
"Los galeses hace 150 años salieron desde Liverpool buscando un lugar donde se preserve su identidad, su cultura y su lengua y lo hicieron acá, hermanados con los pueblos originarios, y ahí tenemos lecciones para aprender y para dar", sostuvo la embajadora en diálogo con la prensa local.
Alicia Castro ratificó la pertenencia del país "a una región que está consagrada a la paz y en ese marco es que le reclamamos diálogo al Reino Unido" en torno al tema Malvinas.
Respecto a la presencia del primer ministro galés, Castro valoró como "un paso muy importante que esté aquí una autoridad de esta estatura institucional".
Definió a la colonización galesa como "un claro ejemplo de respeto que desarma la propaganda de que la Argentina sería hostil hacia los británicos" y aseguró que los galeses en la Patagonia "son un ejemplo de respeto", teniendo en cuenta que Gales es un país constitutivo del Reino Unido.
Aseguró que la Argentina respetará a los habitantes de las islas "que seguirán siendo británicos si lo desean" y explicó que "el problema no es con ellos ni con su cultura, sino con el territorio, y así como se respetó a los galeses en nuestro territorio haremos lo mismo en Malvinas".
Dijo, además, que "se respetará también su voluntad política pues elegirán a sus propias autoridades y a su Congreso, lo que no ocurre ahora; se les dará participación activa en la política petrolera y pesquera, en suma, vivirán mejor".
La diplomática aseguró que "en la opinión pública británica también cambió mucho la forma de mirar al tema porque se han dado sobradas muestras de nuestra voluntad de diálogo, pero además muchos no entienden cómo se negoció con las dictaduras más sangrientas y no se puede hablar con un gobierno democrático y respetuoso de los derechos humanos".
Recordó que en Chubut hay "50.000 descendientes de galeses y 10.000 que hablan el idioma, lo que se logra únicamente con respeto".
La embajadora argentina ante Gran Bretaña dijo estar "orgullosa de representar al país que ha sabido darle una patria a los galeses", y comparó el trato que se le brindó a esa colonia con el que se le dispensará a los habitantes de las Islas Malvinas.
Telam
La diplomática arribó a Chubut para compartir con las autoridades locales los festejos por los 150 años de la llegada de los colonos galeses a la Patagonia y acompañar al primer ministro galés, Carwyn Jones, y al embajador británico en el país, John Freeman.
"Los galeses hace 150 años salieron desde Liverpool buscando un lugar donde se preserve su identidad, su cultura y su lengua y lo hicieron acá, hermanados con los pueblos originarios, y ahí tenemos lecciones para aprender y para dar", sostuvo la embajadora en diálogo con la prensa local.
Alicia Castro ratificó la pertenencia del país "a una región que está consagrada a la paz y en ese marco es que le reclamamos diálogo al Reino Unido" en torno al tema Malvinas.
Respecto a la presencia del primer ministro galés, Castro valoró como "un paso muy importante que esté aquí una autoridad de esta estatura institucional".
Definió a la colonización galesa como "un claro ejemplo de respeto que desarma la propaganda de que la Argentina sería hostil hacia los británicos" y aseguró que los galeses en la Patagonia "son un ejemplo de respeto", teniendo en cuenta que Gales es un país constitutivo del Reino Unido.
Aseguró que la Argentina respetará a los habitantes de las islas "que seguirán siendo británicos si lo desean" y explicó que "el problema no es con ellos ni con su cultura, sino con el territorio, y así como se respetó a los galeses en nuestro territorio haremos lo mismo en Malvinas".
Dijo, además, que "se respetará también su voluntad política pues elegirán a sus propias autoridades y a su Congreso, lo que no ocurre ahora; se les dará participación activa en la política petrolera y pesquera, en suma, vivirán mejor".
La diplomática aseguró que "en la opinión pública británica también cambió mucho la forma de mirar al tema porque se han dado sobradas muestras de nuestra voluntad de diálogo, pero además muchos no entienden cómo se negoció con las dictaduras más sangrientas y no se puede hablar con un gobierno democrático y respetuoso de los derechos humanos".
Recordó que en Chubut hay "50.000 descendientes de galeses y 10.000 que hablan el idioma, lo que se logra únicamente con respeto".
domingo, 2 de agosto de 2015
sábado, 1 de agosto de 2015
Se crea Archivo Oral de las Memorias
Oficializan la creación del Archivo Oral de las Memorias de Malvinas
Télam
La función de esta iniciativa será “recopilar, mediante el registro de entrevistas audiovisuales, las historias y experiencias de los involucrados antes, durante y después del conflicto bélico de 1982”.
El archivo apunta a “facilitar la documentación, el estudio y la interpretación de este hecho histórico mediante el uso y acceso público a su contenido”, había sido anunciada el pasado 2 de abril por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco del acto central por el Día del Veterano y los Caídos desarrollado en la localidad fueguina de Ushuaia.
“Créase el Archivo Oral de las Memorias de Malvinas, en el ámbito del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos de la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura”, ordena el decreto 1245, publicado en el Boletín Oficial.
Luego, indica que “será función” del archivo “recopilar, mediante el registro de entrevistas audiovisuales, las historias y experiencias de los involucrados antes, durante y después del conflicto bélico de Malvinas de 1982, con el fin de facilitar la documentación, el estudio y la interpretación de este hecho histórico mediante el uso y acceso público a su contenido”.
Asimismo, se dispone otorgar “carácter intangible al material testimonial, documental e informativo que integre el Archivo Oral de las Memorias de Malvinas, por lo que el mismo deberá conservarse sin cambios que alteren las informaciones, testimonios y documentos custodiados”.
En ese marco, se advierte que “la destrucción, rectificación, alteración o modificación de informaciones, testimonios o documentos relativos a la materia de este decreto queda estrictamente prohibida en el ámbito de la Administración Pública Nacional, hayan o no ingresado al archivo”.
La disposición lleva las firmas de la Presidenta, del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; y de la ministra de Cultura, Teresa Sellarés.
Télam
La función de esta iniciativa será “recopilar, mediante el registro de entrevistas audiovisuales, las historias y experiencias de los involucrados antes, durante y después del conflicto bélico de 1982”.
El archivo apunta a “facilitar la documentación, el estudio y la interpretación de este hecho histórico mediante el uso y acceso público a su contenido”, había sido anunciada el pasado 2 de abril por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco del acto central por el Día del Veterano y los Caídos desarrollado en la localidad fueguina de Ushuaia.
“Créase el Archivo Oral de las Memorias de Malvinas, en el ámbito del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos de la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura”, ordena el decreto 1245, publicado en el Boletín Oficial.
Luego, indica que “será función” del archivo “recopilar, mediante el registro de entrevistas audiovisuales, las historias y experiencias de los involucrados antes, durante y después del conflicto bélico de Malvinas de 1982, con el fin de facilitar la documentación, el estudio y la interpretación de este hecho histórico mediante el uso y acceso público a su contenido”.
Asimismo, se dispone otorgar “carácter intangible al material testimonial, documental e informativo que integre el Archivo Oral de las Memorias de Malvinas, por lo que el mismo deberá conservarse sin cambios que alteren las informaciones, testimonios y documentos custodiados”.
En ese marco, se advierte que “la destrucción, rectificación, alteración o modificación de informaciones, testimonios o documentos relativos a la materia de este decreto queda estrictamente prohibida en el ámbito de la Administración Pública Nacional, hayan o no ingresado al archivo”.
La disposición lleva las firmas de la Presidenta, del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; y de la ministra de Cultura, Teresa Sellarés.
viernes, 31 de julio de 2015
jueves, 30 de julio de 2015
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