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martes, 7 de noviembre de 2017

Aniversario de la reafirmación de los derechos argentinos sobre las islas

A 197 años de la reafirmación de la soberanía en las Malvinas



Crónica del arribo de la fragata "Heroína" a la Isla Soledad, el 6 de noviembre de 1820 al mando del artiguista David Jewett; quién actuó por orden del gobierno de Buenos Aires e izó por primera vez en el lugar la bandera nacional



En la larga historia sobre la pertenencia argentina de las Islas Malvinas, el 6 de noviembre de 1820 marca un hito en ese recorrido, cuando la fragata "Heroína" al mando del capitán estadounidense David Jewett, excomandante de la flotilla artiguista, entró a Puerto Soledad para tomar posesión del archipiélago en nombre del gobierno de Buenos Aires.

Una disposición de las autoridades nombraba como "comisionado por el Supremo Gobierno de las Provincias Unidas para tomar posesión de las islas en nombre del país al que éstas pertenecen por ley natural" a Jewett, quién llegó el 6 de noviembre de ese año e izó por primera vez la bandera de Belgrano en territorio malvinense.

En ese momento el enviado de Buenos Aires, que estaba al servicio de los criollos desde 1815, notificó a los barcos extranjeros que se encontraban en la región abasteciéndose de lobos marinos, ballenas y ovejas, sobre el traspaso del dominio del archipiélago de las autoridades españolas a las Provincias Unidas del Río de la Plata.

"Es uno de los actos más importantes de reafirmación de la soberanía argentina", precisó a Télam Federico Lorenz, director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur e investigador del Conicet, tras precisar que ese hecho "manifiesta la continuidad de los derechos sobre la Argentina".

En este marco, señaló que "Jewett va a reafirmar la soberanía. Es una disposición para mantener la continuidad del control político sobre las islas", ya que a partir de 1810 los territorios de la colonia española pasan a la órbita de las Provincias Unidas luego de la lucha independentista que expulsó a los realistas y conformó un gobierno criollo.

"Lo que sucede es que los españoles que estaban en las Islas Malvinas son llamados para luchar contra los revolucionarios del Río de la Plata, pero eso no quiere decir que abandonan la soberanía", destacó Lorenz, quién consideró que "por el mismo derecho internacional las islas pasan a depender de las nuevas autoridades".

Lucha en el frío

Durante esos años de lucha contra el dominio español, que se entrelazó con embates internos, los criollos necesitaban sumar fuerzas para sus ejércitos, como fue el caso de San Martín, quien en una carta de agosto de 1816 a las autoridades de Cuyo pide que se liberen prisioneros que estaban en Carmen de Patagones y Malvinas, en Puerto Soledad, para sumarlos al Ejército de los Andes y combatir contra los españoles en Chile y Perú. Buenos Aires asume la administración insular y designa distintos cargos políticos, militares, comisionados y concesionarios que en forma acotada aún, otorgaban permisos de pesca y caza y crean una comandancia política y militar. Así fue como 1820 reafirma la presencia de las Provincias Unidas hasta que en 1829 se designa a Luis Vernet en la comandancia política y militar de las islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el mar Atlántico.

A pesar de esa reafirmación constante, en un contexto de guerras y revoluciones como designa al período el historiador Tulio Halperín Donghi, de los derechos de soberanía sobre las islas del Atlántico Sur en virtud del derecho de primer ocupante, el 3 de enero de 1833 las Malvinas fueron ocupadas por fuerzas británicas que desalojaron a la población y a las autoridades establecidas (ver aparte).

Las islas habían sido avistadas y ocupadas en 1520 por integrantes de la expedición de Hernando de Magallanes, y desde ese momento quedaron bajo dominio de las autoridades coloniales españolas. A mediados del siglo XVIII ese territorio insular comenzó a interesar tanto a Gran Bretaña como a Francia, que buscaban tener un establecimiento ubicado frente al estrecho de Magallanes, en medio de las incursiones por la región y las guerras europeas. En este marco, aquel hecho de reafirmación de la soberanía sobre las islas cobra una importancia y significación que se proyecta y valida a lo largo de casi dos siglos.

La pérdida de la soberanía

Argentina pasó a ser heredera de la soberanía española en las islas con la declaración de la Independencia de España. En 1820 el gobierno de la provincia de Buenos Aires envió una fragata a tomar posesión y reafirmar sus derechos en las Malvinas, como sucesión de España. Desde 1823 concedió a Luis María Vernet la explotación de recursos de las islas. El 10 de junio de 1829 se creó la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas con asiento en la isla Soledad y jurisdicción indefinida en las islas adyacentes al cabo de Hornos. El 30 de agosto de 1829 Vernet fundó Puerto Luis.

Las actividades de contralor que Vernet llevó a cabo contra barcos balleneros hicieron que la corbeta de guerra Lexington de los Estados Unidos destruyera las instalaciones de Puerto Soledad.

El 2 de enero de 1833 llegó la fragata de guerra británica HMS Clio, al mando del capitán John James Onslow, quien comunicó al jefe argentino que iba a reafirmar la soberanía británica y retomar posesión de las islas en nombre del Rey del Reino Unido. El capitán de la goleta Sarandí, José María Pinedo, no se consideró en condiciones de resistir y optó por embarcar a sus hombres y retornar a Argentina. Al día siguiente desembarcaron las fuerzas británicas, izaron su pabellón y arriaron el que había dejado Pinedo, tomando posesión de las Malvinas. Y desde entonces, el territorio nacional en el extremo sur del país está ocupado por fuerzas del imperio. (UNO ENTRE RIOS)


Fundación Nuestro Mar

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