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martes, 7 de abril de 2015

"Los británicos siempre van a vivir con miedo, amenazados, la pasaron muy mal"

Luis Cervera, piloto ex combatiente de Malvinas: "Los británicos siempre van a vivir con miedo, amenazados, la pasaron muy mal"
Un héroe del conflicto bélico que marcó al país relata en primera persona su experiencia y asegura: "Le hicimos un daño tremendo a Inglaterra que todavía no digirió".
Luis Cervera, piloto ex combatiente de Malvinas: Los británicos siempre van a vivir con miedo, amenazados, la pasaron muy mal



Juan Manuel Muttoni - Diario Veloz
Por Juan Manuel Muttoni
@jmmuttoni
jmuttoni@diarioveloz.com
     
Pasaron ya 33 años. Luis, que vivió el conflicto desde los cielos, mantiene su vista fija hacia adelante. Una mirada profunda que, acompañada por un porte considerable, impone respeto. Su voz, la misma que escuchan cada año por estas fechas cientos de personas durante sus conferencias, retumbó en las radios del II Escuadrón del Grupo 5 de Caza en 1982, durante la Guerra de Malvinas. De su escuadrilla de 16 pilotos, 9 volvieron con vida. Y en un nuevo 2 de Abril, aquel enfrentamiento bélico vuelve a ponerse en palabras de un hombre que considera "su deber" el hecho de "mantener encendida la llama". Luis Alberto Cervera, ex piloto de la Fuerza Aérea Argentina, Capitán retirado y combatiente que ocupaba el rango de Teniente durante el conflicto comparte su historia, que a su vez conforma un punto central de la Historia Argentina, y asegura: "Estoy convencido de que las Islas volverán a ser argentinas".

Luis Alberto Cervera tenía tan sólo 27 años cuando Argentina decidió recuperar las Islas Malvinas por la fuerza. La ocupación del territorio se produjo el 2 de abril de 1982. Durante todo ese mes, los gobiernos argentino y británico eran invitados por otras naciones a resolver el conflicto por vías diplomáticas. Sin embargo, la totalidad de las negociaciones de este tipo fracasaron rotundamente y el 1 de mayo se produjo el llamado "bautismo de fuego". Así, la guerra daba comienzo a la muerte: las primeras bajas aparecieron ese día y no cesarían hasta el 14 de junio, día en que Argentina comunicó su rendición. En aquel mes de abril, en momentos en que se vislumbraba que las negociaciones fracasarían, Luis Cervera cumplía años. Y aquella oportunidad podría haber sido la última en la que festejaba esa fecha. Sin embargo, los cielos le tenían preparado otro destino. El de contar la historia. El de mantenerla viva.

"Si iba a haber guerra o no iba a haber guerra no estaba en uno pensarlo; ni con quién. La preparación es estar apto para defender la patria en el momento en que la patria te necesita", se sincera el ex piloto de la Fuerza Aérea Argentina y así expresa cómo el conflicto lo tomó por sorpresa. "¿Cuándo me enteré que se recuperaron las Malvinas? Me enteré por la radio, como se enteró cualquier argentino. La operación 'recuperar Malvinas', 'desembarcar en Malvinas' el 2 de abril fue una operación ultra secreta; no lo sabía nadie", relata.

Así fue como Cervera se vio obligado a tomar consciencia sobre el rol que pasaría a cumplir en los días por venir. A diferencia de otros ex combatientes que corrieron una trágica suerte, el ex piloto era un profesional "apto para el combate". Su preparación estaba sostenida por una exitosa carrera como piloto, que incluía un entrenamiento llevado "al extremo de la exigencia". Si bien la recuperación de Malvinas no estaba dentro de sus predicciones, Cervera sabía que no se estaba preparando "para jugar". La guerra lo recibió como piloto operativo apto para el combate en el sistema de armas A4B. El uso de su nave de combate Skyhawk no representaba ninguna novedad. Aunque sí lo sería su desempeño sobre las Islas Malvinas, un territorio que de noche se volvía imposible de sobrevolar. En esos momentos, la flota británica levaba la muerte a los combatientes argentinos apostados en aquel territorio frío y ventoso, tan distinto al del resto del país.

