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miércoles, 8 de abril de 2015

Malvinas argentinas por siempre, según un ex-canciller boliviano

Las Malvinas son y serán argentinas
Agustín Saavedra Weise - Página Siete



La hermana República Argentina conmemora –desde el año 2000- cada 2 de abril el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Reafirma así sus históricos derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas,  Georgia, Sándwich e Islas del Sur. Al mismo tiempo rinde homenaje a fallecidos y sobrevivientes del conflicto de 1982.
Ante la cercanía de una fecha tan especial, conviene recordar que 2015 marcará 55 años y  medio siglo –respectivamente-  de la aprobación por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (AG-ONU) de las resoluciones 1514 (1960) y 2065 (1965). Ambas son hitos diplomáticos esenciales y están muy por encima de la infortunada guerra anglo-argentina, ya que reflejan un sentido direccional claro y explícito impuesto por la sociedad internacional.
El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RU) mantuvo hasta mediados del siglo XX un imperio colonial que ocupó casi la cuarta parte de la superficie terrestre. A fin de reparar, por lo menos parcialmente las aberraciones de una desenfrenada política de explotación de territorios ajenos, el gobierno de Su Majestad Británica debería ser hoy el más diligente en materia de descolonización, pero no lo es.
La Resolución 1514 de 1960 contenía normas para conceder independencia a territorios coloniales; asimismo exigió concluir con todo vestigio colonialista. Luego, en 1965, la ONU expresó (Res. 2065) que el caso Malvinas se encuadraba en lo dispuesto por la 1514. A partir de ese momento, nadie -incluido el RU- pudo ni podrá oponerse a la descolonización de las islas. Ese histórico instrumento de la ONU tomó nota además de la existencia de una disputa entre Argentina y el RU sobre la soberanía en Malvinas e instó se procure una solución pactada.
Como ya expresé en 2011 en otro artículo sobre este mismo tema,  desde la mal ejecutada ocupación (1982) que propició la dictadura militar de Leopoldo Galtieri, mucho ha cambiado el mundo y también cambió la propia Argentina. Ahora la comunidad internacional insiste en la búsqueda de soluciones pacíficas de controversias y en Buenos Aires rige una sana democracia pluralista.
Estos positivos avances no parece haberlos asimilado el Reino Unido, que continúa con su política dura e inflexible respecto al futuro del archipiélago que ocupó por la fuerza en 1833. Como es sabido, las islas fueron pobladas luego por súbditos británicos, trasladados exprofeso al lugar.
El RU acude  falazmente  (y cuando le conviene) al principio de autodeterminación de los pueblos. Dicho principio no corresponde en el caso Malvinas, dado que sus actuales habitantes son colonos foráneos trasplantados a la región, de ninguna manera son originarios.
La persistencia en el Reino Unido de una caduca mentalidad colonialista no es lo más conveniente en esta etapa del tercer milenio, cuando, más bien, urge generar entendimientos constructivos, a fin de mitigar conflictos y eliminar injusticias. Confiemos en que pronto se inicie un fértil diálogo bilateral sobre la base de la Resolución 2065, pilar fundamental para procurar acuerdos definitivos en torno a uno de los últimos vestigios del colonialismo que aún sigue sin resolverse.
Las Islas Malvinas, han sido, son y serán argentinas. ¡Gloria a los caídos en la  larga lucha por recuperarlas!


Agustín Saavedra Weise es excanciller de Bolivia, economista,  politólogo y miembro del  Grupo Boliviano de Apoyo a las Malvinas.

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