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domingo, 10 de diciembre de 2017

Identifican al aviador naval Miguel, héroe de Darwin

Los restos del Tte. Daniel Miguel fueron identificados tras 35 años




En las últimas horas ha sido confirmada oficialmente la comunicación a la familia del Teniente Daniel Miguel, piloto de la Fuerza Aeronaval durante la Guerra de Malvinas, que sus restos fueron identificados en el proceso llevado a cabo por la Cruz Roja Internacional en el cementerio argentino de Darwin.
El puntaltense, héroe de la Nación Argentino, falleció en combate al ser derribada su avión mientras cumplia una misión en el teatro de operaciones Malvinas, en 1982.
El teniente de fragata post mórtem Daniel Enrique Miguel nació en Punta Alta el 19 de noviembre de 1957. Comenzó sus estudios en la Escuela Nº 99 (hoy Escuela Nº 23), y pasó luego por el excolegio Nacional y en ambos establecimientos dejó grabada en la memoria de sus compañeros y docentes su imagen bondadosa y siempre alegre.
En 1975 ingresó como cadete en la Escuela Naval Militar, donde sus compañeros pronto lo bautizaron “Coquito”. Inquieto, locuaz, gracioso y feliz fueron características de aquel muchacho puntaltense que comenzaba a desplegar sus alas. Aquellos que lo conocieron en la escuela recuerdan su gusto por la música y el yachting y su afable compañía en los días de descanso. Además, vieron cómo día a día se convertía en el hombre que en la guerra con Gran Bretaña por las islas Malvinas demostraría el valor que llevaba en su alma.



Comenzaba la década del 80 cuando a Daniel Miguel le dieron sus merecidas “alas”, distintivo del aviador naval. Y mostrando sus dotes de piloto, ingresaba en 1981 a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque (EA41). Su sueño se materializaba poco a poco. Con su esfuerzo había logrado lo que siempre había querido: convertirse en piloto de avión escribiendo en el cielo su historia, su vida y su pasión. Tenía 24 años y comenzaba a bosquejar su futuro, preparando los detalles de su boda.
Pero un 25 de mayo de 1982 tuvo que poner rumbo al sur con su avión Aermacchi. La Patria le pedía que protegiera la soberanía sobre las Islas Malvinas. El 28 de ese mes, cerca del mediodía, el comandante de la EA4, entonces capitán de corbeta Carlos Molteni, recibió la orden de efectuar una misión sobre Puerto Darwin para dar apoyo a las fuerzas argentinas que defendían esa posición. Daniel Miguel lo secundaría. El teniente subió a su avión, rodó hacia la cabecera de la pista y esperó la orden de despegue. Hasta que se escuchó la voz de Miguel: “En el aire”



La meteorología empeoraba a medida que se acercaban al objetivo. Les ordenaron regresar porque la visibilidad era nula. Ya a las 15:30 horas, todo estaba dispuesto para una nueva salida, pero otra vez el tiempo les jugó una mala pasada: un fuerte viento les impidió despegar. Sin moverse del lugar en donde estaban, esperaron las condiciones propicias, que llegaron una hora y media después. Bien pegados al terreno, volando a muy baja altura, los dos Aermacchi se dirigieron hacia su objetivo: la posición de la Infantería británica en una hondonada frente a la escuela de Darwin.
“Sus últimas palabras quedaron grabadas para siempre en mis oídos”, contó el suboficial auxiliar de la Fuerza Aérea Norberto Bazaéz, que fue en ese momento director de tiro ECO. “Allá voy” respondió el teniente Miguel cuando le asignaron el objetivo por radio. Fueron apenas segundos en los que el valor del teniente Miguel lo llevó a cumplir con la que sería su última misión: defender a un grupo de soldados argentinos que resistían en Darwin y Pradera del Ganso. Su avión no logró atravesar un denso fuego antiaéreo y fue derribado. Mientras, su compañero Molteni, logró evadirlo y regresar a salvo a Puerto Argentino.
“A pesar del tiempo transcurrido siempre me acuerdo de él, de esa personalidad contagiosa, de su valentía, de su compañerismo.....era un tipo fácil de querer. Lloré mucho.... mientras me decían "escape… tiene harrier arriba". En ese momento no me importaba… solo pensaba en él”, recuerda el capitán Molteni.

El Rosaleño

1 comentario:

  1. En un artículo anterior sobre este aviador naval se menciona en el título que fue derribado por fuego propio. Es lamentable que varios de nuestros pilotos fueran derribados por fuego AA propio, pero es comprensible dado lo novata que era nuestra AAA y el nerviosismo del momento. Que descanse en paz este valiente aviador naval, sana resignación para sus seres queridos.

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