"Dentro de una escuadrilla, cada ataque eran 3, 4, 5 aviones; vos sos componente de esa escuadrilla. Entonces la responsabilidad y el nerviosismo y el temor era no lograr cumplir la misión ordenada. Eran misiones muy costosas: costaban vidas. Y el objetivo era destruir la flota o hacer que la flota se retire de Malvinas; y poder lograr el objetivo completo de poder recuperar a las Islas. Porque había soldados en las Islas argentinos esperando en Malvinas, que ellos sí eran atacados durante la noche. Cuando nosotros no podíamos volar, la flota se arrimaba a Malvinas, cañoneaba toda la noche; entonces el objetivo era destruir ese buque para que no dañaran a los argentinos que estaban en las islas", explica el Capitán retirada de la Fuerza Aérea.

Para cada nación involucrada, la guerra representa distintos objetivos. Y en el lapso en que se cumplen o no, soldados de ambos bandos pierden la vida progresivamente. El tiempo lo es todo. Precisamente, ese mismo factor, el tiempo, es el que ha hecho cambiar la perspectiva de esta guerra en particular, según las palabras de Cervera. "El 2 de abril fue una alegría inmensa y satisfacción, como lo sintió todo el pueblo argentino. El 2 de abril del 82 se llenó la Plaza de Mayo. Pensá que ahora todos se olvidan. Y todos despotrican contra la guerra. Por qué fuimos a la guerra. La guerra inútil. Pero ese 2 de abril de 1982 estaba la Plaza de Mayo completa. Todo argentino vitoreando y flameando banderas argentinas en apoyo a haber recuperado las islas Malvinas", comenta.

"Pasa que, después, en el transcurso de estos dos meses, 74 días que duró, entre el 2 de abril y el 14 de junio, se termina la guerra sin haber recuperado las islas y, a partir de ahí, como todo argentino exitista, 'no servimos más', 'no sirvió nada'. 'Fuimos una porquería', todo lo que se lee ahora, hoy en día. Pero en esos 74 días se escribieron páginas muy gloriosas. De los argentinos luchando por la causa justa de Malvinas", cuenta con voz calma pero sentida. En 1995 se incluyó en las "Disposiciones transitorias" de la Constitución Nacional que: "La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescindible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del
Sur por ser parte integrante del territorio nacional", y además se expresó: "Su recuperación es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino". En estas palabras se puede encontrar una explicación al orgullo del ex piloto al mencionar los hechos sucedidos.

Sin embargo, y sin perder de vista el valor que tiene aquel territorio para  Argentina, el Capitán retirado asegura que la vía bélica no es la manera correcta de recuperarlo. "Yo creo que no debería haber una nueva guerra; pero sí el argentino se debe preparar y estudiar para recuperar... vía diplomática, vía laboral, vía comercial, todas las vías habidas y por haber deben ser usadas para hacer entender a Inglaterra que las islas y todo ese territorio usurpado nos debe ser devuelto. Geopolíticamente le corresponde a Argentina. Tienen un valor enorme. No son dos pedazos de piedra que están en el Atlántico. Por algo Inglaterra las ocupó y por algo refuerza sus fuerzas militares; por algo están ahí, no están para gastar plata en vano; saben bien lo que están haciendo y por qué lo están haciendo. Tiene que entender el mundo, y antes todo argentino bien nacido, que el objetivo nacional es recuperar las islas, por el bien de la Argentina", asegura.

"El valor, primero y principal, es que están dentro de la plataforma geopolítica de la Argentina. Están dentro de lo que a nosotros, desde la historia de la humanidad, nos tocó como país, que se formó como país. Porque nuestros antepasados lucharon por la independencia de nuestro país. Hubo mucha gente que dejó su vida para que Argentina sea lo que es. En esa lucha está que todo el territorio argentino más las Islas Malvinas, las Georgias, y todas las que abarcan el polo sur, incluida la Antártida", enumera el ex piloto y se pregunta: "¿Por qué tiene que venir Inglaterra de 30 mil kilómetros al norte a venir a decir 'estas islas son mías'?".

Durante el pasado 24 de marzo, el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, anunció que Gran Bretaña invertirá 268 millones de dólares en "actualizar la defensa de las islas". Según el funcionario, el reclamo argentino sobre las negociaciones por la soberanía representa "una amenaza" para el territorio. Según Cervera, los británicos "tienen motivos de sobra para vivir asustados".

"Siempre se van a sentir amenazados, siempre. Van a vivir con el fantasma detrás de ellos que van a ser atacados en cualquier momento. Porque están en un territorio que no les corresponde. Si estuvieran en su casa, estarían muy tranquilos sin reforzar nada. Siempre se van a vivir amenazados. Tenga o no tenga posibilidades de atacar Argentina, porque no la pasaron bien. La pasaron muy mal. Era la tercera flota del mundo, y, sin embargo, perdió siete barcos. Hundir siete barcos de una flota como la era la de Inglaterra, no se la comió nadie en el mundo todavía. Siete hundidos, 11 totalmente destruidos, que no se hundieron pero quedaron inservibles, flotando como cáscaras de nuez en el Atlántico. Ocho que volvieron hechos pedazos. Entonces no es para que vivan tranquilos. Van a vivir asustados. Porque nosotros, con muy poco, con muy poco equipamiento, con nuestras limitaciones, le hicimos un daño tremendo a Inglaterra que todavía no lo digirió, no logra entender qué es lo que le pasó en Malvinas", opina.

A pesar de la actual actitud de  Gran Bretaña con respecto a las islas, Luis Cervera no duda sobre el futuro del territorio y asegura que Argentina logrará su objetivo. "Estoy totalmente convencido de que se va a llegar a una determinación favorable a Argentina. Lo tenemos que lograr. Yo no bajé los brazos y a mis hijos les inculqué que esas islas son argentinas. Inglaterra ha devuelto Hong Kong. Ha devuelto colonias. Ha devuelto territorio, sin armas. Entonces habrá que convencerlos, habrá que ser suficientemente inteligentes para que las devuelvan, que es lo que corresponde. Y eso se valora si lo martillás todos los días. La gota de agua va a horadar la piedra", sostiene y destaca que lo importante es "estar preparado" y "no bajar los brazos".

Mientras tanto, el héroe de Malvinas que tuvo la suerte de volver con vida del enfrentamiento siente que su deber consiste en mantener encendido el recuerdo sobre aquellos que encontraron otro desenlace. "El grupo mío de pilotos, que éramos muy pocos, de 34 pilotos perdimos 9. Mi escuadrón, de 16 que éramos, perdimos 7. Volvimos 9 pilotos. Ha sido una pérdida muy grande. Y yo no puedo permitir que se olviden... el Capitán D. Hugo Ángel del Valle Palaver, el Primer Teniente D. Manuel Oscar Bustos, el Primer Teniente D. Fausto Gavazzi, el Primer Teniente D. Luciano Guadagnini, el Primer Teniente D. Danilo Rubén Bolzán, el Teniente D. Mario Víctor Nivoli, el Teniente D. Jorge Rubén Ibarclucea, el Teniente D. Juan José Arrarás y el Alférez D. Alfredo Jorge Vázquez. Pilotos que yo perdí; mis amigos, mis compañeros que  murieron volando el mismo avión que volaba yo, en las mismas misiones que yo, los mismos barcos, haciendo lo mismo".

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